27º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
Génesis 2,18-24; Salmo 127; Hebreos 2,9-11; Marcos
10,2-16
3 de octubre de 2021
P. Chava, SVD |
El matrimonio, es
legítimo y valido para la Iglesia, cuando el hombre y la mujer deciden unir sus
vidas, de forma voluntaria, con total libertad, consientes de los compromisos que
van cumplir en el matrimonio cristiano: amarse y respetarse para toda la vida; ser
fieles entre ellos; mismo en la pobreza como en la riqueza; en la salud como en
la enfermedad; aceptar los hijos que Dios les dé y educarlos con amor y con la
fe, en Dios. El sacramento del matrimonio es para toda la vida.
En el libro de Génesis,
reflexionamos el relato de la creación: como Dios hizo todo canto existe;
también el Señor culmina su creación con la creación del hombre y la mujer, a
imagen suya, en dicho relato Adán y Evan se unirán para formar una familia y
tras ella poblar el mundo con seres humanos que irán reproduciéndose hasta
ahora.
En la carta a los
Hebreos, reflexionamos que Jesús asumiendo su condición humana, experimento la
muerte. Jesús también siendo el Señor de condición divina, se hizo mortal, y su
muerte cobro sentido cuando murió para la salvación de la humanidad. Por eso
Dios Padre lo enalteció sobre todo el género humano y divino, considerado así
como el Rey de reyes, y con su encarnación nos unió a
Él, a tal grada que le podemos considerar a Jesús como nuestro hermano.
P. Chava, SVD |
En el evangelio
Jesús rechaza la justificación de los fariseos para repudiar a la mujer por la
ley de Moisés, y les recuerda el pasaje del Génisis: “lo que Dios ha unido que
no lo separé el hombre”. Pues quien se separa de su esposa, la orilla a pecar, porque
rompe con la fidelidad del matrimonio, llegando así a cometer adulterio; el hombre se vuelve
cómplice del pecado. Por otra parte, Jesús nos enseña a cuidar de los niños y
volvernos como niños, para entrar en el Reino de Dios.
El matrimonio
cristiano es la Iglesia doméstica, es la célula de la sociedad, y este se logra
por el amor entre el hombre y la mujer para hacer un proyecto de vida en
comunión con Dios y su Iglesia; de familia cristiana busca su autorrealización
en familia unida por el amor de los conyugues y la bendición de Dios, por eso “lo
que Dios ha unido que no lo separé el hombre”. Hoy día hay una crisis de
valores y de conceptos de perpetuidad, como es la fidelidad, el amor eterno, el
respeto entre los miembros de la familia. Dios es amor, y pide que
todos sus hijos e hijas se amen los unos a los otros, por lo mismo el
matrimonio es una buena expresión de dicho amor entre seres humanos.P. Chava, SVD
No hay comentarios:
Publicar un comentario