P. Chava, SVD |
Isaías 62,1-5; Sal 95,1-2a.2b-3.7-8a.9-10a.c; 1 Corintios 12,4-11; Juan 2,1-11
Domingo, 17 de enero de 2016
El amor lo puede todo, en el enlace matrimonial se
unen dos vidas, dos familias, dos historias para crear una nueva. En el devenir
de la vida, nos encontraremos las mieles y hieles de la vida, con sus
altibajos, pero lo mejor es descubrir que no estamos solos y en nuestro
círculos de confianza descubriremos muchas personas que sin dudar harán lo
mejor para que seamos felices y vivamos en lo posible en la sintonía del amor.
Isaías consuela
al pueblo que encuentra su ciudad desbastada por el asedio de Babilonia y su
colonización en Jerusalén con palabras de fe y esperanza, que el Señor les
ayudara a reconstruir su ciudad y ella brillara ante las naciones por su majestuosa.
Usando la metáfora de un vínculo matrimonial Dios se compromete con su pueblo
para restaurar los daños. Por eso el pueblo cantara el Salmo 95 “Contad las maravillas del Señor a todas las
naciones”.
En la carta a los Corintios insiste en la unidad como
pueblo y como comunidad, a pesar de la gran diversidad de dones, ministerios y funciones,
porque todos están bajo el mismo Espíritu y el mismo Dios, que nos mantiene
unidos, y que Él reparte esos dones, ministerios y funciones, según su
conveniencia.
En el Evangelio de según san Lucas, María y Jesús
salvan la fiesta de unos novios en Caná, el milagro de Jesús es hecho por
iniciativa e intercesión de María, diciendo a los sirvientes: “hagan lo que él
les diga”, a pesar de que Jesús argumenta que no ha llegado su hora para
revelar quién es, termina obedeciendo a su Madre. El mayordomo como los
invitados están contentos con el novio porque han dejado el mejor vino para
ellos. Jesús hace nueva todas las cosas, mismo sin que se den cuenta, lo mismo
hace Jesús en nuestras vidas.
Pareciera mentira, pero hay muchas personas que
provocan desgracias en otras personas: porque con alevosía y ventaja: les
roban, les mienten, les traicionan su confianza, las golpean, las excluyen, las
esclavizan, les hacen bullying, etc.; Porque muchas veces lo hacen movidas por
el dinero, la venganza, el odio, el racimos, la soberbia, etc.; Por eso muchas
personas gustan de hacer el mal y de alegrarse de las desgracias de otras
personas.
P. Chava, SVD |
El cristiano consciente de su identidad, no puede
vivir en el mundo permitiendo que el mal siga sin más, sin hacer nada; por eso
el cristiano toma consciencia de sí mismo, y hace algo para cambiar sus circunstancias:
por tanto cambia su presente para tener un futuro mejor. María asume su papel
de madre y pide a Jesús que intervenga, Jesús como buen hijo hace el milagro
para complacer a su madre y alegrar la fiesta de los novios.
El milagro que se produce en Caná, fue que se unieron
todos para que los novios sean felices desde el inicio de su matrimonio; ¿Cuántos
matrimonios estarían aun unidos si nosotros hubiéramos hecho algo por ellos? ¿Cuántas
familias aun podemos salvar? ¡¡¡Porque el amor lo puede todo!!!
P. Chava, SVD |
P. Chava,
SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba,
Alcorcón, (Diócesis de
Getafe), Madrid, España.
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