viernes, 19 de abril de 2024

Homilía: 3º Páscoa, ano B, poão. 2024 Pe. Chava, SVD

4º Domingo de Pascua, Ciclo B

 
4º Domingo de Pascua, Ciclo B
Apóstoles 4,8-12; Salmo 117; 1 Juan 3,1-2; Juan 10,11-18
21 de abril de 2024

P. Chava, SVD
El Pastor, es el que cuida, guía, alimenta, sana y da su vida por sus ovejas. Jesús es el “Buen Pastor”, y por tanto no quiere que se pierda una sola de sus ovejas (nosotros los creyentes), como discípulos (“ovejas”) le seguimos, porque creemos que él es el Mesías, es decir, el Cristo, por eso nos conocen en el mundo como “cristianos”, como fieles cristianos confiamos nuestras vidas y nuestras almas a Jesús, porque Él es: el “Buen Pastor”.
P. Chava, SVD
 
En la lectura de Hechos de los Apóstoles: Pedro, echa en cara la falta de fe del pueblo: “que tomaron la decisión de matar al Mesías”, no fueron capaces de reconocer a Jesús el nazareno, como el esperado de los tiempos. Pero Jesús además de ser el Mesías, es el Hijo de Dios que resucito de entre los muertos y es ahora la “piedra angular” que los arquitectos desecharon. Ahora Jesús es la base de muchas religiones, de muchas Iglesias, de muchos pueblos y culturas.
 
En la lectura de primera de Juan: el Apóstol Juan, nos da la seguridad de la filiación con Dios, ya podemos llamarnos hijos de Dios. En la Iglesia católico esto es por la unión con Cristo en los sacramentos como el bautismo, la eucarística, le fe, la Iglesia, todo esto y más, nos elevan a la dignidad de ser hijos de Dios, pero aun mayor será la gloria de la humanidad cuando vuelva de nuevo Jesús y se manifieste con poder y grandeza. Volvernos a encontrarnos con Jesús, mientras tanto nos toca evangelizar y vivir el Reino de Dios aquí y ahora.
 
P. Chava, SVD
Jesús, es el “Buen Pastor” que da la vida por sus ovejas, es decir, Jesús se entregó plenamente para salvarnos, a Jesús nadie le paga o le obliga para sacrificarse por la humanidad. Él dio su vida consciente libre y espontáneamente, lo hizo con su propia voluntad y para gloria de Dios. Jesús defiende al ser humano del mismo lobo que es el hombre mismo que quiere conquistar, esclavizar y destruir al mismo hombre. Jesús nos salva de nuestros egoísmos vicios y enfermedades. Por eso Jesús es el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas.
 
La fe católica se basa en Jesús como el Mesías esperado desde hace siglos, los sacramentos que administra la Iglesia giran en torno a Jesús, pues los sacramentos unidos a Cristo y su Iglesia son instrumentos de la distribución de la gracia de Dios. Jesús es para nosotros nuestra roca; nuestra fortaleza espiritual; es Jesucristo quien nos alimenta y da vida. Jesús es nuestro pastor y nosotros somos sus ovejas.
P. Chava, SVD
 
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.  



 

Homilía: 4º Pascua, ciclo B. Buen Pastor, P Chava, SVD

sábado, 6 de abril de 2024

3º de Pascua, Ciclo B

 

3º de Pascua, Ciclo B

Hechos de los Apóstoles 3,13-15.17-19; Salmo 4; 1 Juan 2,1-5; Lucas 24,35-48.

14 de abril de 2024 

 

P. Chava, SVD

Miren y vean: ¡Jesús ha resucitado!, está vivo. No es un fantasma, ni un espíritu, y mucho menos un producto de nuestra imaginación. Dejemos de dudar y miremos con fe, a Jesús el resucitado. Hoy en día también hay que reconocer a Jesús al partir el pan, es decir, en la eucarística, en ella está la presencia real de Jesús.

En Hechos de los Apóstoles, Pedro tomo la palabra y comenzó a predicar sobre la pasión de Jesús, como el enviado por Dios, pero su pueblo no le reconoció y murió en la cruz por ignorancia del pueblo y de sus líderes. Por otro lado, Cristo muere en la cruz para que se cumpliera, las escrituras, que anunciaron sobre los sufrimientos que tenía que padecer el Mesías.

P.  Chava, SVD
En la carta de San Juan, se desvela la verdadera manera de seguir al Mesías, de seguir a Jesús. Nos dice: quien guarda la Palabra de Dios y la cumple, ese se salvará porque ha dicho la verdad con palabras y obras. En cambio, quien no guarda la palabra de Dios ese un mentiroso, sobre todo cuando no vive la Palabra de Dios.

El Evangelio de Lucas, Jesús se aparece a sus discípulos, los consuela, los fortalece, y los anima aumentar su fe en él. Les pide que dejen de dudar y que confirmen con sus ojos lo que ven: el Mesías ha resucitado, miren su cuerpo, está vivo, no es un espíritu que no tiene cuerpo, por eso come el pescado que le ofrecen, para que vean que es real: de carne y huesos. Jesús nos confirma con las escrituras que el Mesías tenía que sufrir y morir. Que sus discípulos tienen que continuar con la tarea de evangelización y perdón de los pecados.

P. Chava, SVD

Jesús, Tú eres el camino, la verdad y la vida; sólo Tú tienes palabras de vida eterna; sólo comiendo tu cuerpo, tendremos vida eterna y con ello nos unimos a ti en la eucaristía al comulgar tu cuerpo y tu sangre. Señor en ti confío, te seguiré a donde quiera que nos lleves. Haga se en mí y en todos nosotros tu voluntad. Proclamaré tu mensaje de salvación con tus palabras de vida eterna. Señor bendice y ayuda a todas las personas que me piden una oración.

 P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.  



Homilía: 3º Pascua, ciclo B. Pan. P Chava, SVD

sábado, 30 de marzo de 2024

Pascua de la Resurrección del Señor

Pascua de la Resurrección del Señor

Hechos de los Apóstoles 10,34a.37-43; Salmo 117; Colosenses 3,1-4; Juan 20,1-9
31 de marzo de 20214
 
P. Chava, SVD

¡Jesús no está en la tumba! María Magdalena le busca, los discípulos también, y ahora los cristianos renovamos cada año esta historia de amor. Dios amo tanto al mundo que entrego a su único Hijo para salvar la humanidad. Pero también es el inicio del kerigma. Jesús vive, Jesús ha resucitado.
 
En la primera lectura los Hechos de los Apóstoles nos narra una síntesis de quien fue Jesús en sus últimos días y del proyecto de salvación que Dios consumo con la vida de Jesús. Se cumplió lo profetizado desde hacía siglos, la muerte de Jesús en la cruz, trajo vida eterna y perdón para todos los que tienen fe en Jesucristo. Por eso confía en el Señor, que te dará vida eterna.
P. Chava, SVD
 
En la segunda lectura en la carta a los Colosenses nos implica directamente en la salvación de la humanidad con la adhesión con Cristo. Tanto en la vida temporal como la eterna estamos unidos a Cristo, por eso tenemos que buscar los bienes y las bondades de Dios aquí en la tierra para alcanzar la eterna al final de los tiempos cuando venga Jesús en su gloria. Los cristianos nos unimos a cristo por el sacramento del bautismo y por la fe que vamos madurando a lo largo de nuestra existencia.
 
En el evangelio san Juan nos narra la resurrección de Jesús que murió en la cruz. En la mañana del domingo María Magdalena corre a ver a Juan y a Pedro para decirles que se han robado el cuerpo de Jesús que ya no está en la tumba. Pedro y Juan corren para ver el suceso, ambos vieron que la tumba está vacía y solo están las telas que cubrían a Jesús, ellos ahora creen en la resurrección de Jesús, que Jesús tenía que resucitar al tercer día como lo había anunciado.
P. Chava, SVD
 
El cristianismo surgió con el Kerigma, el primer anuncio de la buena noticia, la vida, pasión, muerte y resurrección de Jesús. El Mesías esperado llego, pero no le reconocieron y murió en la cruz, su muerte es un trauma difícil de superar. La catarsis de los Apóstoles, discípulos y seguidoras de Jesús se realizó cuando miraron la tumba vacía y en su lógica reflexionaron sobre la escritura y se dieron cuenta que tenía que ser así: morir para resucitar. Jesús está vivo y vive en los corazones de los fieles de cada comunidad, que profesa su fe en el Señor, en el Cristo.
 
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.  



 

Homilía: Domingo de Resurrección, ciclo B, 2024 P. Chava, SVD

martes, 19 de marzo de 2024

Domingo de Ramos - Ciclo B

 
Domingo de Ramos - Ciclo B
Isaías 50,4-7; Salmo 21; Filipenses 2,6-11; Marcos 15,1-39
24 de marzo de 2024
 
P. Chava, SVD


Comenzamos la Semana Santa con el Domingo de Ramos; las lecturas de este día nos anticipan la pasión del Señor del jueves y viernes santo, nos revelan el gran misterio de Dios: “el Hijo de Dios”; Jesús es el Cristo que muere en la cruz.
 
En la primera lectura Isaías, nos narra la actitud del siervo sufriente, que encara el dolor y las humillaciones por la fe que tiene puesta en Dios, confía en que el Señor no lo va a defraudar.  En medio de tanta maldad y en su soledad, el inocente, aún tiene esperanza en la misericordia de Dios.
 
 
P. Chava, SVD
En la segunda lectura Pablo, nos narra la Kénosis de Cristo, es decir, Jesús se despoja de todo:  dejando a un lado su condición de Hijo de Dios, se humilló hasta morir en la cruz, con toda clase de tortura y maldad, con su inocencia y su entrega nos pone el ejemplo de seguir a Dios hasta las últimas consecuencias, con esto Dios le dio poder en la tierra y en el cielo: le dio Nombre-sobre-todo-nombre, por tanto, Jesús es el Señor de señores. Nos compró con su sangre y su vida. Jesús nos salvó de nuestros pecados.
P. Chava, SVD
 
 
En el evangelio Jesús, colgado en la cruz dijo antes de morir: “Eloí, Eloí, lamá sabaktaní”. Que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” Y Jesús, dando un fuerte grito, expiró. El centurión, que estaba enfrente, dijo: “Realmente este hombre era Hijo de Dios”. Todo el evangelio de san Marcos nos crea el suspenso de pensar ¿quién esté Jesús?, y es en la cruz, por boca de un “pagano”, es decir de un no judío, que nos dice su verdadera identidad: “Jesús es el Hijo de Dios”.
 
Es mejor que muera el inocente para salvar a un pueblo, y no que muera un pueblo por un rebelde.  Fue uno de los argumentos de los líderes religiosos y civiles, para convencer al pueblo para matar a Jesús, pues era preferible que muera un hombre a que llegara la paz romana, es decir, la crucifixión en masa de los rebeldes. “La cruz”, que apacigua las rebeldías, los motines y que inhibe cualquier otro alzamiento del pueblo con ansias de cambiar el sistema, porque la muerte en la cruz es de las más dolorosas y humillantes de aquella época.
 
 
P. Chava, SVD
Pero Jesús no sólo murió por la decisión de unos hombres; Jesús realmente entrego su vida para salvarnos y mostramos cuanto nos ama Dios; con su muerte nos purifica de nuestros pecados. Nos devuelve la dignidad de hijos de Dios, Jesús vino a salvarnos por amor a Dios y a la humanidad entera. Jesús en ti ponemos nuestra vida y toda nuestra confianza.
  
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



domingo, 17 de marzo de 2024

5º de Cuaresma, Ciclo B

 
5º de Cuaresma, Ciclo B
Jeremías 31,31-34; Salmo 50; Hebreos 5,7-9; Juan 12,20-33
17 de marzo de 2024


P. Chava, SVD
 
Jesús murió para salvarnos, la muerte en la cruz fue el signo visible de su amor por Dios y la humanidad. La muerte en la cruz, se convierte de una evidente derrota y crisis en una digno de glorificación a Dios, pues la vida vence a la muerte, pues el amor vence al pecado y así comprendemos como es que Jesús nos salvó y amo, al morir en la cruz.
 
Jeremías renueva la alianza de Dios y su pueblo al repetir las palabras del Señor que dije: “inscribiré mi ley en los corazones de mi pueblo” así queda purificado y renovado, esto lo dice después de ver qué mismo pueblo que liberó de la esclavitud en Egipto ahora traiciona la alianza con Dios, al no cumplir sus mandatos. A pesar de eso Dios perdona, sana y convierte a su pueblo, lo redime de sus pecados y todo el pueblo se dará cuenta del amor de Dios y de su fuerza liberadora del pecado.
 
En la carta a los Hebreos nos recuerdan que Jesús no quería morir, pero por amor a la humanidad y a Dios lo hizo. Jesús, a pesar de ser Hijo, aprendió, dentro de un gran sufriendo, a obedecer en todo momento. Su muerte en la cruz nos dio nueva vida y se renovó la alianza para siempre. Jesús nos pone el ejemplo de amar sin límites, de servir sin medida y de entregar todo por amor a Dios y a la humanidad.
 
P. Chava, SVD

Jesús anuncia que ha llegado su hora, esta hora de darlo todo por amor a Dios, por obediencia a su voluntad, entregar su propia vida para salvar a la humanidad. Aclara Jesús que tiene que morir y dar su vida, quien pretenda seguirle tendrá que hacer lo mismo, dar su vida, para dar más mida a los demás. Por eso pide fidelidad a todos sus discípulos, quien quiera seguirle también tendrá que padecer y como Jesús cargar con su cruz; el martirio es el testimonio del creyente en el mundo, algunos tendrán que morir, por dice: “Os aseguro que, si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. El que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este, mundo se guardará para la vida eterna”.

P. Chava, SVD

Jesús, contemplo tu muerte en la cruz y me hace pensar en lo mucho que nos amas. Señor fortalécenos en nuestros dolores, cura nuestros males, sana nuestras heridas, danos vida eterna con la resurrección. Te amamos Señor, solo en ti confiamos y seguimos por una eternidad.
 
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



 

Homilía: 5º Cuaresma, ciclo B, 2024. Cruz. P. Chava, SVD.

sábado, 9 de marzo de 2024

Homilia: 4º Quaresma, ano B. CRUZ. Pe. Chava, SVD

4º de Cuaresma, Ciclo B

 
4º de Cuaresma, Ciclo B
2 Crónicas 36,14-16.19-23; Salmo 136; Efesios 2,4-10; Juan 3,14-21
10 de marzo de 2024
 


P. Chava, SVD

Tanto amo Dios al mundo que envió a su propio Hijo para salvarnos de nuestros pecados y de nuestro egoísmo que nos conduce a nuestra autodestrucción. Por tanto, Jesús es enviado por Dios para ayudar y salvar a la humanidad. Jesús es Dios y es hombre. Nos dice “el Credo de Nicea”: que Jesús es Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero; que Jesús siendo el Hijo de Dios se encarnó en nuestra realidad, al morir en la cruz por nuestros pecados, nos redime, nos justifica, es decir, nos salva para darnos vida eterna.
 
P. Chava, SVD
En la primera lectura, el Pueblo de Dios, está prisionero en el exilio en Babilonia, por causa de sus pecados, después de expiar sus pecados, Dio se vale del rey Ciro (rey de Persia) para liberar al pueblo de Israel de su esclavitud. El Señor se vale de todos para proclamar su gloria. Tanto de los opresores como de los oprimidos; pues el rey Ciro reconoce a Yahve como Dios y al mismo tiempo él se siente instrumento para hacer su voluntad, libera al pueblo de su esclavitud y se compromete a reconstruir el Templo de Jerusalén. Con todo esto, debemos aumentar nuestra confianza en Dios, pues Él actúa en nuestras vidas, mismo con los no creyentes.
P. Chava, SVD
 
San Pablo nos dice que hay que reconocer el amor de Dios. Pues por su gracia y la fe en Él somos salvados. Jesús es el mediador de tal gracia, pues nos dio a conocer el amor de Dios por toda la humanidad. Por otra parte, con la pasión muerte y resurrección de Jesús la humanidad entera es salvada en todos los tiempos posibles de su historia. Dios nos ama sin límites y Jesús es la prueba de su amor.
 
Juan en su evangelio nos dice que tanto amo Dios al mundo que nos envió a su Hijo único.  Este envió es un regalo y una muestra de amor a toda la humanidad. Pues Dios es el origen de la vida y al ver que su creación se perdió en su propio egoísmo, cayendo en el pecado y en su autodestrucción desenfrenada. El Señor nos da señales de esperanza de vida y del amor intenso que nos tiene, al enviarnos a Jesús. Dios muestra su amor con la muerte de Jesús en la cruz, para redención de nuestros pecados. Jesús nos atrae a Dios, nos sentimos llamados a hacer lo mismo dar la vida por los demás.
P. Chava, SVD
 
Señor permítenos ser instrumentos de salvación, de tu perdón, y sanación de nuestros males. Que la humanidad reconozca el amor Dios que es un amor sin condiciones. Que todos seamos signos vivos de tu voluntad en el mundo. Para amar y salvar.
 
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



Homilía: 4º Cuaresma, ciclo B. CRUZ. P. Chava, SVD

sábado, 2 de marzo de 2024

3º de Cuaresma, Ciclo B

 
3º de Cuaresma, Ciclo B 
Éxodo 20,1-17; Salmo 18; 1 Corintios 1,22-25; Juan 2,13-25 
3 de marzo de 2024
 
P. Chava, SVD
Estamos cerca de Semana Santa, la lecturas de hoy nos hablan de la muerte en la cruz, y porque en Jesús tendrá que cuidarse, porque defendió la casa de Dios, ante su antónimo el poder la riqueza oculta en el comercio.
 
 En la lectura del Éxodo nos recuerda que Dios le dio las tablas de la ley a Moisés: “los diez mandamientos”, que será la columna vertebral de la religión del judaísmo y sobre todo de las religiones monoteístas entre ellas el cristianismo. Salmo 18: “Señor, tú tienes palabras de vida eterna”. 
 
 En la segunda lectura Pablo nos habla que para muchos la muerte de Jesús en la cruz es incomprensible: para los judíos es un escándalo y para los demás es cuestión de necios. En la teología de Pablo el crucificado es el resultado de la sabiduría de Dios, pero para muchos no alcanzan, como es posible que Jesús muera en la cruz siendo él, el Mesías y el Hijo de Dios. ¿Por qué Dios lo permitió? La respuesta es por amor a la humanidad y obediencia a Dios. Por lo tanto, no olvidemos que la cruz es el paradigma del cristiano. 
P. Chava, SVD
 
En el Evangelio de Juan nos muestra el celo de Jesús por defender la dignidad de la casa de Dios por encima del valor económico y comercial que puede llegar a convertirse la religión cuando es mal interpretada y manipulada, por la codicia de los hombres. ¡Para Dios la parte interna supera la externa! Por eso importante comprender la voluntad de Dios y ponerla en práctica. Este relato, también nos anticipa lo que va a pasar con Jesús después de su muerte en la cruz, va a resucitar: los discípulos comprendieron esto más tarde. Cuando decía destruir el templo y levantarlo en tres días, se refería a Jesús que resucitaría al tercer día. 
 
 El templo es el espacio físico donde nos encontramos con Dios y con nuestros hermanos en comunidad, donde pasamos el tiempo en comunidad e interactuamos juntos para ir descubriendo lo que Dios nos dice en su palabra con la liturgia, la Biblia, las reuniones de comunidad y que juntos construiremos el Reino de Dios según nuestra vocación y con todo lo que Dios nos da: carismas, dones, talentos, para que nuestras acciones pastorales y vida en la misión demos gloria a Dios con los frutos que demos de palabra y de obra.  
P. Chava, SVD

P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



Homilía: 3º Cuaresma, ciclo B. Expulsión. P. Chava, SVD.

viernes, 23 de febrero de 2024

Homilía: 2º Cuaresma, ciclo B. 2024. Transfiguración. P. Chava, SVD

2º de Cuaresma – Ciclo B

2º de Cuaresma – Ciclo B
Génesis 22,1-2.9-13.15-18; Salmo 115; Romanos 8,31b-34; Marcos 9,2-10
25 de febrero de 2024
 
P. Chava, SVD
En este segundo domingo de cuaresma queremos reflexionar sobre cómo el ser humano se relaciona con Dios, que es su creador. Desde la antigüedad, el ser humano busca a Dios en la intimidad, es decir, en el silencio; busca a Dios, en lo sublime, como el acto de subir a una montaña; busca a Dios para tener respuestas existenciales, para eso hay que escuchar al Señor; busca a Dios con lenguaje especifico, como puede ser desde la liturgia y con la oración desde el corazón. ¿y tú donde te encuentras con Dios?
 
En la primera lectura del libro del Deuteronomio vemos como Dios pone a prueba la fe de Abrahán, le pide que sacrifique lo más valioso que tiene, su propio hijo. De hacerlo se quedará sin nada, sin hijo y sin descendencia. Es inexplicable, como la seguridad de futuro se puede ir en un momento. Por increíble que parezca Abrahán está dispuesto hacerlo. Por eso llego a convertirse en el padre de la fe, pues nos pone de ejemplo que está dispuesto asumir la voluntad de Dios, sin comprender del todo el misterio de Dios.
P. Chava, SVD
En la segunda lectura de Pablo a los romanos, nos hace ver a Jesús como el Hijo de Dios que nos salvó de nuestros pecados, que es además nuestro intercesor. Afirma Pablo: “si Dios está de nuestro lado”, nada ni nadie nos puede hacer daño, por eso dejemos de tener miedo y confiemos en el Señor, que nos ayuda y nos salva de nuestros pecados, de nuestros males y de todo aquello que atenta contra nuestra vida. Contempla la cruz y mira a tu salvador: “Jesús”.
 
El evangelio según san Marcos: Jesús lleva sólo a tres de sus discípulos, ellos son los testigos a quienes les tiene confianza, para revelarles el gran misterio: “Jesús es el Hijo de Dios, a quien tenemos que escuchar para cumplir la voluntad de Dios”. En este contexto se desvela el misterio Jesús es el Mesías esperado y es reconocido como el Hijo de Dios; se escucha la voz de Dios y con autoridad nos pide, que escuchemos a Jesús, por ser el Hijo amado del Señor, en quien se complace. Pero esto es un secreto que solo se puede desvelar después de la pasión de cristo en Jerusalén.  Es un anticipo a la resurrección de Jesús y de su misión en el mundo.

P. Chava, SVD
Subir a la montaña para buscar a Dios es un gesto de esfuerzo y sacrificio, permanecer atento a la voz de Dios y cumplir su voluntad, es cuestión de escucha y fidelidad. Y tú, ¿dónde buscas a Dios? Escuchas su voz, su mensaje de salvación. ¿Qué haces para cumplir su voluntad en tu vida? Quien confía en Dios, se salvará, tendrá muchas bendiciones y alcanzará su plenitud en la vida. No tengas miedo, cree en Dios, pues te ama y te ayuda en todo momento.
 
P. Chava, SVD. Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.