viernes, 30 de noviembre de 2018

Espera del Mesías, 1º de Adviento, Ciclo C

1º de Adviento, Ciclo C
Jeremías 33,14-16; Salmo 24; Tesalonicenses 3,12–4,2; Lucas 21,25-28.34-36
2 de diciembre de 2018
P. Chava, SVD
Con seguridad hemos dicho esto muchas veces: ¡Cada día que pasa, te extraño más!; los sentimientos de los seres humanos, los localizamos simbólicamente en el corazón, y deseamos mostrar lo que sentimos a cada segundo de nuestras vidas. Por eso sentimos la ausencia de un ser querido, que en ocasiones provoca mucho dolor, por eso deseamos que venga de nuevo a nuestras vidas, la persona que nos falta; Cuando encuentras a alguien tan especial decides forma una alianza ya sea en amistad, noviazgo, matrimonio, promesa, juramento o simplemente fidelidad.

P. Chava, SVD
Las lecturas nos hablan de la ansiosa espera del Mesías, es decir, de Jesús; Una vez encarnado Jesús, hablo a sus discípulos sobre su segunda venida. A continuación veremos los temas centrales de cada lectura:
Jeremías profetisa sobre el vástago de la descendencia del Rey David, trayendo esperanza de continuidad y futuro para el pueblo de Israel que estaba siendo oprimido, por eso el creyente llamará a Dios como “el  Señor-nuestra-Justicia”. En consecuencia el fiel cantará el Salmo 24 “A ti, Señor, levanto mi alma”; en la Carta a los Tesalonicenses, nos narra San Pablo sobre la segunda venida de Jesús donde nos tenemos que presentar: “Santos e irreprensibles ante Dios”, conservando en vida las palabras de salvación de Jesús y viviendo ejemplarmente nuestro ser como cristianos, para ser dignos ante Dios; En el evangelio, Jesús anuncia su segunda venida con grandes signos en la creación, en los astros y en las aguas del mar, porque Jesús vendrá con gloria y poder; vendrá con fenómenos inexplicables como venir sobre una nube, pero el mayor signo: es “la consolación” pues el miedo terminará, los hombres serán liberados y alzaran sus cabezas con gran alegría Dios, porque el Señor estará con ellos.

En el mundo cada vez las desgracias son mayores, nos asombra saber que existen tantas guerras, tantas muertes, tanta maldad generada por el ser humano, que pareciera que es mejor ignorar la realidad o permanecer inmóvil con una gran indiferencia, como el mecanismo de defensa del avestruz: que esconde su cabeza en el suelo para evadir la realidad; Sin embargo, el ser humano “es un ser en relación”, vive para sí mismo y para los demás, porque somos de la creación Dios, la creatura más dependiente de su propia especie, es muy débil y necesita de los demás para poder sobrevivir, pero esa dependencia crea la necesidad de agruparse y organizarse, por eso los seres humanos nos unimos cada vez más y en consecuencia nos hacemos más fuertes. 
P. Chava, SVD

En conclusión las lecturas nos hablan de esperanza de futuro, de libertad, de seguridad, de vida, a partir de la llegada de Dios en nuestras vidas. Ahora que iniciamos el adviento comenzamos la espera del nacimiento de Jesús, nuevamente en nuestras vidas, recordamos su encarnación y estamos expectantes en su llegada, por eso deseamos que llegue pronto, como dice el evangelio: “verán al Hijo del Hombre venir”, es decir, a Jesús.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.

 


domingo, 25 de noviembre de 2018

¡Viva Cristo Rey!, 34º del Tiempo Ordinario. Jesucristo, Rey del Universo, Ciclo B

34º del Tiempo Ordinario. Jesucristo, Rey del Universo, Ciclo B
Daniel 7,13-14; Salmo 92; Apocalipsis 1,5-8; Juan 18,33b-37
25 de noviembre de 2018
 
P. Chava, SVD

Jesús nos invita a confiar en Dios, es más a desear que el Señor nos gobierne, por eso en la oración del Padre nuestro decimos: “venga a nosotros tu Reino”. Por eso en las enseñanzas bíblicas se afirma que al final de los tiempos, comenzará un nuevo gobierno y una nueva forma de vivir, porque Jesús vendrá con toda la autoridad para gobernar el mundo.

En el libro de Daniel, aparece un título que usará Jesús en su predicación es el “hijo de hombre”, el simbolismo es muy fuerte. El Señor al usar ese nombre como propio, nos anuncia la llegada eminente del Reino de Dios, y que este Reino “está ya pero todavía no está del todo completo”. Recemos juntos el salmo 92: “El Señor reina, vestido de majestad”.

En Apocalipsis Jesús es ensalzado con títulos de grandeza: el príncipe de los reyes de este mundo; el alfa y la omega, el principio y el fin de la humanidad; con él llego la salvación y purificación de la humanidad, convirtiendo a la humanidad en un pueblo sacerdotal al servicio de Dios.

P. Chava, SVD
En el evangelio Jesús nos revela que también es Rey, y que su Reino no es de este mundo, el viene a traernos la verdad y todo el que escucha la verdad seguirá a Jesús. Por eso los cristianos nos unimos a este proyecto del Reino.

¡Viva Cristo Rey!, que venga a nosotros el Reino de Dios. Que la parusía, el final de los tiempos, es una promesa escatológica, donde de nuevo vendrá Jesús lleno de gloria y poder. Pero antes tenemos que hacer lo posible para que el Reino de Dios exista desde ya en nuestros tiempos y en nuestras circunstancias.
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.


domingo, 18 de noviembre de 2018

El final de los tiempos, 33º del Tiempo Ordinario, Ciclo B

33º del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Daniel 12,1-3; Hebreos 10,11-14.18; Marcos 13,24-32
18 de noviembre de 2018
  
P. Chava, SVD
 
 


El final de los tiempos está llegando, y apronto vendrá el Hijo del Hombre. Las tiranías se terminarán y comenzará a gobernar Dios.

En la primera lectura el profeta Daniel da dignidad a los muertos que durante su vida fueron fieles a Dios en la búsqueda de la sabiduría basada en hacer la voluntad de Dios y a los que fueron fieles en la trasmisión de lo Torá, del cumplimiento de la ley y la tradición haciendo lo que es justo delante de Dios. Porque lo que hicieron en vida repercutirá en la eternidad porque brillarán como el fulgor del firmamento y  como las estrellas por la eternidad.

En la segunda lectura en la carta a los Hebreos nos narra como Jesús nos ha salvado al perdonar nuestros pecados, ofreciendo un sacrifico único: “su propia vida: su cuerpo y su sangre”. Jesús nos purifico para siempre.

P. Chava, SVD
En el Evangelio Jesús nos advierte sobre la venida del Hijo del Hombre que será eminente, sucederá pronto, y aunque los cielos y la tierra pasen sus palabras no pasarán. Con esto la teología de la Parusía del Señor se sostiene en la esperanza de un mundo justo con la llegada de Dios.
P. Chava, SVD

Dios nos glorificará al final de los tiempos, algunos serán los escogidos por ser fieles a Dios. Algunos otros tomaron caminos distintos y serán olvidados. Pero Dios es siempre fiel, permanezcamos a su lado hasta el final de nuestras vidas.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.

domingo, 11 de noviembre de 2018

Divina Providencia de Dios, 32º del Tiempo Ordinario, Ciclo B

32º del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Reyes 17,10-16; Salmo 145; Hebreos 9,24-28; Marcos 12,38-44
11 de noviembre de 2018

P. Chava, SVD
La Divina Providencia de Dios, está unido a la fe y confianza puesta en Dios, porque sabemos que el Señor nos cuida y nos protege.

Elías pide a una vida que le de pan, ella le explica que no posee nada más que un poco de harina y aceite y después de preparar un pan ella morirá junto con su hijo por causa de la hambruna que azota la región por falta de lluvia. Elías profetiza a favor de ella, que no falta ni harina ni aceite porque así lo dice el Señor, y sucedió el milagro, ellos no murieron de hambre. Por tantos milagros que Dios hacen en nuestras vidas repitamos el salmo 145 “Alaba, alma mía, al Señor”.

P. Chava, SVD
En la carta a los Hebreos ofrece el sacrificio único y por excelencia hacia Dios para purificación de la humanidad y es su propia vida, su sangre limpiará  nuestros pecados y al mismo tiempo renovara la nueva alianza entre Dios y la humanidad.

En el evangelio Jesús advierte de la hipocresía de algunas personas que se aprovechan de sus influencias para aparecer en público, como los buenos y generosos, pero por otro lado se enriquecen de las debilidades de los desamparados como era en aquella época de las viudas. Por otro lado exalta la generosidad de la viuda que da limosna en el templo, dos monedas de bajo valor pero que era todo para ella. Ella dio de lo que tenia y necesitaba para sobrevivir, tiene más merito que los otros que aunque daban cantidades más grandes sólo daban de lo que les sobraba.

Señor bendícenos y santifícanos, guíanos y protégenos. Que la Divina Providencia nos de todo aquello que necesitamos, según conforme a su voluntad. Gracias Dios por el mucho amor que nos das, a cada día.

P. Chava, SVD
 P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.

 

 

viernes, 9 de noviembre de 2018

Amar, 31º del Tiempo Ordinario, Ciclo B

31º del Tiempo Ordinario, Ciclo B
Deuteronomio 6,2-6; Salmo 17; Hebreos 7,23-28; Marcos 12,28b-34
4 de noviembre de 2018


P. Chava, SVD

Amar es el sentimiento que mueve almas. DIOS NOS AMA CON LOCURA por eso nos dio la vida y da su vida en prenda para salvarnos.

P. Chava, SVD
En la primera lectura Deuteronomio, se funda el monoteísmo, donde el amor grande tiene que estar dirigido hacia Dios. La ley de DIOS, será el programa de vida y el pacto de alianza entre el pueblo de Israel y el Señor.

En la segunda lectura en la carta a los Hebreos, nos habla del sacerdocio real, autentico y puro de Jesús, esta afirmación legitimará a los nuevos sacerdotes que ofrecerán el sacrificio a Dios para dar nueva vida.

P. Chava, SVD
En el Evangelio Jesús es puesto a prueba sobre su conocimiento de la Tora, ¿cuál es el mandamiento más importante? Sin duda responde bien  que amar a Dios es el más importante y añade como también lo es amar al prójimo.

Hacer la voluntad de Dios, significa cumplir sus normas y sus decretos. Para el cristiano lo tiene claro, hay que amar a Dios y su prójimo como norma de vida. Este amor es mutuo, pues Dios nos amo primero, y una señal de ese amor es nuestra propia vida.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.