martes, 21 de julio de 2020

La sabiduría, 17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A

17 º Tiempo Ordinario, Ciclo A
1 Reyes 3,5.7-12;  Salmo 118; Romanos 8, 28-30; Mateo 13, 44-52
26 de Julio de 2020

P. Chava, SVD
La sabiduría sólo viene de Dios, por tanto, así como Salomón le pide sabiduría a Dios para gobernar, así notros deberíamos tener humildad de pedir esa sabiduría a Dios. Pidamos para que el ser humano comprenda y sea capaz de discernir en su vida, que sepa distinguir lo que es bueno y  lo que es malo para su vida, así tendrá el criterio de valorar y dar prioridad a sus necesidades físicas, económicas e espirituales.

En la primera lectura Salomón en sus sueños habla con Dios, le pide ayuda al Señor, pues es un joven que ha subido al gobierno, será el nuevo rey de Israel. Él se siente inexperto para gobernar un pueblo inmenso y que le pertenece a Dios.  Salomón, le pide que le conceda: “un corazón atento para juzgar a tu pueblo Señor y sabiduría para discernir entre el bien y el mal”. Dios le concedió “un corazón sabio para escuchar e inteligente para obrar”. Por eso glorifiquemos al Señor con el salmo 118: “¡Cuánto amo tu ley, Señor!”.

P. Chava, SVD
San Pablo nos habla en la carta los Romanos con estas enseñanzas: que toda persona unida a Cristo esta predestinada desde hacía ya mucho tiempo, algunos inclusive antes de nacer. Toda persona unida a Jesucristo está llamada a ser su reflejo Dios en la tierra, es decir, a aprender a ser otro Jesús, que cumple la voluntad de Dios en el mundo, como criterio seguirá la buena noticia, como norma de vida, y asimilará los valores del Reino de Dios, para luego meditarlos y asumirlos como regla de vida, por eso Dios llamo a los que Él quiso, los justificó es decir, los salvo de sus pecados, y todo esto  es para la gloria de Dios.

En el evangelio, Jesús, nos habla con tres parábolas sobre el Reino de Dios, y pone de manifiesto los valores de este mundo en comparación los de Dios.  Y son las siguientes: el tesoro escondido en el campo; la perla más preciosa; la red que coge peces en el mar y concluye con una alegoría de quien recibe el Reino de Cielos es como Rabino, a un padre familia que saca de su tesoro lo nuevo y lo antiguo, para su familia. Vemos en estás parábolas que para conseguir el Reino de Dios hay encontrarlo primero en la persona de Cristo y en su comunidad de fe; que para poder obtenerlo implica desprendimiento de muchas cosas que hasta ahora eran valiosas para notros, pero que el Reino de Dios, bien vale la pena pagar el precio, dejarlo todo por el Reino de Dios.

P. Chava, SVD
Recemos juntos: Señor tu sabiduría nos llena y nos orienta a tomar buenas decisiones en nuestras vidas, en ti confiamos y depositamos nuestra confianza. Ayúdanos a comprender que es lo que realmente nos conviene en nuestras vidas, para que podamos caminar a Tú lado, juntos como tu pueblo; Señor enséñanos el Reino de Cielos en la tierra: danos sencillez para aceptar tu voluntad; valor para asumirla; y alegría para proclamarla con nuestras vidas.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.



sábado, 18 de julio de 2020

La misericordia de Dios, 16º Tiempo ordinario


Sabiduría 12, 13.16-19; Salmo 85; Romanos 8,26-27; Mateo 13,24-43
16º Tiempo ordinario
23 de Julio de 2020


P. Chava, SVD
Dios se hace visible ante el ser humano en sus obras, toda su creación son huellas de su amor, de su poder y de su don de vida. Como Dios es nuestro creador, tiene compasión del ser humano, y toda su creación. Su  paciencia es infinita, y por tanto es un signo de su amor y de  su misericordia, pues espera que el pecador se arrepienta, que mejoré su vida, y opte por amar y respetar su vida como la de los demás. 

En el libro de sabiduría se insiste que no hay dios como nuestro Dios, porque su fuerza y su poder ejercen justicia en el mundo. Dios gobierna con rectitud, quien confía en Él no quedará defraudado, quien no teme a Dios será sometido a su poder, tarde o temprano. Pero Dios es el Señor de la misericordia pues busca la salvación del pecador y no su muerte, por eso da muchas oportunidades para que el ser humano se convierta y mejore su vida.   Por eso cantamos el salmo 85 “Tú, Señor, eres bueno y clemente”.

P. Chava, SVD
San Pablo escribe que el creyente poco o nada sabe sobre, lo que le conviene, según los planes de Dios. Por eso el Espíritu Santo, desciende sobre él y en esos momentos de duda y debilidad; le hace escudriñar su corazón para tomar decisiones que transformará su vida, pero sólo la persona que está atenta a los planes de Dios comprenderá este misterio.

En el evangelio Jesús habla en Parábolas sobre el Reino de Dios: un hombre que sembró buena semilla en el campo, pero surgio también la cizaña, creciendo la espiga con ella; tenemos también el grano de mostaza que a pesar de ser muy peño se convierte un arbusto muy grande; por último, la levadura que expande la masa de harina. Las tres Parábolas nos hablan del núcleo vital, del mensaje creador de Dios, que está oculto y guardado en lo sencillo y pequeño, pero en buenas circunstancias crece en gran tamaño, poder y fuerza, a tal grado que todos son afectados y beneficiados, del mensaje de salvación de Dios. Lo mismo hizo Jesús con las personas, que comenzó anunciar la Buena Noticia con unos cuantos discípulos y ahora son millones en el mundo los que creen en Dios, pero aún falta mucho por sembrar, para que dé fruto el Reino de Dios a nivel mundial.

P. Chava, SVD
¿Qué tan grande es nuestra paciencia? ¿Nuestra paciencia es del tamaño de una gota de agua, un vaso de agua, o un mar sin límites? Así es Dios con nosotros y su paciencia infinita, mostrando así su justicia, amor y misericordia a toda su creación. Reflexionemos juntos: Qué nada nos turbe, qué nada nos espante. Sólo Dios basta, pues quien confía en su misericordia del Señor, comprenderá, que teniendo a Dios de nuestro lado: “todo es posible, todo es creíble, nada nos detiene”. Porque donde hay pecado sobre abunda la gracia de Dios y su amor y paciencia infinita. Que sus bendiciones, recaigan en ti y toda la humanidad.

 P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.

domingo, 12 de julio de 2020

Homilía 15º Tiempo Ordinario- Ciclo A: Palabra de Dios. P. Chava, SVD

Palabra de Dios, 15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A


15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Isaías 55,10-11; Salmo 64; Romanos 8,18-23;  Mateo 13,1-23
12 de julio de 2020
P.  Chava, SVD

Dios baja hecho Palabra, y el Verbo se hizo Carne y habito entre nosotros. Las lecturas nos enseñan la capacidad de Dios de crear todo desde su palabra, y quien mejor que Jesús para transmitirnos la revelación de Dios. Solo Dios basta en nuestras vidas para que demos frutos en abundancia.  

P. Chava, SVD
El profeta Isaías, hace el oráculo del Señor, diciendo que toda palabra de Dios sale de su boca y no vuelve a Dios sin antes dar fruto como pasa con la lluvia, que después de empapar la tierra no se evaporará sin antes fertilizarla, es decir, generar vida. Lo mismo es la palabra de Dios, cuando entra en contacto con las personas, fertiliza el corazón y la mente del ser humano, les hace cambiar su manera de ser, de pensar y de sentir, como crear sentimientos de amor, perdón, justicia y paz; en definitiva, el Reino de Dios comienza a expandirse en el mundo. Salmo 64: La semilla cayó en tierra buena y dio fruto”.

San Pablo, por su parte, interpreta la espera de la segunda llega de Jesús como la espera dolorosa de la mujer que está en parto, en teología (escatología) se dice: que es la parusía del Señor, “el ya está por venir Jesús, pero aun no llegado”. A pesar de que hay dolor en la espera, habrá mucha alegría en la llegada de Jesús porque nos salvará y nos dará la dignidad de ser hijos de Dios.

P. Chava, SVD
En el evangelio de Mateo, el mensaje es muy claro, el sembrador sale a sembrar, pero no toda la semilla da fruto, porque mucha semilla se perdió, por causa de la mala tierra y las circunstancias del lugar. No hay frutos, por que sea mala la semilla, sino la tierra (las personas) que no está lista para dar vida con la palabra de Dios. Desgraciadamente el mensaje de Dios llega a la gente, pero no todas las personas están atentas para escuchar el mensaje de Dios, y vivirlo, por lo mismo no da fruto, pero la gente sencilla y humilde de corazón ven a Dios en su palabra y ellos dan fruto con acciones que dan amor, perdón, justicia, paz, y todo cuanto da felicidad y vida.

P. Chava, SVD
Dios creó el mundo con solo pronunciarlo, y lo hizo todo bien; todos los días nos sigue anunciando su buena noticia, estemos atentos para escuchar su voz, en la Biblia, en la comunidad eclesial, en la oración en la eucarística, en la caridad hacia nuestros hermanos, en nuestras vidas diarias a la hora de expresar lo que entienden el evangelio. El Reino de Dios se hace presente en cada cristiano que vive la fe y la pone en práctica, dando frutos como pueden ser de amor, paz y justicia. Por tanto, dejémonos tocar por la palabra de Dios y que ella crezca en nuestra mente y en nuestro corazón, para cumplir los planes de Dios en nuestra vida.

 P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.


domingo, 5 de julio de 2020

Homilía 14º TO: Dios nos salva. P. Chava, SVD

En tiempos de crisis, 14º del Tiempo Ordinario – Ciclo A


14º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Zacarías 9,9-10; Salmo 144; Romanos 8,9.11-13; Mateo 11,25-30
5 de julio de 2020
 
P. Chava, SVD
 En tiempos de crisis tenemos que tener nuestra esperanza en nuestro creador. Porque Dios nos fortalece y consuela, en nuestros momentos de debilidad Él viene a nuestro auxilio. Con Dios de nuestro lado, nada nos puede faltar, nada malo puede estar encima de su poder; confía en Dios, Él te salvará.


En la primera lectura: la profecía de Zacarías es para consolar al pueblo de Israel, de la opresión, pues vendrá el Mesías y traerá la paz, se acabarán los instrumentos que causan muerte y miedo; él vendrá con un signo de paz: montado en un burro. Al levantar la esperanza de vida, cantaremos el Salmo 144: “Bendeciré tu nombre por siempre, Dios mío, mi rey”.

En la segunda lectura san Pablo dice a los romanos: que todos tenemos el mismo Espíritu de Cristo y estamos unidos en ese mismo Espíritu a Dios, por tanto así como este Espíritu resucito a Jesús así nos resucitará a nosotros porque nos alejamos de todo aquello que nos lleva al pecado y a la muerta pues nuestras debilidades de la carme; por lo mismo en nuestra conciencia está presente el diferenciar lo bueno de lo malo para alcanzar la vida eterna con la ayuda de Dios.

P. Chava, SVD
En la lectura del evangelio: Jesús da gracias a Dios por escoger a los humildes y sencillos para hacerles ver su presencia; los invita a descansar en su paz de sus sufrimientos; pues, así como Jesús ha padecido, y por amor lo ha soportado todo así el que se acerca a Él, será consolado y fortalecido en el Señor. Del mismo modo los puros de corazón verán la presencia de Dios en sus vidas, y mismo en los mementos buenos como en los malos, en los momentos de cualquier crisis.

Ten siempre presente: Dios nos consuela, nos ayuda, y sana nuestras heridas; con Dios a nuestro lado nada temo, Él nos salva de la muerte, de nuestros pecados, de nuestros enemigos, de las personas que atentan contra nuestra vida, de las personas que buscan herirnos. Reza conmigo: Señor en ti confió mi vida, te entrego todo. Quiero que se haga tu voluntad en mí, has de mi lo que quieras, sea lo que sea lo acepto todo y te doy las gracias por cuanto me das, y me libras de mis males; te amo por siempre Señor.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.