SOY COMO EL SOL, estoy contigo tanto de día como de noche. En este blog, pretendo acompañarte desde la FE en tu camino espiritual. COMO SEGUIDOR DE JESÚS, TE INVITO A CONSTRUIR JUNTOS EL REINO DE DIOS.
domingo, 26 de julio de 2020
martes, 21 de julio de 2020
La sabiduría, 17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A
17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A
La sabiduría sólo viene de Dios, por tanto, así como Salomón le pide
sabiduría a Dios para gobernar, así notros deberíamos tener humildad de pedir esa
sabiduría a Dios. Pidamos para que el ser humano comprenda y sea capaz de discernir
en su vida, que sepa distinguir lo que es bueno y lo que es malo para su vida, así tendrá el
criterio de valorar y dar prioridad a sus necesidades físicas, económicas e
espirituales.
San Pablo nos
habla en la carta los Romanos con estas enseñanzas: que toda persona unida a
Cristo esta predestinada desde hacía ya mucho tiempo, algunos inclusive antes
de nacer. Toda persona unida a Jesucristo está llamada a ser su reflejo Dios en
la tierra, es decir, a aprender a ser otro Jesús, que cumple la voluntad de
Dios en el mundo, como criterio seguirá la buena noticia, como norma de vida, y
asimilará los valores del Reino de Dios, para luego meditarlos y asumirlos como
regla de vida, por eso Dios llamo a los que Él quiso, los justificó es decir,
los salvo de sus pecados, y todo esto es
para la gloria de Dios.
Recemos juntos: Señor tu sabiduría nos llena y nos orienta a tomar
buenas decisiones en nuestras vidas, en ti confiamos y depositamos nuestra
confianza. Ayúdanos a comprender que es lo que realmente nos conviene en
nuestras vidas, para que podamos caminar a Tú lado, juntos como tu pueblo;
Señor enséñanos el Reino de Cielos en la tierra: danos sencillez para aceptar
tu voluntad; valor para asumirla; y alegría para proclamarla con nuestras
vidas.
1 Reyes 3,5.7-12; Salmo 118; Romanos 8, 28-30; Mateo 13, 44-52
26 de Julio de 2020
P. Chava, SVD |
En la primera lectura Salomón en sus sueños habla con Dios, le pide ayuda
al Señor, pues es un joven que ha subido al gobierno, será el nuevo rey de
Israel. Él se siente inexperto para gobernar un pueblo inmenso y que le pertenece
a Dios. Salomón, le pide que le conceda:
“un corazón atento para juzgar a tu pueblo Señor y sabiduría para discernir
entre el bien y el mal”. Dios le concedió “un corazón sabio para escuchar e
inteligente para obrar”. Por eso glorifiquemos al Señor con el salmo 118:
“¡Cuánto amo tu ley, Señor!”.
P. Chava, SVD |
En el evangelio, Jesús, nos habla con tres parábolas sobre el Reino de
Dios, y pone de manifiesto los valores de este mundo en comparación los de
Dios. Y son las siguientes: el tesoro escondido en el campo; la
perla más preciosa; la red que coge peces en el mar y concluye con una alegoría
de quien recibe el Reino de Cielos es como Rabino, a un padre familia que saca
de su tesoro lo nuevo y lo antiguo, para su familia. Vemos en estás parábolas
que para conseguir el Reino de Dios hay encontrarlo primero en la persona de
Cristo y en su comunidad de fe; que para poder obtenerlo implica desprendimiento
de muchas cosas que hasta ahora eran valiosas para notros, pero que el Reino de
Dios, bien vale la pena pagar el precio, dejarlo todo por el Reino de Dios.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del
Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta,
Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.
domingo, 19 de julio de 2020
sábado, 18 de julio de 2020
La misericordia de Dios, 16º Tiempo ordinario
Sabiduría
12, 13.16-19; Salmo 85; Romanos 8,26-27; Mateo 13,24-43
16º Tiempo ordinario
23 de Julio de 2020
16º Tiempo ordinario
23 de Julio de 2020
P. Chava, SVD |
Dios se hace visible ante el ser humano en sus obras, toda su creación son
huellas de su amor, de su poder y de su don de vida. Como Dios es nuestro
creador, tiene compasión del ser humano, y toda su creación. Su paciencia es infinita, y por tanto es un
signo de su amor y de su misericordia,
pues espera que el pecador se arrepienta, que mejoré su vida, y opte por amar y
respetar su vida como la de los demás.
En el libro de sabiduría se insiste que no hay dios como nuestro Dios,
porque su fuerza y su poder ejercen justicia en el mundo. Dios gobierna con
rectitud, quien confía en Él no quedará defraudado, quien no teme a Dios será
sometido a su poder, tarde o temprano. Pero Dios es el Señor de la misericordia
pues busca la salvación del pecador y no su muerte, por eso da muchas
oportunidades para que el ser humano se convierta y mejore su
vida. Por eso cantamos el salmo 85 “Tú, Señor, eres bueno y
clemente”.
P. Chava, SVD |
San Pablo escribe que el creyente poco o nada sabe sobre, lo que le
conviene, según los planes de Dios. Por eso el Espíritu Santo, desciende sobre
él y en esos momentos de duda y debilidad; le hace escudriñar su corazón para
tomar decisiones que transformará su vida, pero sólo la persona que está atenta
a los planes de Dios comprenderá este misterio.
En el evangelio Jesús habla en Parábolas sobre el Reino de Dios: un hombre
que sembró buena semilla en el campo, pero surgio también la cizaña, creciendo
la espiga con ella; tenemos también el grano de mostaza que a pesar de ser muy
peño se convierte un arbusto muy grande; por último, la levadura que expande la
masa de harina. Las tres Parábolas nos hablan del núcleo vital, del mensaje creador
de Dios, que está oculto y guardado en lo sencillo y pequeño, pero en buenas
circunstancias crece en gran tamaño, poder y fuerza, a tal grado que todos son
afectados y beneficiados, del mensaje de salvación de Dios. Lo mismo hizo Jesús
con las personas, que comenzó anunciar la Buena Noticia con unos cuantos
discípulos y ahora son millones en el mundo los que creen en Dios, pero aún
falta mucho por sembrar, para que dé fruto el Reino de Dios a nivel mundial.
P. Chava, SVD |
¿Qué tan grande es nuestra paciencia? ¿Nuestra paciencia es del tamaño de una
gota de agua, un vaso de agua, o un mar sin límites? Así es Dios con nosotros y
su paciencia infinita, mostrando así su justicia, amor y misericordia a toda su
creación. Reflexionemos juntos: Qué nada nos turbe, qué nada nos espante. Sólo
Dios basta, pues quien confía en su misericordia del Señor, comprenderá, que
teniendo a Dios de nuestro lado: “todo es posible, todo es creíble, nada nos detiene”.
Porque donde hay pecado sobre abunda la gracia de Dios y su amor y paciencia
infinita. Que sus bendiciones, recaigan en ti y toda la humanidad.
P. Chava,
SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades
pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra,
Diócesis de Pamplona, España.
domingo, 12 de julio de 2020
Palabra de Dios, 15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A
15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Isaías 55,10-11; Salmo
64; Romanos 8,18-23; Mateo 13,1-23
12 de julio de 2020
P. Chava, SVD |
Dios baja hecho Palabra, y el Verbo se hizo Carne y
habito entre nosotros. Las lecturas nos enseñan la capacidad de Dios de crear
todo desde su palabra, y quien mejor que Jesús para transmitirnos la revelación
de Dios. Solo Dios basta en nuestras vidas para que demos frutos en
abundancia.
P. Chava, SVD |
El profeta Isaías, hace el oráculo del Señor, diciendo que toda palabra de
Dios sale de su boca y no vuelve a Dios sin antes dar fruto como pasa con la
lluvia, que después de empapar la tierra no se evaporará sin antes fertilizarla,
es decir, generar vida. Lo mismo es la palabra de Dios, cuando entra en
contacto con las personas, fertiliza el corazón y la mente del ser humano, les
hace cambiar su manera de ser, de pensar y de sentir, como crear sentimientos
de amor, perdón, justicia y paz; en definitiva, el Reino de Dios comienza a
expandirse en el mundo. Salmo 64: “La semilla cayó en tierra
buena y dio fruto”.
San Pablo, por su
parte, interpreta la espera de la segunda llega de Jesús como la espera dolorosa
de la mujer que está en parto, en teología (escatología) se dice: que es la parusía
del Señor, “el ya está por venir Jesús, pero aun no llegado”. A pesar de que
hay dolor en la espera, habrá mucha alegría en la llegada de Jesús porque nos
salvará y nos dará la dignidad de ser hijos de Dios.
P. Chava, SVD |
En el evangelio de Mateo, el mensaje es
muy claro, el sembrador sale a sembrar, pero no toda la semilla da fruto,
porque mucha semilla se perdió, por causa de la mala tierra y las
circunstancias del lugar. No hay frutos, por que sea mala la semilla, sino la
tierra (las personas) que no está lista para dar vida con la palabra de Dios.
Desgraciadamente el mensaje de Dios llega a la gente, pero no todas las
personas están atentas para escuchar el mensaje de Dios, y vivirlo, por lo
mismo no da fruto, pero la gente sencilla y humilde de corazón ven a Dios en su
palabra y ellos dan fruto con acciones que dan amor, perdón, justicia, paz, y
todo cuanto da felicidad y vida.
P. Chava, SVD |
Dios creó el mundo con solo
pronunciarlo, y lo hizo todo bien; todos los días nos sigue anunciando su buena
noticia, estemos atentos para escuchar su voz, en la Biblia, en la comunidad
eclesial, en la oración en la eucarística, en la caridad hacia nuestros
hermanos, en nuestras vidas diarias a la hora de expresar lo que entienden el
evangelio. El Reino de Dios se hace presente en cada cristiano que vive la fe y
la pone en práctica, dando frutos como pueden ser de amor, paz y justicia. Por
tanto, dejémonos tocar por la palabra de Dios y que ella crezca en nuestra
mente y en nuestro corazón, para cumplir los planes de Dios en nuestra vida.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in
solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y
Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.
domingo, 5 de julio de 2020
En tiempos de crisis, 14º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
14º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Zacarías 9,9-10; Salmo 144; Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
5 de julio de 2020
Zacarías 9,9-10; Salmo 144; Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
5 de julio de 2020
En tiempos de crisis tenemos que tener nuestra
esperanza en nuestro creador. Porque Dios nos fortalece y consuela, en nuestros
momentos de debilidad Él viene a nuestro auxilio. Con Dios de nuestro lado,
nada nos puede faltar, nada malo puede estar encima de su poder; confía en
Dios, Él te salvará.
En la primera lectura: la profecía de Zacarías es para
consolar al pueblo de Israel, de la opresión, pues vendrá el Mesías y traerá la
paz, se acabarán los instrumentos que causan muerte y miedo; él vendrá con un
signo de paz: montado en un burro. Al levantar la esperanza de vida, cantaremos
el Salmo 144: “Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey”.
En la segunda lectura san Pablo dice a los romanos: que todos tenemos el mismo Espíritu de Cristo y estamos unidos en ese mismo Espíritu a Dios, por tanto así como este Espíritu resucito a Jesús así nos resucitará a nosotros porque nos alejamos de todo aquello que nos lleva al pecado y a la muerta pues nuestras debilidades de la carme; por lo mismo en nuestra conciencia está presente el diferenciar lo bueno de lo malo para alcanzar la vida eterna con la ayuda de Dios.
P. Chava, SVD |
En la lectura del
evangelio: Jesús da gracias a Dios por escoger a los humildes y sencillos para
hacerles ver su presencia; los invita a descansar en su paz de sus
sufrimientos; pues, así como Jesús ha padecido, y por amor lo ha soportado todo
así el que se acerca a Él, será consolado y fortalecido en el Señor. Del mismo
modo los puros de corazón verán la presencia de Dios en sus vidas, y mismo en
los mementos buenos como en los malos, en los momentos de cualquier crisis.
Ten siempre
presente: Dios nos consuela,
nos ayuda, y sana nuestras heridas; con Dios a nuestro lado nada temo, Él nos
salva de la muerte, de nuestros pecados, de nuestros enemigos, de las personas
que atentan contra nuestra vida, de las personas que buscan herirnos. Reza
conmigo: Señor en ti confió mi vida, te entrego todo. Quiero que se haga tu
voluntad en mí, has de mi lo que quieras, sea lo que sea lo acepto todo y te
doy las gracias por cuanto me das, y me libras de mis males; te amo por siempre
Señor.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de
las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en
Navarra, Diócesis de Pamplona, España.
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