miércoles, 8 de octubre de 2014

El placer de comer y beber, 28 Tiempo Ordinario

P. Chava, SVD
28 Tiempo Ordinario

Isaías 25,6-10a; Salmo 22; Filipenses 4,12-14.19-20; Mateo 22,1-14
Domingo, 12 de octubre de 2014

 

El placer de comer y beber, es el placer de vivir y alimentarse con la esperanza de vivir a pesar de los problemas, es mirar para adelante y saber que las cosas mejoraran, es tener la confianza en Dios y saber que Él nunca nos abandona, sino al contrario, se hará su justicia y esta justicia nos traerá prosperidad.


P. Chava, SVd
Isaías, consuela al Pueblo de Israel que vive la esclavitud en Babilonia, con metáforas que Dios le dice. Dejarán de sufrir y llorar, volverán a su casa en Sión y ahí comerán y beberán en abundancia, el Reino de Dios se hará presente para ellos, ya no habrá tristeza sino alegría. Como dice el Salmo 22 Habitaré en la casa del Señor por años sin término.

Pablo, expresa la realidad del misionero que sigue a Cristo, tanto en la pobreza como en la riqueza, todo es incierto, Dios nos puede guiar por caminos desconocidos, y no escoge a los mejores capacitados, sino capacita a sus escogidos a vivir en la realidad y sus circunstancias; Y esto es amor y fidelidad a Dios y a Cristo en compartir su mensaje de salvación, pues el misionero no está a sueldo, no es un mercenario, y menos puede comercia con el mensaje de Dios, por tanto, Dios nos envía a anunciar su mensaje con dignidad a los pobres como a los ricos, y con ellos adaptarnos a su entorno.


P. Chava, SVD
Jesús,  narra que el Reino de Dios es igual al banquete de una boda de un príncipe, sólo pueden estar los invitados pero después del desaire de ellos la invitación es de los que están en marcha en los caminos, pero sólo puede permanecer en el banquete los que están preparados para disfrutar de la boda, “con un traje adecuado”; lo mismo será entrar en el reino de Dios, es para quienes están preparados a seguir a Cristo y vivir el Reino de Dios aquí en la tierra con alegría: los que están en marcha.

Saber que Dios reinará, es saber que el mal y no vencerá, y que  la muerte estará limitada con la vida eterna; es tener la confianza que en el mundo actual hay hombres y mujeres que viven para hacer un mundo más justo y más humano; es saber potenciar el bien de cada persona para vivir el Reino de Dios con alegría.


P. Chava, SVD
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.





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