Domingo, 29 de noviembre de 2015
P. Chava, SVD |
Con seguridad hemos dicho esto muchas veces: ¡Cada día que pasa, te extraño más!; los sentimientos de los seres humanos, los localizamos simbólicamente en el corazón, y deseamos mostrar lo que sentimos a cada segundo de nuestras vidas. Por eso sentimos la ausencia de un ser querido, que en ocasiones provoca mucho dolor, por eso deseamos que venga de nuevo a nuestras vidas, la persona que nos falta; Cuando encuentras a alguien tan especial decides forma una alianza ya sea en amistad, noviazgo, matrimonio, promesa, juramento o simplemente fidelidad.
Las
lecturas nos hablan de la ansiosa espera del Mesías, es decir, de Jesús; Una
vez encarnado Jesús, hablo a sus discípulos sobre su segunda venida. A
continuación veremos los temas centrales de cada lectura:
P. Chava, SVD |
Jeremías
profetisa sobre el vástago de la descendencia del Rey David, trayendo esperanza
de continuidad y futuro para el pueblo de Israel que estaba siendo oprimido,
por eso el creyente llamará a Dios como “el
Señor-nuestra-Justicia”. En consecuencia el fiel
cantará el Salmo 24 “A ti, Señor, levanto
mi alma”; en la Carta a los Tesalonicenses, nos narra San Pablo sobre
la segunda venida de Jesús donde nos tenemos que presentar: “Santos e
irreprensibles ante Dios”, conservando en vida las palabras de salvación de
Jesús y viviendo ejemplarmente nuestro ser como cristianos, para ser dignos
ante Dios; En el evangelio, Jesús
anuncia su segunda venida con grandes signos en la creación, en los astros y en
las aguas del mar, porque Jesús vendrá con gloria y poder; vendrá con fenómenos
inexplicables como venir sobre una nube, pero el mayor signo: es “la
consolación” pues el miedo terminará, los hombres serán liberados y alzaran sus
cabezas con gran alegría Dios, porque el Señor estará con ellos.
En el mundo cada vez las
desgracias son mayores, nos asombra saber que existen tantas guerras, tantas
muertes, tanta maldad generada por el ser humano, que pareciera que es mejor ignorar
la realidad o permanecer inmóvil con una gran indiferencia, como el mecanismo
de defensa del avestruz: que esconde su cabeza en el suelo para evadir la
realidad; Sin embargo, el ser humano “es un ser en relación”, vive para sí mismo
y para los demás, porque somos de la creación Dios, la creatura más dependiente
de su propia especie, es muy débil y necesita de los demás para poder
sobrevivir, pero esa dependencia crea la necesidad de agruparse y organizarse, por
eso los seres humanos nos unimos cada vez más y en consecuencia nos hacemos más
fuertes.
En conclusión las lecturas
nos hablan de esperanza de futuro, de libertad, de seguridad, de vida, a partir
de la llegada de Dios en nuestras vidas. Ahora que iniciamos el adviento
comenzamos la espera del nacimiento de Jesús, nuevamente en nuestras vidas,
recordamos su encarnación y estamos expectantes en su llegada, por eso deseamos
que llegue pronto, como dice el evangelio: “verán al
Hijo del Hombre venir”, es decir, a Jesús.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino,
Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis
de Getafe), Madrid, España.