sábado, 25 de abril de 2015

El Pastor, 4º Domingo de Pascua, Ciclo B

4º Domingo de Pascua, Ciclo B
Apóstoles 4,8-12; Salmo 117; 1 Juan 3,1-2; Juan 10,11-18
Domingo, 26 de abril de 2015
P. Chava, SVD
El Pastor, es el que cuida, guía, alimenta, sana y da su vida por sus ovejas. Jesús no quiere que se pierda una sola de ellas, por eso los creyentes seguimos al Mesías al Cristo, y con este título de nuestro “Pastor” nos conocen en el mundo: somos los “cristianos” que reconocen a Jesús como el Mesías, es decir al “Cristo”. Por eso los cristianos confiamos nuestras vidas y nuestras almas a Jesús, porque Él es el “Buen Pastor”.

 

Pedro, echa en cara la falta de fe del pueblo: “que tomaron la decisión de matar al Mesías”, no fueron capaces de reconocer a Jesús el nazareno, como el esperado de los tiempos. Pero Jesús además de ser el Mesías, es el Hijo de Dios que resucito de entre los muertos y es ahora la “piedra angular” que los arquitectos desecharon. Ahora Jesús es la base de muchas religiones, de muchas Iglesias, de muchos pueblos y culturas. Por eso los creyentes recitan el Salmo 117 “La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular”. Porque es Jesús quien nos salva.


P. Chava, SVD
 Juan, nos da la seguridad de la filiación con Dios, y esto es por la unión con Cristo en los sacramentos como el bautismo, la eucarística, le fe, la Iglesia, todo esto y más, nos elevan a la dignidad de ser hijos de Dios, pero aun mayor será la gloria de la humanidad cuando vuelva de nuevo Jesús y se manifieste con poder y grandeza, pues es la esperanza de volvernos a encontrar con nuestro creador, la parusía el final de los tiempo en que veremos a Dios cara a cara, y su gloria será también la nuestra. Pues somos imagen y semejanza de nuestro creador.

 

Jesús, es el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas, es decir, Jesús se entrego plenamente para salvarnos, a Jesús nadie le paga o le obliga para sacrificarse por la humanidad, el lo hace por propia voluntad y para gloria de Dios. Jesús defiende al ser humano del mismo lobo que es el hombre mismo que quiere conquistar, esclavizar y destruir al mismo hombre. Jesús nos salva de nuestros egoísmos vicios y enfermedades. Por eso Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.

 


P. Chava, SVD















La fe católica se basa en Jesús como el Mesías esperado desde hace siglos, los sacramentos que administra la Iglesia giran en torno a Jesús, pues los sacramentos unidos a Cristo y su Iglesia son instrumentos de la distribución de la gracia de Dios. Por eso la Iglesia en gran medida es Cristocentrica, pues reconocemos al Jesús de Nazaret como el Mesías. Jesús es para nosotros nuestra roca; nuestra fortaleza espiritual; es Jesucristo quien nos alimenta y da vida. Jesús es nuestro pastor y nosotros somos su pueblo. Por eso Señor me dejo guiar por ti, me dejo cuidar por ti, has de mí lo que quieras, que se haga en mí tu voluntad, para poder construir el Reino de Dios en el mundo.

 


P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.


P. Chava, SVD



sábado, 18 de abril de 2015

Palabra de Dios, 3º de Pascua - Ciclo B

P. Chava, SVD

3º de Pascua - Ciclo B
Hechos de los Apóstoles 3,13-15.17-19; Salmo 4; 1 Juan 2,1-5; Lucas 24,35-48
Domingo, 19 de abril de 2015

Palabra de Dios, cuando comprendemos que las escrituras (Biblia) son Palabra Dios, que es el mismo Señor que se comunica al pueblo con palabras, símbolos,  en la historia real de un pueblo (Israel), que es elegido para ser luz de las naciones. Por eso Jesús nos muestra que su muerte y resurrección ya estaba planeado por Dios, para perdonar pecados, para salvar al hombre del mismo hombre y para darle vida eterna al unirse con Jesús.

Pedro, echa en cara el pecado de los líderes religiosos y civiles que condenaron a muerte al inocente. Jesús el Hijo de Dios, el Señor de la vida muere por la  injusticia del Pueblo de Israel, y para cumplir las profecías de que tenía que padecer el Mesías para salvación de su pueblo. Pues con la muerte del justo, Dios muestra su poder de misericordia y le devuelve la vida. Por eso invoquemos la misericordia de Dios con el Salmo 4 “Haz brillar sobre nosotros la luz de tu rostro, Señor”.

P. Chava, SVD
Juan, dice que Jesús nos salva de nuestros pecados, que él nos purifica, pero nos pide la conversión de nuestras faltas, y la fidelidad de guardar su Palabra y vivirla día a día. Con eso tendremos vida eterna y seremos sus testigos en el mundo.

 Jesús, muestra la palabra de Dios, como norma de vida, tenía que cumplirse lo escrito por la ley y los profetas: “que el Mesías tenía que padecer y resucitar al tercer día”. Los discípulos son ahora testigos de la Buena Noticia: Jesús es el Mesías; Jesús es el Señor; Jesús ha recitado y se ha manifestado a sus seguidores.

Jesús, tú eres el Señor de señores, el Rey de reyes, tú nos salvas dándonos vida con tu propia vida, tu nos elevas de nuestra suciedad, es decir,  de nuestros pecados, para darnos la dignidad de ser hijos de Dios y de conseguir la vida eterna, al permanecer unidos a Ti. Por eso: gracias por tu inmenso amor; gracias por tu vida inmolada; gracias por tus palabras de salvación y por la eucarística que nos dan vida eterna.






P. Chava, SVD
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

P. Chava, SVD

sábado, 11 de abril de 2015

¡Resucito!, 2 de Pascua, Ciclo B

P. Chava, SVD
2 de Pascua, Ciclo B
Hechos de los Apóstoles 4,32-35; Salmo 117; 1 Juan 5,1-6; Juan 20,19-31
12 de abril de 2015

¡Resucito! Para quien dice: “hay que ver para creer”, Jesús nos cambiara el orden para decirnos: “hay que creer para ver”. La Iglesia Cristiana Católica tiene varios dogmas de fe, entre ellos: ¡la resurrección de Cristo!; teniendo como base los relatos bíblicos y los testimonios de las primeras comunidades cristianas. Por eso ella afirma, que la vida eterna tiene su fundamento en Cristo; la vida del cristiano cobra otro sentido, pues el cristiano sabe que vivirá eternamente en el Señor. Por eso la muerte no tiene poder sobre el cristiano y cristiana que confía su vida en Dios.

Apóstoles, ellos comienzan a formar la comunidad cristiana, lo que tenía en común es la fe, la esperanza y la caridad, y todo ello motivado por la experiencia de haber conocido u oído sobre un tal Jesús, que padeció, murió y resucito por todos. Cada comunidad se organiza conforme a sus circunstancias, pero tenían claro que seguir a Cristo es seguirlo desde la Iglesia, des la comunidad, des una pertenencia al mismo Señor. Por eso el creyente alaba a Dios cantando: Salmo 117 “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”.

P. Chava, SVD
Juan, adoctrina a la comunidad cristiana con dogmas de fe: la filiación con Dios esta entendida por diferentes niveles, por el kerigma, por el anuncio de la Buena Nueva: ¡Jesús es el Cristo!, Jesús es el Señor; la fe fue implanta al recibir este kerigma: Por eso es importante tener fe en Jesús, pues con eso ya nos capacita para ser hijos de Dios; pero para que realmente seamos hijos de Dios es necesario vencer al mundo, y sólo se le vence al mundo cumpliendo la voluntad de Dios, y esto es cuando el creyente cumple la ley de Dios: “sus mandamientos”. De esta forma nos asemejamos a Jesús que también venció al mundo, es decir al pecado que hay en el mundo.

Jesús, trae la paz, consuela y da esperanza de vida a sus discípulos diciendo tres veces: “paz a vosotros”, además les transmite al Espíritu Santo con su aliento, y da autoridad a ellos para perdonar y retener pecados. Por último y para comprobar que no es una farsa hace que Tomas vea, toque y sienta su presencia, pero añade, dichosos los que creen si haber “visto “. Por eso quien cree en Jesús tiene viva eterna, porque cree en el que ha vencido a la muerte y da vida con su Espíritu y con su presencia, en los sacramentos.

 Los cristianos estamos viviendo momentos muy difíciles en nuestra historia. Escuchamos como muchos cristianos mueren; como mucha gente muere; como pareciera que el mundo cada día es más violento y sobre todo se ensaña con las minorías o con los más débiles, en estas circunstancias  ¿Cómo podemos dar razón de nuestra fe ante tanta desgracia y tanta muerte? Pues la respuesta sería: ¡la esperanza de resurrección! porque la muerte del creyente no termina en el olvido, sino que es recordado y revivido, en el seno de la comunidad cristiana, es dar razón de su fe, con la mirada puesta en Dios, que nunca se olvida de los suyos.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.




sábado, 4 de abril de 2015

Kerigma, Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor
Hechos de los Apóstoles 10,34a.37-43; Salmo 117; Colosenses 3,1-4; Juan 20,1-9
5 de abril de 2015

 Kerigma es el primer anuncio de la Buena Nueva después la muerte de Jesús. El kerigma es la semilla de evangelización a nivel mundial por mandato de Jesús: “Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos y bautícenlos para consagrarlos al Padre al Hijo y al Espíritu Santo, enseñándoles a poner por obrar todo lo que les he mandado. Y sepan que yo estoy con ustedes todos los días hasta el final de los tiempos”.

 Pedro, entra en casa de Cornelio en Cesarea, ahí les habla del Kerigma: la pasión muerte y resurrección de Jesús. Pedro enfatiza que los testigos son los apóstoles que compartieron con él sus enseñanzas y les dejo como mandato ir por evangelizar, dando testimonio de Jesús. Sucedió entonces que después de que Pedro evangelizaba: Cornelio y todos los presentes reciben al Espíritu Santo y Pedro los hace bautizar. Salmo 117: “Éste es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo”.

Pablo, los cristianos nos unimos a Cristo con el bautismo, con la fe, con la comunidad, por tanto, con Cristo morimos con Cristo resucitaremos. Nuestra esperanza está en el Señor que nos da la vida con su muerte y su resurrección.

Jesús, resucita, no haya nada en el sepulcro apenas unas vendas tiradas. Las mujeres dan testimonio, Pedro y Juan igual, fueron, “vieron y creyeron”. Esa es la fe del cristiano, quien confía en el Señor comienza a comprender lo sucedido y a comprender que era necesario que Jesús padeciera y resucitara. El seguidor de Jesús comienza a dar testimonio con su vida y sus obras.

 Jesús es la resurrección y la vida, quien crea en el aunque muera vivirá, y quien aun está vivo no morirá para siempre. Jesús nos une a la inmortalidad, nos une a Dios, nos une con su cuerpo y su sangre, nos une en la comunidad, nos une a la Iglesia, nos hace sus testigos y nos envía a trasmitir la buena noticia. Todo cristiano vivirá esto como parte fundamental en su vida.

P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.