jueves, 24 de diciembre de 2015

Alégrate llena de gracia, 4º Adviento, Ciclo C

P. Chava, SVD
4º Adviento, Ciclo C
Miqueas 5,1-4; Salmo 79; Hebreos 10,5-10; Lucas 1,39-45
20 de Diciembre de 2015 

Alégrate llena de gracia, la presencia de Dios en nuestra historia comienza con acciones sencillas de cariño y amor, cuando nos encontramos. El amor como la electricidad se transmite cuando hay un buen conductor.

Miqueas es el profeta que predice el plan de Dios, que su decencia surgirá en un pueblo unido al Rey David: “en Belén”, nacerá el nuevo pastor que guiará al pueblo Dios para su destino, crear la gloria de Dios. Por eso el pueblo reza el salmo 79 “Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve”.

En la carta a los Hebreos, nos explica de manera extraordinaria que Jesús hizo la voluntad del Padre; Jesús se ofrece así mismo como víctima para el sacrificio, y con su muerte espía los pecados de la humanidad, su muerte suprime a todo sacrificio, por eso nos salvamos en Cristo: porque su nacimiento y su muerte cambiará nuestras vidas para siempre.

P. Chava,SVD
En el evangelio, dos mujeres se saludan y se abrazan con el cariño que las unen; son primas y ambas están embarazadas; ambas tienen una gran misión de Dios, proteger y educar a los hijos que Dios destino para convertir y salvar a la humanidad.

El valor de la vida ha venido a la baja, cuando no se valora la vida del ser humano, pues muchas ocasiones tienen más valor el dinero u otros intereses que la vida misma del ser humano. Por eso no debemos olvidar: que si ¡existimos!, es porque nuestros padres o simplemente alguien confió en nosotros, en que somos más valiosos que el mismo dinero, que no importando cuanta incertidumbre nos pueda traer el futuro; siempre es bueno creer en Dios que todo va a salir bien, confiemos pues en su voluntad y en su generosidad para sacar adelante a tantas vidas que se conciben a diario, dando nuestro apoyo a tantas mujeres y nuevos esposos; a tantos jóvenes que quieren ser mayores y optan en ser padres.

María (embarazada) se puso en camino y fue ayudar a su prima Isabel (que está embarazada) para acompañarla en este tiempo tan especial, ambas darán a luz a un hijo, ambas tienen la dicha de ser portadoras de vida, bendigamos a Dios por el don inestimable de la vida, que el Señor bendiga y proteja a tantas madres en el mundo y que tienen esta gran alegría, que pronto serán madres. También remos por tantos niños que serán la alegría de sus familias. Como lo hizo Isabel: Bendita Virgen María (Lucas 1, 42-45), madre de nuestro Señor Jesucristo. ¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Dichosa tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá. 
P. Chava,SVD
 


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España. 

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