miércoles, 24 de octubre de 2018

Ser ciego, 30º Tiempo Ordinario, Ciclo B

30º Tiempo Ordinario, Ciclo B
Jeremías 31,7-9; Salmo 125; Hebreos 5,1-6; Marcos 10,46-52
28 de Octubre de 2018

 
P. Chava, SVD
¿Qué significar ser ciego en estos tiempos?, no es sólo ser ciego físicamente, carente de un sentido vital, sino muchas veces teniendo ojos no vemos la realidad, ocultamos la mirada y pasamos la vida entera ignorando la realidad, siendo indiferentes al dolor de tanta gente, y muchas veces cómplices de las desgracias de los seres humanos, porque decidimos permanecer en nuestro estado de comodidad.

El profeta Jeremías trata de consolar al pueblo, pues hasta el más desvalido como un ciego encontrara su auxilio en el Señor. Dios muestra su paternidad ante el pueblo de Israel, Efraín (el pueblo de Dios) será su hijo y Dios será Padre. Por eso el pueblo escogido cantará el salmo 125 “El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres”.

En la carta a los Hebreos, la comunidad cristiana comprende el papel sacerdotal de los ministros consagrados a Dios, ellos tiene que ofrecer sacrificios a Dios, para expiación de sus propios pecados y del pueblo,  en ese mismo sentido comprendieron que Jesús es sumo sacerdote no por elección suya sino de Dios.

P. Chava, SVD
En el evangelio Jesús sana al ciego Bartimeo que hasta ahora sólo podía trabajar pidiendo limosna, escucho a la multitud y en ese momento se despertó su esperanza, comienza a gritar Jesús hijo de David ten compasión de mí, sus gritos le valieron su sanación, Jesús tuvo compasión de él y lo sano.

Jesús quita la ceguera de Batirmeo, como ejemplo claro de la compasión de Dios por la humanidad también es una metáfora para los cristianos, en la cual Jesús nos invita a ser compasivos con nuestros semejantes que claman ayuda a Dios y a la humanidad. Nuestro deber es asemejarnos a Cristo para sanar las heridas y las carencias de las personas que no tienen que comer, vestir, que no tiene salud, vivienda, y lo mínimo necesario para vivir y ser felices. Dios se compadece del ser humano y por eso enviará a sus fieles para que muestren su misericordia con su entrega de amor y compasión por la humanidad.
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.









Entregar la vida, 29 Tiempo Ordinario, Ciclo B

29 Tiempo Ordinario, Ciclo B
Isaías 53,10-11; Salmo 32; Hebreos  4,14-16; Marcos 10,35-45
21 de octubre de 2018

 

P. Chava, SVD
Entregar  la vida, el sacrificio no se puede entender sin una lógica, un propósito, un ¿por qué? Las lecturas de hoy nos tratan de explicar el sacrifico y el sufrimiento con sentido, pues el pueblo de Israel paso momentos muy difíciles en el exilio, san Pablo nos describe la entrega de Jesús para salvarnos y el mismo Jesús dice que hay que dar la vida para el bien común. Cuando entregas tu vida por amor a los demás cualquier sacrificio se puede entender.

 

En el libro de Isaías, el siervo que entrega su vida lo hace para expiación del pueblo escogido por Dios. Salmo 32 “Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti”.

 

En la carta a los Hebreos, Jesús es quien asume la condición humana menos en el pecado para poder dignificar al ser humano, rescatándolo del pecado y llevarlo así a la purificación de sus pecados, para alcázar la misericordia de Dios.

 
P. Chava, SVD

En el Evangelio Jesús insiste en que el hijo del hombre vino para servir y para dar su vida en rescate del mundo. Lo mismo tiene que aspirar sus discípulos, que no les gane la tentación del poder y del dinero.

 

La vida entregada es una vida bien vivida, una madre entrega su vida para salvar a sus hijos, un padre se esfuerza al máximo para el bienestar de su familia, unos hijos hacen lo posible para dar dignidad de vida a sus padres, y hay gente que es capaz de pensar no solo en su familia sino en una comunidad y un pueblo, son capaces de darlo todo para que tengan vida. Jesús nos invita al servicio y al sacrificio para dar vida a la humanidad.

P. Chava, SVD
 

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España 


 

sábado, 13 de octubre de 2018

Seguir a Dios sin condiciones, 28 del Tiempo Ordinario, Ciclo B

28º del Tiempo Ordinario,  Ciclo B
Sabiduría 7,7-11; Salmo 89; Hebreos 4,12-13; Marcos 10,17-30
14 de octubre de 2018


P. Chava, SVD

Seguir a Dios sin condiciones, es darse por completo a plan salvación de Dios en nuestras vidas. Tener a Dios como referente en nuestras vidas, es la mejor decisión que podemos hacer, para la construcción del Reino de Dios en nuestro tiempo real, aquí y ahora.

En la primera lectura el autor quiere poner como máxima de vida el valor de la sabiduría, vivir conforme a la tradición basado en hacer la voluntad de Dios; porque muchas gentes poco a poco van valorizando otra cultura y tradiciones olvidándose de su pasado, de su cultura y religión. Unámonos a Dios diciendo Salmo 89 “Sácianos de tu misericordia, Señor”.

P. Chava, SVD
En la segunda lectura nos enseña que la Palabra de Dios, es tan importante en nuestra vidas, que no nos podemos olvidar de sus enseñanzas como guía de vida en la parte moral y forma de ser, por eso ante Dios nuestro actos serán buenos o malos conforme a la voluntad de Dios y su plan de salvación, con la construcción del Reino de Dios.

En el Evangelio, Jesús nos dice: que para ganarse la vida eterna, no sólo basta con cumplir la ley de Dios, es decir, los mandamientos que Señor nos manda cumplir, sino también implica ser generoso con los más necesitados y seguir a Jesús, pues renunciar a los bienes materiales significa total  confianza en Dios. Y los que ya lo hacen, saben que Jesús les dice que en vida ya reciben su recompensa, recibirán el ciento por uno por cada renuncia, además de ganar la vida eterna en el futuro.
P. Chava, SVD
Amar a Dios y al dinero no es compatible, por eso tenemos que tomar decisiones que implícitamente nos llevan a renuncias, pero en cada renuncia viene seguido un compensación, pero no olvidemos que también puede venir en ocasiones: “tiempos de persecución” por causa de anunciar la Buena Nueva. Sin embargo seguir a Jesús nos da garantía de alcanzar la vida eterna en vida.


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España

 

 

 

domingo, 7 de octubre de 2018

El matrimonio, 27º del Tiempo Ordinario – Ciclo B

27º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Génesis 2,18-24; Salmo 127; Hebreos 2,9-11; Marcos 10,2-16 
Domingo, 7 de octubre de 2018
P. Chava, SVD
El matrimonio, es legitimo y valido para la Iglesia, cuando el hombre y la mujer deciden unir sus vidas, de forma voluntaria, con total libertad, consientes de los compromisos a cumplir como un matrimonio cristiano, como por ejemplo: amarse y respetarse para toda la vida, mostrando su fidelidad entre ellos mismo tanto en la pobreza como en la riqueza, en la salud como en la enfermedad; en aceptar y tener los hijos que Dios les dé y educarlos con amor y enseñarles a tener fe en Dios, cumpliendo los deberes sacramentales; por tanto motivados por el amor entre ellos y deseosos de la bendición de Dios para su matrimonio, los novios mostrarán su consentimiento delate del ministro de la Iglesia (Diacono o Sacerdote), y de la comunidad cristiana, creyendo en el amor eterno y en la bendición de Dios, al unir sus vidas, por una eternidad.
En el libro de Génesis, como Dios hizo todo canto existe, el culmen de toda la creación fue el hombre y la mujer, desde entonces el hombre se unirá a su mujer para formar una nueva familia. Teniendo fe en Dios el creyente proclamara el Salmo 127 “Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida”.

En la carta a los Hebreos reflexionamos que Jesús asumiendo su condición humana, experimento la muerte. Jesús siendo también Dios de condición divina, se hizo mortal, y su muerte cobro sentido cuando murió para la salvación de la humanidad. Por eso Dios lo enaltecerá sobre todo el género humano y divino, será el Rey de reyes, y  con su encarnación nos unió a él, a tal grada que le podemos decir hermano Jesús.
P. Chava, SVD
 
En el evangelio Jesús rechaza la justificación los fariseos para repudiar a la mujer por la ley de Moisés, y les recuerda el pasaje del Génisis: “Lo que Dios ha unido que no lo separé el hombre”. Pues quien se separa de su esposa o esposo lo orilla a pecar, cometiendo infidelidad en el matrimonio, es decir, cometer adulterio. Por otra parte Jesús nos enseña a cuidar de los niños y volvernos como niños, para entrar en el Reino de Dios.
 
P. Chava, SVD
 
El matrimonio cristiano es la Iglesia domestica, es la célula de la sociedad, y este se logra por el amor entre el hombre y la mujer para hacer un proyecto de vida en comunión con Dios y su Iglesia; de familia cristiana busca su autorrealización en familia unida por el amor de los conyugues y la bendición de Dios, por eso “Lo que Dios ha unido que no lo separé el hombre”. Hay una crisis de valores y de conceptos de perpetuidad, como es la fidelidad, el amor eterno, el respeto entre los miembros de la familia.  Dios es amor, y pide que todos sus hijos e hijas se amen, por lo mismo el matrimonio es una buena expresión de amor.
 
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España