viernes, 11 de junio de 2021

Reino de Dios. 11º Tiempo Ordinario- Ciclo B

11º Tiempo Ordinario- Ciclo B

Ezequiel 17,22-24; Salmo 91; 2 Corintios 5,6-10; Marcos 4,26-34

13 de junio de 2021

 

P. Chava, SVD

El Reino de Dios, es la fuerza vital de Dios que crece en el corazón y en las mentes de las personas, y es transmitida por el Evangelio, es decir, por la Buena Nueva. Nos dice, Jesús: "busca primero el Reino de Dios y su justicia" y lo demás vendrá por añadidura. Los creyentes miembros de la Iglesia o de una comunidad cristiana, hacen visible el Reino de Dios, cuando se respira un ambiente de: amor, caridad, perdón, paz, justicia, y lo hacen en nombre de Dios.

P. Chava, SVD
En la primera lectura del profeta Ezequiel, nos narra: “la metáfora de la rama joven de cedro, que será arrancada y replantada en la cumbre de un momento elevado, y crecerá el cedro tan grande que toda clase de aves se posaran en él”. Ezequiel, nos dice que el poder de Dios es tan grande y tan fértil que de la nada o de lo pequeño hace grandes maravillas, estas palabras de aliento están dirigidas al pueblo de Dios que comparado con los demás pueblos son nada, y más cuando han sufrido muchas guerras e invasiones (exilio en Babilonia). Pero el Señor hará del pueblo de Israel, un pueblo numeroso, “el más grande”, de todas las naciones. El pueblo, después de vivir la opresión, volverá a resurgir y crecerá tanto, que hasta las otras naciones, lo tendrán en cuenta en su historia, por eso el pueblo de Israel recibe de Dios su protección y bendición, incluso en la pequeñez. 

En la segunda lectura san Pablo, nos hace tomar conciencia de que nuestra vida: "es temporal y pasajera en el cuerpo que tenemos". Cristo será el juez de nuestras vidas, después de que experimentemos la muerte. Somos peregrinos en este mundo, con la capacidad de dar vida o muerte con nuestras acciones, por eso es importante tomar conciencia: “de que nuestro caminar va dirigido al encuentro con Dios en esta vida o en la siguiente”. Con la plena confianza en el Señor, lucharemos en esta vida, hasta que tengamos el gusto de estar enfrente a Jesús. Mientras vivamos, tenemos la opción de obrar el bien o el mal, pero todo acto tiene sus consecuencias, por eso, te invito a que hagas el bien con tu vida.  

P. Chava, SVD
En el evangelio, Jesús, nos habla del Reino de Dios en parábolas: explica que el Reino comienza con la pequeñez que hay en una semilla, pero por dentro hay una gran fuerza vital, imperceptible al espectador. Así es el Reino de Dios como la semilla de trigo o como el grano de mostaza, estas son tan pequeñitas, pero cuando son plantadas ellas crecen y se desarrollan, de una manera tan extraordinaria, que llegan a multiplicarse o crecer, formidablemente.  Es el ejemplo claro que “la semilla”, es decir, la palabra de Dios es sembrada en los corazones de los creyentes, crece, e incluso sin darse cuenta: "crece a una velocidad y con una fuerza", que Dios sostendrá a lo largo del tiempo, en distintas partes del mundo. Así se expande el Reino de Dios en la humanidad. 

P. Chava, SVD

El mensaje central de Jesús es el Reino de Dios, la Buena Nueva que viene a ayudar a la humanidad. La Palabra de Dios se vuelve en el motor del dinamismo de la evangelización, muchas personas se convirtieron, y creyeron en la Palabra del Señor, a tal grado que dejaron que Dios actuará en sus vidas, y esto permitió a su vez cambiar su entorno, buscaron realizar el Reino de Dios y su justicia aquí y ahora. ¡Y el mundo cambio! La presencia de Dios se hizo visible en nuestras vidas. 

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocín y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.

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