domingo, 26 de octubre de 2025

30º del Tiempo Ordinario, Ciclo C

 
30º del Tiempo Ordinario,  Ciclo C
Eclesiástico 35,12-14.16-18; Salmo 33; 2 Timoteo 4,6-8.16-18; Lucas 18,9-14
26 de octubre de 2025
P. Chava, SVD
La oración es como la llave que me permite entrar en comunicación con Dios. Dios escucha las oraciones de su pueblo y de toda su gente, sabe lo que cada uno necesita antes de que se lo pidamos. Confía y ora al Señor tu Dios, que Él te atenderá.
 
El libro del Eclesiástico describe las cualidades de Dios como juez: El Señor nuestro Dios; es un Dios clemente y misericordioso, lento a la colera y rico en piedad y misericordia. Dios escucha la aflicción de su pueblo y le atiende, lo bendice y lo fortalece más en los momentos más difíciles de su vida. Señor ten piedad de nosotros y escucha nuestras suplicas.
 
En la segunda lectura san Pablo se dirige a Timoteo y a su comunidad cristiana. San Pablo sabe que le queda pocos momentos de vida. Sabe que va a morir, y hace un recuento de su vida al definirse como un atleta que llega a la meta deseada: encontrarse con Dios durante su vida fue su mayor logro. Su felicidad radica en ser fiel a Jesús y a Dios, por eso exhorta a que la comunidad siga sus pasos en la oración, y en la entrega de su vida al servicio de Dios y de la comunidad.

P. Chava, SVD

Jesús en el pasaje del Evangelio nos enseña a orar con humildad y a que tengamos cuidado con compararnos con los demás, es más nos pide que no discriminemos a nadie, y que tampoco prejuzguemos a nadie. Porque nuestro orgullo puede ser nuestra mayor debilidad y pecado delante de Dios que todo lo sabe. Recemos unidos con un corazón contrito, por la salvación de la humanidad y para que el Reino de Dios se haga presente aquí y ahora en nuestro entorno.
P. Chava, SVD
 
La oración con fe y con un corazón contrito, es escuchada por Dios. Confiemos en su misericordia y con fe esperemos recibir los milagros de Dios en nuestras vidas. Unamos nuestra oración como cristianos, y unidos en una sola fe, formemos el pueblo que Dios se escogió, para transformar nuestra realidad. Que Dios Uno y Trino te bendiga a ti y a todos tus seres queridos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu santo, amén.
 
 P. Chava, SVD, es misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 


HOMILÍA: 30º TIEMPO ORDINARIO, CICLO C, 2025 P. CHAVA, SVD

HOMILÍA: DOMUND 2025 P. Chava, SVD

domingo, 5 de octubre de 2025

27º del Tiempo Ordinario – Ciclo C

27º del Tiempo Ordinario – Ciclo C
Habacuc 1,2-3;2,2-4; Sal 94; Timoteo 1,6-8.13-14;
5 de octubre de 2025
P. Chava, SVD

Tener fe, es un don de Dios. Dios nos trasmite la fe y nos la alimenta. Para seguir creciendo en la fe es necesario seguir unidos a Dios Uno y Trino, en una retroalimentación a través de la oración y de la vida misma, que nos da la ocasión de vivir nuestra fe en el día a día.
 
En la primera lectura el profeta Habacuc exalta el auxilio de Dios con una pregunta ¿hasta cuándo Dios? Ante la impotencia y la frustración, de no poder resolver el mal, se implora el auxilio de Dios.  El ser humano que tenga fe, confiara en la ayuda de Dios, para vencer el mal en el mundo. 
 En la segunda lectura los seguidores de san Pablo, son motivados a valorar y apreciar el regalo que Dios les dio, al trasmitirles la fe, y darles la autoridad de seguir trasmitiéndola, a las siguientes generaciones de cristianos; esto es por el rito de efusión del Espíritu Santo que es trasmitida: de persona a persona al imponer las manos sobre la persona de quien recibirá el Espíritu Santo.
 
P. Chava, SVD
En el evangelio: Jesús nos explica, que, para vivir y hacer milagros en nuestras vidas, no es necesario tener una fe grande, basta con tener una fe del tamaño de una semilla de mostaza; queriendo explicar que, a la fe, no se le mide por el tamaño, sino por la calidad de la “fe”, en “sí misma”. Señor aumenta nuestra fe, para que podamos ser tus testigos en el mundo, hombres y mujeres con fe, que tramiten la fe y viven con fe.
P. Chava, SVD
 
Señor tenemos fe en ti Dios Uno y Trino, ayúdanos con tu Divina Providencia a siempre esperar de Ti: bendiciones, milagros y acciones que generan vida. Señor te servimos con fidelidad y estamos agradecidos de conocerte, pues de Ti procede la vida y esta vida se sigue nutriendo de Ti, Señor Dios nuestro. Te bendecimos y te damos gracias Dios por todos los bienes recibidos, te damos gracias por la fe que nos trasmitieron nuestros antepasados y que con alegría transmitiremos a las nuevas generaciones.
 
P. Chava, SVD, es misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



 

Homilía: 27º Tiempo Ordinario, ciclo C, P. Chava, SVD.