viernes, 17 de febrero de 2017

Amar es signo de estar vivos, 7º del Tiempo Ordinario, Ciclo A

P. Chava, SVD
7º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Levítico 19,1-2.17-18; Salmo 102; 1 Corintios 3,16-23; Mateo 5,38-48
Domingo, 19 de febrero de 2017

Amar es signo de estar vivos, pues quien ama, con sus palabras, sus acciones, sus gestos: da vida y esperanza a quien ama. Por eso el creyente tiene que sentir el amor de Dios en sus vidas y al mismo tiempo está llamado a amar a toda la humanidad y la tierra en su totalidad.

Amarás a tu prójimo como a ti mismo dice el Señor, además pide que todos sean santos como el mismo Dios es Santo. Salmo 102: “El Señor es compasivo y misericordioso”.

P. Chava, SVD
San Pablo explica que todos los seres humanos además de tener la dignidad de ser personas; que todos somos templo del Espíritu Santo; que si queremos ser de Dios tenemos que ser necios ante el mundo porque sabiduría del mundo no es la misma de Dios, por eso al creyente le dirán que es necio, por tener fe, esperanza y caridad en su vida. El creyente se tiene que fiar de Dios, porque en la inmensa bondad todo lo que necesite vendrá de Él para poder vivir.

En el evangelio según san Mateo, Jesús enseña a sus discípulos a amar sin medidas, pues el amor no tiene límites, todo lo perdona, todo lo acepta, todo lo soporta, el amor de Dios todo lo puede. Por eso el cristiano tiene que amar hasta el amor imposible, llegar a amar a sus propios enemigos o los que nos hacen el mal a que sea en chismes, golpes, robos, etc. Pues el mal en el mundo solo se le vence con la medicina del amor. Y el mejor ejemplo es Dios que hace salir el sol y da la lluvia a los bueno y a los malos o él Jesús que estando en la cruz pidió perdón para sus asesinos porque no saben lo que hacen.

En las lecturas descubrimos la importancia de amar a nuestro prójimo como nosotros mismo, de amar sin límites, pues eso da garantía de vida eterna y de amor eterno, por eso el cristiano tiene que mostrar esos signos de amor al: garantizar la vida del ser humano; de ayudar a todo el necesitado que pueda; de no excluir a nadie, sino al contrario respetar y aceptar a todo el ser humano; de ser tolerante con uno mismo para ser tolerante con los demás; de perdonar incluso a los que nos han hecho mucho daño.


P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de  Madrid, España.

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