4º de Cuaresma – Ciclo A
Samuel 16,1b.6-7.10-13ª; Salmo 22; Efesios 5,8-14; Juan 9,1.6-9.13-17.34-38
19 de marzo de 2023
P. Chava, SVD |
En el libro de Samuel, encontramos el relato de la
misión del Señor que pone hacia el profeta Samuel para ungir al nuevo Rey de
Israel, vemos que Dios no se deja llevar por las apariencias y escoge a un niño
que es el hijo menor de su familia y que además es un pastor; como tal es un
niño inocente; es un humilde pastor; sencillo e ignorante del papel que puede
desempeñar un rey; sin embargo el pueblo de Israel quiere un rey parecido a sus
vecinos. Samuel unge al nuevo rey del pueblo de Israel, pero lo hace, cuando
aún tienen un rey en vida: a “Saúl” esto traerá un conflicto entre los dos.
P. Chava, sVD |
En la carta a los Efesios, es importante e
imprescindible comprender el sentido simbólico del mensaje: que los seres
humanos se conviertan en luces, que proviene de la luz de Cristo, pues el Señor
es luz del mundo, nosotros al ser bautizados nos unimos a él, y cuando vivimos
la fe y la ponemos en práctica creamos luz y esa luz se comprueba cuando
nuestras acciones tienen como resultado la bondad, justicia y verdad. Nos
invita a denunciar el pecado las tinieblas para que todo lo que está mal pueda
cambiar, se convierta en luz, pues Jesús nos purificará, nos invita a
levantarnos del sueño, de la muerte para comenzar a vivir en plenitud. Para que
vivamos y transmitamos la luz de Cristo.
En el evangelio según san Juan encontramos la
narración de la curación del hombre siego de nacimiento, él puede ver, pero
gracias Jesús; Nuestro Señor Jesús usa esta metáfora de la vista para hacerse
notar como luz del mundo; Jesús sana al siego usando su propia saliva, para
hacer barro, se lo unta con sus manos en los ojos y luego le pide que vaya a la
piscina de Siloé. Jesús es la luz del mundo, que viene a iluminarnos y
trasmitir esa luz en el mundo. El ciego es curado para la gloria de Dios. Esta
misma persona reconoce en Jesús como un prefecta y como el Hijo del hombre (título
mesiánico del libro de Daniel).
P. Chava, SVD |
No tengas miedo. Dios está contigo. Jesús te sana y te
ilumina con su luz. Confía en Dios. Oremos juntos: Señor, ven a mi vida. Señor
sácame de la oscuridad, ilumina mi rosto con tu mirada, dame el valor de dejar
atrás al pecado, las tinieblas, la oscuridad, todo aquello que me lleva a la
muerte, y rescátame para convertirme en seguidor tuyo y poder encender mi ser
con tu luz y así dar luz en este mundo como tú, (lo haces mi Señor), en
nuestras vidas.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés,
Madrid, España.
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