Isaías 55, 6-9; Salmo 144; Filipenses 1,20c-24.27a; Mateo 20,1-16
Domingo, 24 de septiembre de 2017
P. Chava, SVD |
Trabajar para el Reino de los Cielos, es don y tarea, pues Dios llama a su pueblo para construir su Reino, para esto es necesario el conocimiento del plan de Dios y una vez conocido asumirlo como plan de vida.
En la primera lectura es Isaías insistirá al pueblo que regresa a la tierra
prometida que no se alejen de Dios sino al contrario que lo encuentren, que
cambie sus caminos en el especial el malvado. Por eso el creyente debe recitar
el Salmo 144 “Cerca está el Señor de los que lo invocan”.
En la segunda lectura san Pablo tiene en un dilema existencial, no sabe si
desear la muerte para estar con Jesús o aun vivir para trabajar y dar frutos en
la comunidad. Por eso Pablo insistirá el modo de vivir tendrá que ser conforme
al evangelio.
En el evangelio de Mateo nos explica Jesús que el Reino de los Cielos se parece
al propietario que contrata jornaleros para que trabajen en su viña. Todos al
final de la jornada recibirán el mismo salario un denario por jornal y no por
el tiempo ni por su esfuerzo o fatiga. Dios quiere ser justo con todo mundo
todos merecen la misma recompensa de Dios: su amor y la vida eterna.
Tomar decisiones en la vida para ser dueños de nosotros mismo es prioritario para nuestra existencia, quien decide ser bueno y hacer bueno todo hará se salvará por sus obras, pero si además de optar por el bien, su bondad se basa en Dios y a ejemplo de Él, obra el bien, tendrá vida en Dios.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis
de Madrid, España.
P. Chava, SVD |
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