Deuteronomio 18,15-20; Salmo 94; 1 Corintios 7,32-35; Marcos 1,21-28
Domingo, 28 de enero de 2018
P. Chava, SVD |
En el
libro del Deuteronomio se queda como norma que Dios nombrará a sus prefectas, hay que escuchar la voz de Dios en ellos, pero
para evitar el fraude de que el profeta que engañe al pueblo, mintiendo, es decir,
que diga falsa profecías que no son mandadas por Dios, tendrá como castigo la
muerte. Salmo 94 Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: “No
endurezcáis vuestro corazón”.
En la carta de San Pablo a los Corintios hace notar
la diferencia de los casados con los solteros, ambos están al servicio de Dios
pero, sin duda quien tendrá más tiempo y entusiasmo serán los que estén solteros
o solteras, porque no están atados a complacer a otras personas, sino, sólo a
Dios.
En el evangelio
Jesús va acompañado de sus discípulos a Cafarnaún, el sábado entró en la
sinagoga e hizo el milagro de liberar a un hombre de los demonios llevaba por
dentro; toda la gente se admira del poder de Jesús para expulsar demonios y
además porque Él hablaba con autoridad como nadie hasta ahora lo había hecho.
P. Chava, SVD |
Las
lecturas nos invitan a escuchar la palabra de Dios y ponerla en práctica; cada
cristiano tiene una misión en este mundo para poner la alegría del evangelio en
los corazones de los hombres que son liberados de las ataduras de sus vicios,
de sus pecados, de la maldad que provoca el mismo ser humano. Jesús viene y
habla con autoridad para liberarnos de nuestros males, confiemos en Él.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.