viernes, 11 de diciembre de 2015

Alegrarse con el otro, 3º de Adviento - Ciclo C

3º de Adviento - Ciclo C
Sofonías 3,14-18ª; Salmo Is 12,2-3.4bed.5-6; Filipenses 4,4-7; Lucas 3,10-18
13 de diciembre de 2015

P. Chava, SVD
Alegrarse con el otro, es alegrarse porque el otro es feliz, y esto es amor. Nacemos por amor, somos el fruto del amor de Dios, porque fuimos pensados y hechos por el Señor, por tanto, “Somos amados” porque somos sus hijos en medio de un mundo hecho por Él; Desde el seno familiar nos enseñan amar y respetar a la familia, a los amigos, y a toda la gente que vamos conociendo a lo largo de la vida. Comparto el amor de Dios cuando amo, y hago que los demás sean felices con ese amor.

El profeta Sofonías exalta la gran liberación para el pueblo de Israel, pues el Señor volverá a reinar a su pueblo con fuerza y poder, Israel será liberado de la esclavitud nuevamente. Habrá un gran jubileo espectacular. Por eso el pueblo de Israel Gritaran jubilosos:
“Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel”.

San Pablo insiste a los filipenses, que estén alegres, pues ya se acerca su Señor. Dios los oye y acompaña en sus oraciones y en el día a día, que sus corazones confirmen su confianza en el Señor.


P. Chava, SVD
Juan el Bautista comienza el anuncio de la Buena Nueva, la gente cree en su mensaje y cree que también es el Mesías, pero Juan aclara que no lo es, y añade  que Él que viene bautizará con Espíritu Santo; los que acuden a Juan reciben el mensaje del profeta para no ser corruptos y si horados en sus actividades ordinarias.  

En un mundo tan competitivo el amor y la solidaridad poco se ve, de hecho se crea una mala competitividad donde el rival más débil es separado del grupo; aniquilado y olvidado por la conveniencia de los fuertes; pues ellos no toleraran al distinto y al débil.

 El Señor nos invita a crear lazos de unión y liberación; Jesús cambia mi realidad cuando lucho por el otro; cuando pongo lo mejor de mi parte para superar las barreras raciales, socioculturales,  de religión e idioma; cuando soy capaz de amar al otro y la otra, porque son parte de mí; porque son también hijos de Dios, es decir, son mis hermanos y hermanas en Cristo y en el Espíritu.

P. Chava, SVD
Alegrémonos porque el Señor nos liberará; porque Dios nos ama; porque el Señor nos invita a amar a todos (Mt 5).  Preguntémonos ¿Qué mundo quiero dejar para mis hijos? ¿En qué mundo queremos vivir ahora? Para conseguir un mundo mejor simplemente tenemos que amar y veremos que el amor es la prolongación de la fuente vital de lo que es Dios; quien ama garantiza la vida, en el presente y en el futuro.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España. 


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