P. Chava, SVD |
Habacuc 1,2-3;2,2-4; Sal 94; Timoteo 1,6-8.13-14;
Domingo, 2 de octubre de 2016
Con Dios todo lo puedo en Él. ¡Qué nada nos turbe!, ¡qué
nada nos espante!, ¡sólo Dios basta! Quien confía en Dios no queda defraudado.
Confía en Él, y en su santa voluntad; en su divina providencia.
En la primera lectura el
profeta Habacuc consuela a los que sufren desgracias por medio de la fe en
Dios. Pues a pesar de los diversos problemas que tienen ellos serán consolados
y sostenidos por Dios. Sal 94 “Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: «No
endurezcáis vuestro corazón”.
P. Chava, SVD |
En la segunda lectura Pablo
motiva a Timoteo y a la comunidad cristiana en tomar conciencia del don de Dios
que han recibido de manos de Pablo, al imponerles las manos y transmitir el Espíritu
Santo sobre ellos. Que tengan valor para tomar la cruz y dar testimonio de
Jesús en medio del pueblo, que muestre un espíritu de energía,
amor y buen juicio; que vivan con fe y amor en Cristo Jesús; que guarden y
transmitan la fe depositada en ellos.
En el evangelio Jesús da dos enseñanzas a sus discípulos:
la primera hay que tener fe para poder conseguir todo cuanto queramos. La fe en Dios, es el mayor potencial para
realizar milagros y cosas extraordinarias como el hecho de decirle a un árbol que
se arranque y se arroje al mar. Imposible que suceda con solo palabras, pero
para Dios no hay imposibles. En segundo lugar hay que cumplir la voluntad de
Dios en todo momento y descubrir que todo lo que hemos hecho es gracias a Él,
porque Él es quien nos conduce, nos ilumina y nos guía en la vida, sólo hemos
hecho su voluntad. Por eso con humildad agradeceremos todo lo que Dios nos da y
todo lo que llegaremos hacer o ser, gracias a Él.
Sólo Dios basta para ser feliz, para realizarnos como
personas, para llegar a nuestra plenitud como seres humanos. Pues nuestra
felicidad está unida a Él. Con la ayuda de Dios todo se puede conseguir. Hay
que tener fe, para cumplir su voluntad y tener ojos de fe para descubrir su
acción salvadora en nuestras vidas.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.