sábado, 6 de julio de 2019

Enviados por Dios, 14º Tiempo Ordinario, Ciclo C

14º Tiempo Ordinario, Ciclo C
Isaías 66,10-14c; Salmo 65; Gálatas 6,14-18; Lucas 10,1-12.17-20
Domingo, 7 de julio de 2019
P. Chava, SVD
Dios nos envía a construir el Reino de Dios desde la fragilidad del ser humano, porque en este mundo inmenso y maravilloso, hace falta hacer visible la presencia del Reino de Dios; para que se haga visible el amor de Dios, su justicia y su paz entre los hombres.



En el libro de Isaías estamos en el culmen de la historia del Pueblo de Israel, ya término la esclavitud en Babilonia, y Dios con su brazo fuerte los regresa a Jerusalén, pero ahora tienen que comenzar de nuevo, todo está destruido, el Templo, la moral, las tradiciones, en fin tienen que comenzar de nuevo y es ahí donde el profeta Isaías en el nombre de Yavé, les devuelve la esperanza de restauración Jerusalén, con la ayuda de la providencia de Dios, que hará de Israel un pueblo importante para el mundo y lo hará crecer en la abundancia hasta saciarse.

P. Chava, SVD
San Pablo va insistir en la nueva humanidad; el ser humano tiene que incorporarse a Cristo para poder salvarse, porque ya no serán tanto las formas y las tradiciones las que salvan sino la gracia de Dios es lo que de verdad salvará al mismo hombre de sus pecados y de su autodestrucción. Por eso insiste san Pablo en estar unidos a Jesús, porque Él es nuestro salvador.



En el evangelio según san Lucas es Jesús quien envía a 72 de sus discípulos y los manda a predicar en las aldeas y pueblos de alrededor de 2 en 2, para sembrar la palabra de Dios en los corazones de los hombres, anunciando la eminente llega del Reino de Dios, así como otorgar la paz en las casas y curar a los enfermos. Los misioneros son enviados a evangelizar sin nada material, más que con lo mínimo necesario, están dependientes totalmente de la providencia de Dios y a la generosidad de los habitantes de las casas en las que se alojan. Ellos harán milagros en el nombre de Jesús, incluso hasta expulsar demonios; por eso la Gloria de Dios ha llegado a la tierra porque hasta el mismo Satanás caerá ante la presencia de Dios en sus misioneros, porque el bien superará siempre al mal y Dios está por encima del mal.



Dios protege a su pueblo de la maldad que genera el mismo hombre, por eso quiere enviar a seres humanos comprometidos para que hablen y construyan el Reino de Dios; personas entregadas para ayudar en la evangelización; entregadas al servicio del prójimo, para sembrar en los corazones de los hombres la paz, el perdón, la justicia y el amor que vienen de Dios. Jesús es quien nos llama a seguirle, para aprender: “de sus palabras de vida eterna” para luego, vivirlas en nuestra gran comunidad y familia que es la Iglesia y en el mundo que es nuestro hogar.

P. Chava, SVD
 P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.





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