Éxodo 32,7-11.13-14; Salmo 50; Timoteo 1,12-17; Lucas 15,1-32
15 de septiembre de 2019
15 de septiembre de 2019
P. Chava, SVD |
En la Biblia nos
encontraremos grandes contrastes de conductas del ser humano. Las circunstancias
del momento condicionan al ser humano a comportarse como un pecador o como un
santo. Dios es misericordioso y quiere salvar en todo momento al ser humano de
su pecado.
En la primera lectura
encontramos la frustración de Dios, pues al pueblo de Israel que acaba de
rescatar de los egipcios, ha faltado al primer mandamiento del decálogo; los
israelitas acostumbrados a las imágenes se hacen un becerro para adorarlo, creyendo
que tal imagen es Dios mismo. El Señor monta en colera y solo Moisés interviene
ante Dios para pedirle perdón por el pecado de idolatría del pueblo, Moisés le
hace recordar al Señor su alianza con Abram, en consecuencia, Dios no se venga
del pueblo, en ese momento.
En la segunda lectura san
Pablo, reconoce que era una persona que tenía equivocada su vida, le faltaba
fe, y que hacia mucho mal en perseguir a los cristianos. Reconoce que Jesús, lo
rescato con su gracia y su misericordia; que el Cristo al morir en la cruz por
causa de los pecados del hombre, rescató primero a Pablo de su pecado y que hora
la cruz toma un significado de salvación y sanación, por eso a la Gloria de
Dios se une la fidelidad de Cristo que muere por la remisión de todos los pecadores.
P. Chava, SVD |
En el Evangelio, es Jesús que
nos quiere hablar de la misericordia de Dios y de su relación con los
pecadores, nos narra tres parábolas: Primero la oveja perdida, llama la
atención que el pastor dejó las noventa
y nueve ovejas por ir en búsqueda de su oveja perdida; La segunda es la mujer
que tiene diez monedas y pierde una de ellas, se pone hacer limpieza en la casa
hasta encontrarla; y la tercer parábola es la del padre con sus dos hijos, uno
que pide la herencia a su padre y después de gastarla toda, sintió hambre y volvió
a la casa paterna; el hermano que estuvo en casa con su padre ahora no quiere
saber ya nada de su hermano que volvió a casa, el padre atiende a ambos para que
se queden con él. Como síntesis podemos observar que hay en las tres historias
hay una perdida, una búsqueda y un reencuentro lleno de alegría y satisfacción del
resultado de la búsqueda.
P. Chava, SVD |
Dios es amor, compasivo y
misericordioso esa es la imagen que nos trasmiten las lecturas. Toda persona
que toma conciencia del amor de Dios, no duda en volver a la casa del Padre, en
volver a los brazos de Dios. Ese es el final feliz de nuestras vidas, sentir el
amor de Dios en todo momento y de manera más afortunada sentir ese amor cundo
más lo necesitamos en nuestros: momentos de soledad, de angustia, de tristeza
cuando la vida se convierte en un gran problema. Las lecturas nos invitan a
confiar en Dios, y en sentir su amor incondicional de Padre.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco
in solidum en Villa Tuerta, Estella, España.
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