jueves, 26 de noviembre de 2015

¡Cada día que pasa, te extraño más!, 1º Adviento, Ciclo C

1º Adviento, Ciclo C
Jeremías 33,14-16; Salmo 24; Tesalonicenses 3,12–4,2; Lucas 21,25-28.34-36
Domingo, 29 de noviembre de 2015

P. Chava, SVD

Con seguridad hemos dicho esto muchas veces: ¡Cada día que pasa, te extraño más!; los sentimientos de los seres humanos, los localizamos simbólicamente en el corazón, y deseamos mostrar lo que sentimos a cada segundo de nuestras vidas. Por eso sentimos la ausencia de un ser querido, que en ocasiones provoca mucho dolor, por eso deseamos que venga de nuevo a nuestras vidas, la persona que nos falta; Cuando encuentras a alguien tan especial decides forma una alianza ya sea en amistad, noviazgo, matrimonio, promesa, juramento o simplemente fidelidad.

Las lecturas nos hablan de la ansiosa espera del Mesías, es decir, de Jesús; Una vez encarnado Jesús, hablo a sus discípulos sobre su segunda venida. A continuación veremos los temas centrales de cada lectura:

P. Chava, SVD
Jeremías profetisa sobre el vástago de la descendencia del Rey David, trayendo esperanza de continuidad y futuro para el pueblo de Israel que estaba siendo oprimido, por eso el creyente llamará a Dios como “el  Señor-nuestra-Justicia”. En consecuencia el fiel cantará el Salmo 24 “A ti, Señor, levanto mi alma”; en la Carta a los Tesalonicenses, nos narra San Pablo sobre la segunda venida de Jesús donde nos tenemos que presentar: “Santos e irreprensibles ante Dios”, conservando en vida las palabras de salvación de Jesús y viviendo ejemplarmente nuestro ser como cristianos, para ser dignos ante Dios; En el evangelio, Jesús anuncia su segunda venida con grandes signos en la creación, en los astros y en las aguas del mar, porque Jesús vendrá con gloria y poder; vendrá con fenómenos inexplicables como venir sobre una nube, pero el mayor signo: es “la consolación” pues el miedo terminará, los hombres serán liberados y alzaran sus cabezas con gran alegría Dios, porque el Señor estará con ellos.

En el mundo cada vez las desgracias son mayores, nos asombra saber que existen tantas guerras, tantas muertes, tanta maldad generada por el ser humano, que pareciera que es mejor ignorar la realidad o permanecer inmóvil con una gran indiferencia, como el mecanismo de defensa del avestruz: que esconde su cabeza en el suelo para evadir la realidad; Sin embargo, el ser humano “es un ser en relación”, vive para sí mismo y para los demás, porque somos de la creación Dios, la creatura más dependiente de su propia especie, es muy débil y necesita de los demás para poder sobrevivir, pero esa dependencia crea la necesidad de agruparse y organizarse, por eso los seres humanos nos unimos cada vez más y en consecuencia nos hacemos más fuertes.

En conclusión las lecturas nos hablan de esperanza de futuro, de libertad, de seguridad, de vida, a partir de la llegada de Dios en nuestras vidas. Ahora que iniciamos el adviento comenzamos la espera del nacimiento de Jesús, nuevamente en nuestras vidas, recordamos su encarnación y estamos expectantes en su llegada, por eso deseamos que llegue pronto, como dice el evangelio: “verán al Hijo del Hombre venir”, es decir, a Jesús.
P. Chava, SVD




P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.
 

viernes, 20 de noviembre de 2015

¡¡¡Viva el rey!!!, 34º Tiempo Ordinario

P. Chava, SVD
34º  Tiempo Ordinario
Daniel 7,13-14; Sal 92,1ab.1c-2.5; Apocalipsis 1,5-8; Juan 18,33b-37
22 Noviembre de 2015
 
¡¡¡Viva el rey!!! Desde que el mundo es mundo, el hombre ha buscado la forma de organizarse, por ejemplo muchas personas y culturas buscan un política para el bien común de sus miembros; no obstante otras personas buscan su propia comodidad; para otros lo esencial es la búsqueda  del poder para gobernar  sobre los demás y con esto llegar ser servido por los más débiles; sin embargo las lecturas de hoy nos señalan a Jesús como Rey y como el Mesías esperado siglos antes de su nacimiento, y nos habla que su reino es: el Reino de Dios; fuera de este mundo, pero con gran poder y trascendencia que dura una eternidad; además gobierna cuanto es creado por Dios. Jesús como rey no vino al mundo para que le sirvamos, sino vino a servir, y con esto nos puso el ejemplo de cómo debemos gobernar nuestras vidas y establecer un orden a nivel individual como comunitario.

En el libro Daniel, el profeta es testigo visual de la envestidura del el nuevo rey que es el Hijo del Hombre como el Mesías esperado hacia mucho tiempo por la situación de guerra que esta pasando el pueblo de Israel, (el Hijo de Hombre es un titulo mesiánico que usará Jesús para presentarse), con un poder sobre todas las naciones en la tierra, y su reinado no tendrá fin, será eterno, es el anhelo profundo de la presencia real de Dios en medio de su pueblo, para que Él reine con justicia y amor. Por eso los fieles cantarán:    Salmo 92 “El Señor reina, vestido de majestad”.

En el libro de Apocalipsis, es reconocido Jesús como el príncipe de todos los reinos, y con su entrega de amor, al donar su vida adquirió el poder y la gloria por todos los siglos y su reino no tendrá fin.

P. Chava, SVD
 
En el evangelio de Juan, El Prefecto Poncio Pilatos interrogo a Jesús sobre su condición como prisionero que va a morir, y dentro del interrogatorio le hace le preguntas en un tono irónico, entre ellas: ¿si Él es rey de los judíos? es sorpréndete la respuesta afirmativa de Jesús, que dice: que "sí", que Él  es rey pero que su reino no es de este mundo; además su reino está basado en la verdad, y todo quien es de la verdad escucha su voz;  Esta verdad significa la comprensión del misterio divino que envuelve la vida de Jesús; pues Jesús es el logos, la palabra hecha carne; es el Hijo de Dios; es el Mesías que esperaba el pueblo Israel; es el Hijo de hombre.

 Jesús siendo Dios y rey se anonadó para salvarnos, toma la condición de esclavo y asumió la encarnación como una expresión de amor a Dios y a la humanidad; su entrega al servicio del pueblo de Dios y la predicación del Reino de Dios a sus discípulos, puso las bases para poder instaurar el Reino de Dios en cada comunidad cristiana; con la esperanza de que todos seamos uno en Él lleguemos a la casa del Padre; pasando por este mundo como testigos de la buena noticia y del inicio del Reino de Dios en la tierra; Dios gobernará con amor, justicia, paz, perdón y sabiduría.


P. Chava, SVD

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

viernes, 13 de noviembre de 2015

Dios es nuestro refugio, 33º Tiempo Ordinario, Ciclo B

P. Chava, SVD
33º Tiempo Ordinario, Ciclo B
Daniel 12,1-3; Salmo 15; Hebreos 10,11-14.18; Marcos 13,24-32
15 de noviembre de 2015

Dios es nuestro refugio, por la paternidad que nos brinda con su amor de creador, por eso tiene autoridad sobre todo lo creado; Dios no abandona a su creación, por eso el débil y el fuerte puede refugiarse en Dios, pues el Señor lo defenderá de las situaciones de muerte, lo acompañará a lo largo de su vida y en lo posible hará del ser humano: “lo mejor que él puede llegar a ser unido a Dios”. Pero además de todo Dios es: “el núcleo de unidad de su pueblo”, que se une en su nombre, por eso hay que caminar en comunidad unidos a Dios.

En el libro de Daniel, encontramos la protección de Dios manifestada en el arcángel Miguel, que cuidará del pueblo de Dios, lo consolará y sostendrá. En tiempos difíciles de desunión y muerte, el Señor se hace presente en medio de su pueblo. Por eso los creyentes pueden cantar el Salmo 15 “Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti”.


P. Chava, SVD
En la Carta a los Hebreos, descubrimos el sentido del sacrificio de Cristo con su muerte en la cruz, pues con su sacrificio, nos purificó de nuestros pecados, los sacerdotes de aquella época no podían borrar los pecados, sin embargo Cristo con su sacrificio lo consiguió, una vez y para siempre. El sacerdocio real de Jesús es lo que nos justifica y nos salva de nuestra propia autodestrucción, pues con su vida rescató nuestras vidas.


El evangelista usa el género apocalíptico para señalizar la parusía del Señor, la segunda venida del Hijo de Dios, veremos signos que acompañan su llegada, nos afirma que se cumplirá sus palabras y que el Hijo del Hombre (nombre Mesiánico del libro de Daniel), llegará con sus ángeles para impartir su justicia, llamando a los fieles de Dios en Cristo.

Las lecturas nos narran acontecimientos de esperanzas en Dios, quién confía en Él no quedará defraudado, por eso insisten las lecturas en permanecer fieles a Dios, pues Él impartirá su justicia, llamando a su pueblo a la unidad, reconociendo a cada integrante de su pueblo que permaneció fiel al Señor. Por eso nosotros debemos permanecer en el Señor, pues Él nos ama y nos guarda de la muerte y del peligro, confiemos en Dios que Él vendrá a ayudarnos y a salvarnos de nuestra propia autodestrucción.


P. Chava, SVD

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.




lunes, 2 de noviembre de 2015

¿Confías en Dios?, 32º Tiempo Ordinario, Ciclo B

P. Chava, SVD
32º Tiempo Ordinario, Ciclo B
Reyes 17,10-16; Salmo 145; Hebreos 9,24-28; Marcos 12,38-44
8 de noviembre de 2015

¿Confías en Dios?, hace mucho tiempo aprendimos a confiar en nuestros padres, amigos, familiares y en más personas. En nuestra historia aprendimos a confiar muchas instituciones, pero en quien se puede confiar de principio a fin de nuestras vida es Dios, pues de Dios venimos a Dios iremos, nos conoce de principio a fin, por lo mismo podemos confiar en su voluntad y en su providencia divina.

En la primera lectura Elías el profeta se siente desfallecer de hambre y le pide ayuda a quien menos le podía ayudar, a una viuda que vivía con su hijo y que ella ya planeaba morir de hambre junto con su hijo, pues en aquella región había una hambruna por falta de la lluvia. Elías insiste en que la viuda sea generosa y dé hasta lo que no tiene, pero sobre todo que confié en la providencia de Dios, que el hambre no les matará. Salmo 145 “Alaba, alma mía, al Señor”.


P. Chava, SVD
En la carta a los Hebreos, la comunidad cristiana reflexiona y descubre el gran sacrificio de Jesús para salvar a la humanidad del pecado que la corrompía y la destruía, Jesús se iguala a los sacerdotes de la época y los supera, pues solo hace un sacrifico para la especiación de los pecados de los hombres y mujeres. Sacrificio que es superior a todos los sacrificios ofrecidos por los sacerdotes de su tiempo. Pues Jesús ofreció su propia vida en sacrificio a Dios para salvación de la humanidad.

En el evangelio Jesús educa a sus discípulos poniendo dos tipos de personas que con sus actitudes definen como son con los demás: por una parte crítica a los fariseos por su arrogancia e hipocresía, y por otro enaltece la acción de desprendimiento y entrega de una viuda. Manifestando así el Señor que el cristiano tiene que aprender a no ser mezquino con su entrega y no ser altanero como los fariseos.

El hombre y la mujer es un ser con sus circunstancias, esto determina: su pensamiento, cultura, idioma, religión y muchas de sus conductas, pero al mismo tiempo en la medida en que el ser humano aprende a convivir y a ser un ser con los otros aprende a confiar, a ser más libre y a determina su destino. Le sumamos que mismo con todo o sin nada, el hombre tiene adherido a su ser: su parte religiosa y trascendental, es decir, cuando el ser humano une su voluntad con la de Dios, aprende a confiar en la voluntad de Dios, aprender a convertir su vida en trascendencia, pues Dios obra grandes obras en él.
 
P. Chava, SVD

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.