domingo, 4 de abril de 2021

Aleluya Jesús resucito. 1º Pascua

Pascua de la Resurrección del Señor

Hechos de los Apóstoles 10,34a.37-43; Salmo 117; Colosenses 3,1-4; Juan 20,1-9
4 de abril de 2021

 

P. Chava, SVD

¡Jesús no está en la tumba! María Magdalena le busca, los discípulos también, y ahora los cristianos renovamos cada año esta historia de amor. Dios amo tanto al mundo que entrego a su único Hijo para salvar la humanidad. Pero también es el inicio del kerigma. Jesús vive, Jesús ha resucitado.

P. Chava, SVD

 En la primera lectura los Hechos de los Apóstoles nos narra una síntesis de quien fue Jesús en sus últimos días y del proyecto de salvación que Dios consumo con la vida de Jesús. Se cumplió lo profetizado desde hacía siglos, la muerte de Jesús en la cruz, trajo vida eterna y perdón para todos los que tienen fe en Jesucristo. Por eso confía en el Señor, que te dará vida eterna.

 

En la segunda lectura en la carta a los Colosenses nos implica directamente en la salvación de la humanidad con la adhesión con Cristo. Tanto en la vida temporal como la eterna estamos unidos a Cristo, por eso tenemos que buscar los bienes y las bondades de Dios aquí en la tierra para alcanzar la eterna al final de los tiempos cuando venga Jesús en su gloria. Los cristianos nos unimos a cristo por el sacramento del bautismo y por la fe que vamos madurando a lo largo de nuestra existencia.

P. Chava, SVD

En el evangelio san Juan nos narra la resurrección de Jesús que murió en la cruz. En la mañana del domingo María Magdalena corre a ver a Juan y a Pedro para decirles que se han robado el cuerpo de Jesús que ya no está en la tumba. Pedro y Juan corren para ver el suceso, ambos vieron que la tumba esta vacía y solo están las telas que cubrían a Jesús, ellos ahora creen en la resurrección de Jesús, que Jesús tenía que resucitar al tercer día como lo había anunciado.

El cristianismo surgió con el Kerigma, el primer anuncio de la buena noticia, la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. El Mesías esperado llego, pero no le reconocieron y murió en la cruz, su muerte es un trauma difícil de superar. La catarsis de los Apóstoles, discípulos y seguidoras de Jesús se realizó cuando miraron la tumba vacía y en su lógica reflexionaron sobre la escritura y se dieron cuenta que tenía que ser así: morir para resucitar. Jesús está vivo y vive en los corazones de los fieles de cada comunidad, que profesa su fe en el Señor, en el Cristo.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocín y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.

 


 

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