martes, 28 de noviembre de 2017

Estar en vela, 1º de Adviento, Ciclo B

1º de Adviento, Ciclo B
Isaías 63,16b-17.19b;64,2b-7; Salmo 79; 1 Corintios 1,3-9; Marcos 13,33-37
3 de diciembre de 2017

P. Chava, SVD

Estar en vela, confiad en el Señor, en su eminente llegada. Estamos iniciando el tiempo de adviento y con él, nuestro inicio del ciclo B. Dios espera que el pueblo sea fiel a la alianza, fiel a Dios, una forma de hacerlo es vivir con la espera y con el entusiasmo de recibir pronto a Dios en sus vidas.

P. Chava, SVD
En la primera lectura Isaías revive la memoria de Israel, pues el pueblo es obra de las manos de Dios, es su heredad, su pertenecía. Desafortunadamente por su conducta inmoral y rompedora de la alianza de Dios, ellos cayeron en pecados como la idolatría y otros.  Después de vivir en el exilio en Babilonia, el profeta Isaías invoca la presencia del Señor Dios de nuevo con su pueblo, para que sea quien lo proteja y lo reanime, pues el pueblo ha perdido la fe y la esperanza en el Señor después de su larga estancia en el exilio. Por eso el creyente nunca debe perder la fe y cantará el Salmo 79 “Oh Dios, restáuranos, que brille tu rostro y nos salve”.

San Pablo empieza dando gracias a Dios por que ha bendecido a los cristianos de la primera generación con su gracia, porque ellos comienzan a dar testimonio con sus vidas, dando gloria a Dios en obra y palabra, por eso les insiste a los cristianos que permanezcan unidos a Dios pues el Señor es fiel.
P. Chava, SVD
Jesús quiere que sus discípulos estén atentos y en guardia, que no se duerman ni se confíen en que no darán cuentas de su trabajo. Por eso cuenta esta parábola de un Señor que se va de viaje y confía en sus trabajadores en especial del velador. La condición del ser humano es reconocida por el fracaso y el desánimo. Por eso insiste Jesús a sus seguidores a que estén despiertos, para recibir a su Señor, no importando la espera y la hora de llegada, pues nadie puede predecir con exactitud el futuro de su llegada.

Dios confía en los cristianos, y en todas las personas que tienen fe, en que estén en vela, que no nos durmamos en nuestros letargos, en aquellas cosas que nos hacen alienar y enajenar con cosas del mundo. Muchas veces perdemos la vida, en vivir con intensidad o en intento de sobrevivir en la vida, más aun cuando vivimos en circunstancias que generan muerte, por consiguiente muchas veces no valoramos ni apreciamos la presencia de Dios en nuestras vidas, y por tanto ni lo buscamos ni lo esperamos. Por eso Jesús insistirá: “Dios es fiel”, y espera que nosotros le seamos fiel a Él, tanto en las buenas como en las malas circunstancia de nuestras vidas.


P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.















 
Esperar a Jesús

 
 

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