P. Chava, SVD |
Macabeos
7,1-2.9-14; Salmo 16; 2 Tesalonicenses 2,16–3,5; Lucas 20,27-38
6 de noviembre de 2016
6 de noviembre de 2016
En el libro de Macabeos vemos las purga que hace el
gobierno con los que no comulgan son su religión y con su forma de gobernar. Es
el caso de una familia judía que muere fiel a la ley de Dios: “en no adorar a
dioses extranjeros y en no comer alimentos impuros”. Les arrebataron la vida
con previas torturas y mutilación de sus cuerpos, pero estos creyentes tenían
su fe y su esperanza en Dios, porque sabían que resucitaran para la vida
eterna, mientras sus verdugos no gozarán de esa gloria. Por eso los creyentes
se regocijaran con el Señor con el Salmo 16: “Al
despertar me saciaré de tu semblante, Señor”.
P. Chava, SVD |
En la segunda lectura san Pablo anima a la comunidad
cristiana de Tesalonica a ser fiel a su proyecto
salvífico de Dios mediante la fe recibida.
Que sean capaces de resistir al mal y a los malvados que quieren
desviarlos del proyecto de Dios ofreciéndoles placeres y bienes del mundo. Estas exhortaciones los animan a ser
seguidores del Señor en comunidad.
En el evangelio encontramos los problemas culturales
y religiosos de aquella época y muy semejante a la nuestra. Se pone en duda la
vida eterna y al mismo tiempo el sacramento del matrimonio; los saduceos ponen
el ejemplo de la ley del levirato que se cumple con los siete hermanos y la
mujer que contrae matrimonio con ellos: ¿de quién será la esposa que se caso
con los 7 hermanos en la vida eterna? Jesús enfatiza que si hay vida después de
la muerte y que en la casa del Padre el matrimonio ya no será necesario guardar
el vinculo del sacramento, pues habrá otras necesidades y otras tareas.
Las lecturas nos hablan de tradición y del depósito
de la fe; la fidelidad a alianza con Dios condiciona el comportamiento del ser
humano, le da carácter para ser fiel, para negar el mal y para permanecer con
Dios en las buenas y en las malas. La promesa de fidelidad es mutua, y esta
fidelidad garantiza la permanencia con Dios en esta vida y en la futura, más allá
de la muerte y de la vida temporal de esta tierra.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.
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