sábado, 11 de abril de 2015

¡Resucito!, 2 de Pascua, Ciclo B

P. Chava, SVD
2 de Pascua, Ciclo B
Hechos de los Apóstoles 4,32-35; Salmo 117; 1 Juan 5,1-6; Juan 20,19-31
12 de abril de 2015

¡Resucito! Para quien dice: “hay que ver para creer”, Jesús nos cambiara el orden para decirnos: “hay que creer para ver”. La Iglesia Cristiana Católica tiene varios dogmas de fe, entre ellos: ¡la resurrección de Cristo!; teniendo como base los relatos bíblicos y los testimonios de las primeras comunidades cristianas. Por eso ella afirma, que la vida eterna tiene su fundamento en Cristo; la vida del cristiano cobra otro sentido, pues el cristiano sabe que vivirá eternamente en el Señor. Por eso la muerte no tiene poder sobre el cristiano y cristiana que confía su vida en Dios.

Apóstoles, ellos comienzan a formar la comunidad cristiana, lo que tenía en común es la fe, la esperanza y la caridad, y todo ello motivado por la experiencia de haber conocido u oído sobre un tal Jesús, que padeció, murió y resucito por todos. Cada comunidad se organiza conforme a sus circunstancias, pero tenían claro que seguir a Cristo es seguirlo desde la Iglesia, des la comunidad, des una pertenencia al mismo Señor. Por eso el creyente alaba a Dios cantando: Salmo 117 “Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia”.

P. Chava, SVD
Juan, adoctrina a la comunidad cristiana con dogmas de fe: la filiación con Dios esta entendida por diferentes niveles, por el kerigma, por el anuncio de la Buena Nueva: ¡Jesús es el Cristo!, Jesús es el Señor; la fe fue implanta al recibir este kerigma: Por eso es importante tener fe en Jesús, pues con eso ya nos capacita para ser hijos de Dios; pero para que realmente seamos hijos de Dios es necesario vencer al mundo, y sólo se le vence al mundo cumpliendo la voluntad de Dios, y esto es cuando el creyente cumple la ley de Dios: “sus mandamientos”. De esta forma nos asemejamos a Jesús que también venció al mundo, es decir al pecado que hay en el mundo.

Jesús, trae la paz, consuela y da esperanza de vida a sus discípulos diciendo tres veces: “paz a vosotros”, además les transmite al Espíritu Santo con su aliento, y da autoridad a ellos para perdonar y retener pecados. Por último y para comprobar que no es una farsa hace que Tomas vea, toque y sienta su presencia, pero añade, dichosos los que creen si haber “visto “. Por eso quien cree en Jesús tiene viva eterna, porque cree en el que ha vencido a la muerte y da vida con su Espíritu y con su presencia, en los sacramentos.

 Los cristianos estamos viviendo momentos muy difíciles en nuestra historia. Escuchamos como muchos cristianos mueren; como mucha gente muere; como pareciera que el mundo cada día es más violento y sobre todo se ensaña con las minorías o con los más débiles, en estas circunstancias  ¿Cómo podemos dar razón de nuestra fe ante tanta desgracia y tanta muerte? Pues la respuesta sería: ¡la esperanza de resurrección! porque la muerte del creyente no termina en el olvido, sino que es recordado y revivido, en el seno de la comunidad cristiana, es dar razón de su fe, con la mirada puesta en Dios, que nunca se olvida de los suyos.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.




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