Isaías 61,1-2a.10-11; Salmo: Lucas 1; Tesalonicenses 5,16-24; Juan 1,6-8.19-28
Domingo, 17 de diciembre de 2017
P. Chava, SVD |
Estamos
en búsqueda de la luz del Mesías, va a nacer entre nosotros, colocará su tienda
en la tierra y hará de ella su morada para toda la vida. En este tiempo de
adviento estamos esperando la venida del Señor, no es fácil encontrarle con
tantas opciones que eclipsan la pronta navidad.
Isaías
proclama la palabra de Dios y afirma que: “el Espíritu del Señor esta sobre
él”, le ha enviado a su pueblo para proclamar el año de gracia del Señor y para
dar buenas noticias con palabras de libertad, gozo y bendición para un pueblo
que está saliendo de la cautividad. Salmo: “Me alegro con mi Dios”.
Pablo da
muchos consejos: estar alegres, hacer oración, dar gracias siempre, permanecer
en el Espíritu de Dios, discernir como prefectas, consagrarnos a Dios en
espíritu, alma y cuerpo; y por último hay que ser fieles a Jesús hasta el final
de los tiempos.
P. Chava, SVD |
Juan
bautizaba con agua en las orillas del río Jordán, solo eran bautizados los
arrepentidos de corazón; los jefes religiosos cuestionaban la autoridad de Juan
para hacer los bautizos, porque no era ni el Mesías, ni Elías y mucho menos
profeta para ellos. Pero él se justificó, al decir, que él es menor a quien
tiene que venir. Porque el Mesías os bautizará con fuego. Los cristianos
sabemos que habla de Jesús y del Espíritu Santo.
Mirar las
ciudades contemplar: sus luces, los centros comerciales, las calles adornadas, todo un mundo que nos seduce a
comprar desenfrenadamente, para festejar la navidad, en familia y con nuestros
seres queridos. Pero solo algunos han encontrado a Jesús en sus vidas, y estos
podrán afirmar que Jesús vive con ellos para siempre.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.
P. Chava, SVD |
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