P. Chava, SVD |
Sofonías 2,3;3,12-13; Salmo 145; 1 Corintios 1,26-31; Mateo 5,1-12a
bDomingo, 29 de enero de 2017
Los limpios de corazón verán a Dios, y los humildes
harán su voluntad. ¡Señor habla que tu siervo te escucha!, Señor dinos: ¿cuál es
el camino que tenemos que seguir?, ¿qué es lo que podemos hacer por ti?
El profeta Sofonías invita al pueblo de Israel para que sean
humildes de corazón y que practiquen la justicia y el derecho entre ellos.
Porque vendrán días de prueba y la ira del Señor se dejará ver, sólo los
humildes, los pobres en espíritu podrán pasar las calamidades y podrán dar
continuidad a la existencia del pueblo escogido. Por eso los santos dirán el Salmo
145 ”Dichosos los pobres en el
espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos”.
San Pablo desvela el misterio de Dios, afirma que Dios
se vale del débil para mostrar su fuerza; del necio para mostrar su sabiduría; del
pobre y del rechazado para mostrar su bondad y generosidad; pues la lógica del
mundo es sólo para gloriar a los más fuertes, sabios, ricos y poderosos, pero
para Dios las apariencias del poder y otras cosas no son lo más importantes.
Dios mira al ser humano por su parte interna y no por su apariencia.
P. Chava, SVD |
Bienaventurados los pobres en el espíritu; los mansos; los que lloran; los que tienen hambre y sed de la justicia; los misericordiosos; los limpios de corazón; los que trabajan por la paz; los perseguidos por causa de la justicia; bienaventurados vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. De esta forma Jesús pronuncia su discurso a la multitud, los instruye en la fe, les advierte de los riegos, pero al mismo tiempo los motiva a seguir, pues toda entrega y sacrificio tiene su recompensa: estar con Dios y ser de Dios instrumento de salvación y de generación de vida.
Estar unidos a Dios es necesidad prioritaria de todo
cristiano, nos unimos a Jesús y a la Iglesia en el bautismo; comulgamos con
Cristo en el eucaristía, en la misa, en la comunidad de la Iglesia y con toda
la comunidad cristiana a nivel mundial cada vez que hacemos la voluntad de Dios
con nuestras vidas y vivimos el amor que nos enseño Dios Uno y Trino, al
invitarnos al comprometernos con nuestro prójimo y con la humanidad para
ayudarla y salvarla del mal que puede generar el mismo hombre para lastimar a
ser humano.
P. Chava, SVD |
P. Chava,
SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de
Altagracia, Diócesis de Madrid, España.