domingo, 21 de junio de 2020

Fidelidad a Jesús, 12º del Tiempo Ordinario - Ciclo A

12º del Tiempo Ordinario - Ciclo A
Jeremías 20,10-13; Salmo 68; Romanos 5,12-15; Mateo 10,26-33
21 de junio de 2020 

P. Chava, SVD
El Señor es fiel con sus escogidos; con el Señor a mi lado a quién temeré, pues solo Dios basta para ser feliz, para salir a delante con la vida. Y aunque atenten contra mi vida no tengo porque temer pues Él siempre estará a mi lado.  En tus manos Señor pongo mi vida.



P. Chava, SVD
En la primera lectura el profeta Jeremías, esta agobiado, triste, y lleno de rencor, pues corre peligro su vida, pues sus enemigos desean su muerte y traman contra él; lo que más le duele es gente cercana y conocida que quiere que su vida termine; quieren ponerle una trampa. Pero la confianza del profeta Jeremías hacia Dios es muy grande; sabe que el Señor es superior en todo, y sobre todo mal; incluso el Señor está por encima de los ejércitos más fuertes y poderosos, por lo mismo Jeremías, confía su vida en Dios. Así como el profeta confía en Dios así nosotros cantemos el Salmo 68 “Que me escuche tu gran bondad, Señor”.

P. Chava, SVD
En la segunda lectura san Pablo escribe a los romanos: que Jesús dio su vida para salvar a la humanidad entera, redimiendo la caída del ser humano, como lo vemos, en el relato del Génesis: “Adán por desobedecer a Dios”, adquirió el pecado original y, en consecuencia: trajo la muerte para el género humano. Por eso, aunque todos moriremos, en Jesús alcanzamos vida eterna, cuando nos unimos a él en el Bautismo, comunión, fe y en la caridad a nuestros hermanos. Pues la gracia de Dios nos salva, así como los sacramentos que nos permiten acceder a esa gracia de Dios, y unido a todo ello nuestra fe convertidas en obras de caridad, en servicio y ayuda a nuestros hermanos.



En el evangelio según san Mateo, Jesús va a insistir en dejar de tener miedo y permanecer fiel a Él; los discípulos son motivados por Jesús para ser fuertes, para no tener miedo, para ser fieles a Dios en las buenas y en las malas, pues Dios permanece con ellos, y nunca los dejará solos. El Señor, los va a defender y a ayudar en los momentos más difíciles de sus vidas. Pues el Dios, los quiere y los valora, como sus mensajeros ante las naciones. Por tanto, todo lo que aprendan con Jesús: lo tienen que pregonar en toda hora y en todo momento, para la gloria de Dios, se haga visible en el mundo y con su pueblo escogido.



Señor Jesús: ¡llama Señor!, que tu siervo escucha; proclama mi alma tu grandeza Señor, me uno a Ti en la oración, la meditación y en el cumplimiento de tus mandamientos; haz de mi un instrumento de paz, de justicia, de amor; Señor que pueda ser tu mensajero en el mundo, que pueda darte gloria a Ti con mis obras y mis palabras que repiten tu enseñanza. Bendíceme Señor y bendice a las personas que se acogen a mis plegarias, por mi familia, amigos y conocidos; Jesús, interceda por ellas, ante Dios, Señor nuestro.



P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.











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