viernes, 24 de julio de 2015

“Denles de comer”,17º del Tiempo Ordinario – Ciclo B

P. Chava, SVD
 17º del Tiempo Ordinario – Ciclo B
2 Reyes 4,42-44; Salmo 144; Efesios 4,1-6; Juan 6,1-15
26 de julio de 2015
 
“Denles de comer”, es el mandato imperativo de Dios, cubrir las necesidades básicas de la humanidad: comida, agua, tierra, vivienda, vestimenta, salud, estudios, seguridad, trabajo, etc. En un mundo tan diferente en continentes y países tan distintos unos de los otros, nos encontramos con un gran abismo de diferencias raciales, culturales, económicas, políticas, religiosas, etc. Estas grandes diferencias se incrementa cuando miramos el bienestar de un grupo social, que somete y esclaviza al más débil, al más pobre y al más enfermo por la corrupción. Dios hace justicia cuando un cristiano o el creyente crea una nueva humanidad al compartir los bienes para aliviar los males y las necesidades de las personas.
 
El profeta Eliseo, con mucha fe dice al criado que dé las primicias: “los veinte panes de cebada y el grano recién recogido” y lo reparta para que coman cien personas. El criado dice que no alcanzará la comida para tanta gente, pero Eliseo cita al Señor “Porque así dice el Señor comerán y sobrará”. Su fe funcionó y el milagro sucedió.
 
P. Chava, SVD
San Pablo da a los Efesios unas orientaciones para que vivan en comunidad: tienen que estar unidos en un solo Señor, una sola fe y  un solo bautismo; tienen que ser tolerantes con el prójimo por amor a ellos; su relación y trato con los demás tiene que ser desde la humildad, amabilidad y comprensión; y sobre todo que tengan a Dios como Padre.
 
Jesús pone a prueba la fe de Felipe, lanzándole el reto de comprar comida para dar de comer a más de cinco mil personas; Felipe ve que es imposible, porque ni doscientos denarios bastaría para comprar pan para tanta gente, apenas hay un joven con sólo cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es eso para una gran multitud? Jesús ordena que se sienten, Él bendice la comida y se produce el milagro, comieron todos hasta saciarse e incluso con las sobras se juntaron doce canastos, la multitud comprendieron  que Jesús es el profeta que esperaban y lo querían proclamar rey por tal hazaña.
 
Dios Uno y Trino: Padre de bondad y justo que hace brillar el sol y caer la lluvia sobre buenos y malos; Señor Jesús, hermano nuestro que nos haces comprender que el amor consiste en compartir los bienes terrenos y espirituales con nuestro prójimo; Espíritu Santo, fortalécenos y has que nos unamos para formar un solo pueblo unidos en el amor de Dios con la humanidad que quiere un mundo más justo, más fraterno, donde Reine Dios en nuestras mentes y en nuestros corazones.  
 
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

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