3º Domingo del Tiempo
Ordinario, Ciclo-C
Nehemías 8,2-4a.5-6.8-10; Salmo 18,8.9.10.15; Corintios 12,12-30; Lucas 1,1-4;4,14-21
26 de enero de 2025
Nehemías 8,2-4a.5-6.8-10; Salmo 18,8.9.10.15; Corintios 12,12-30; Lucas 1,1-4;4,14-21
26 de enero de 2025
La
palabra, es tan importante. Como todo lenguaje que nos permita comunicar ideas,
pensamientos, enseñanzas y experiencias. La Palabra de Dios es fuente de vida y
de liberación. Tus palabras me dan vida por eso, confío en ti Señor. Tus
palabras nos dan vida eterna, esperanza, justicia, caridad y fe en nuestras
propias vidas.
En la primera lectura, el sacerdote Esdras motiva al pueblo de Israel a un
nuevo resurgimiento, después de haber estado por mucho tiempo en el exilio.
Esdras hace una nueva alianza con Dios, al leer el libro de la ley en la plaza,
los oyentes recuperan la memoria de su pueblo y de la alianza con Dios. El
judaísmo nace con la escucha de Palabra de Dios, el pueblo se conmueve al
escuchar estas palabras de su Señor. Es el comienzo de una nueva era, de una
nueva esperanza, basada en la Palabra de Dios. Pues Dios se hace presente en su
pueblo a través de la Palabra, y esta será el eje motor de toda reconstrucción
de Jerusalén.
En la carta a los Corintios nos habla del cuerpo
místico de Cristo. En esa comunidad cristiana de corinto. Es notorio las
diferencias por ideologías, dones, funciones y servicios que cada uno desempeña
en la comunidad. A veces, las diferencias entre personas nos llegan a separar y
dividir, en vez de estar unirnos. Por lo mismo, Pablo afirma, que todos los
cristianos nos unimos a Jesús. Que cada uno forma parte del cuerpo místico de
Cristo, por lo mismo todos son importantes y al mismo tiempo todos necesitamos
la ayuda de todos, porque todos formamos un solo cuerpo en Cristo. Todos
estamos unidos a Jesús por bautismo que recibimos y por la fe puesta en el
Señor.
P. Chava, SVD |
Lucas catequiza a Teófilo, es decir al iniciado, este mensaje va dirigido
como prólogo a todos los lectores de su evangelio según san Lucas. Después de
los relatos de la infancia de Jesús, de su Bautismo en el Jordán, y pasar la
prueba en el desierto. Jesús lleno del Espíritu Santo va un sábado a la
Sinagoga: ahí lee el pasaje de Isaías que dice: “el Espíritu del Señor está
sobre mí”, está la frase Jesús se la apropia, así será comienzo de su misión
mesiánica. En el inicio de su misión empieza usando las palabras de Isaías para
renovar al pueblo de Israel. Porque Jesús vino a liberar, sanar y motivar al
pueblo de Israel. Jesús lo comprueba, con todos los milagros y acciones
simbólicas de liberación y sanación, que darán fe de que dice la verdad.
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P. Chava, SVD |
Las lecturas nos ayudan tomar en serio la Palabra de Dios, como la fuente
vital para estar unidos al Señor. Jesús, tú tienes palabras de vida eterna.
Todo ser humano que se une a la palabra de Dios, se nutre de ella y se vuelve
una persona llena de esperanza, de fe, de justicia social, se hace fuerte para
dar testimonio de la presencia de Dios en su vida con obras y con palabras. El
Reino de Dios, surge en el mundo, al contar con personas llenas de Dios, que lo
dan todo para gloria de Dios, para humanizar más al ser humano.
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