Amos 8,4-7; Salmo 112; 1 Timoteo 2,1-8; Lucas 16,1-13
22 de septiembre de 2019
P. Chava, SVD |
Las lecturas nos animan a ser personas justas con Dios
y los demás a la hora de administrar nuestros bienes terrenales. Es una
invitación a ser solidarios y caritativos con todas las personas en especial
con las más pobres.
En la primera lectura, el profeta Amós, hace un llamamiento
a la conciencia del pueblo, para ser justos, de manera especial con los más
pobres. Pues en ocasiones hay personas, que solo velan por sus intereses
personales y económicos, recurriendo al fraude, al engaño y la explotación de
los más desfavorecidos, aprovechándose de su vulnerabilidad de pobreza,
ignoración o su situación infrahumana.
La segunda lectura es una exhortación a la oración por
la salvación de toda la humanidad. Pues Dios es misericordioso y quiere que
todos los hombres y mujeres se salven. Pide más oración de intersección para
las personas que ocupan cargos de responsabilidad religiosa o política, pues en
ellos descansa el rumbo del pueblo que están bajo su gobierno. La oración por los
líderes es para sus decisiones estén unidas a la voluntad de Dios, y al bien
común de las personas.
P. Chava, SVD |
Jesús nos dice en el Evangelio, que los hijos de la luz (los seguidores de
Jesús) tendrán que ser tan astutos como los que viven en el mundo. Porque el
Reino de Dios necesita de gente astuta, gente viva, que sea creativa, que se
mueva y arriesgue para ganarse los corazones de las personas desde los lazos de
la amistad y la afectividad, vínculos que se crean desde los recursos que cada
uno administra o posee. Pues es bueno tener amigos en esta vida y en la vida futura,
en la casa de Nuestro Padre, Dios. Más vale despabilar y ser astutos como Jesús
nos pide aquí y ahora.
Dios quiere ver a la humanidad libre de todo tipo de esclavitud. Por eso es
notorio que envié profetas para que nos recuerde que no podemos esclavizar,
engañar y maltratar a nuestros semejantes; digo esto, porque la historia nos
muestra como el ser humano llego a considerar a cierto tipo de personas inferiores,
debido a sus circunstancias, religiosas, culturales y sociales. Pero Dios Uno y
Tino, nos hizo libres y con derechos a vivir en plenitud, para esto es necesario
que el ser humano se humanice con los demás, sobre todo a la hora de ser justos
al compartir el conocimiento, los bienes materiales, y todo tipo de derechos
universales que les corresponde a las personas por el hecho de ser seres
humanos, he hijos del mismo Dios.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino,
Párroco in solidum en Villatuerta, Estella, España.
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