domingo, 4 de mayo de 2014

Al partir el pan, 3º domingo de Pascua

P. Chava, SVD

3º domingo de Pascua, 4 de mayo de 2014
Hechos de los Apóstoles 2,14.22-33; Salmo 15; 1 Pedro 1,17-21; Lucas 24,13-35.

Pedro, en su discurso exhorta a los judíos y al que lo que escuche que la muerte de Jesús no fue un fracaso, sino es realmente la muestra de la fidelidad de Jesús y su amor incondicional al Padre y a la humanidad, pues la muerte Jesús trajo salvación y abrió las puertas a la resurrección; con su entrega incondicional al Padre, Jesús murió en la cruz, pero Dios lo resucito. El salmo 15 nos dice que Señor, me enseñarás el sendero de la vida.
Cristo del Perdón y del Consuelo,
Parroquia Virgen del Alba

Pedro, nos recuerda que el sacrificio del cordero sin mancha, es decir, de Jesús; fue la mejor ofrenda de rescate por la humanidad, para que se les perdonen los pecados y tengan vida eterna; la salvación no se compra con dinero, sino que es gratuita, pues Jesús nos ha salvado con su vida, por eso ponemos nuestra fe y esperanza en el Señor, pues nos ama tanto que da la vida por nosotros.

Jesús, recuerda a los discípulos las escrituras y les hace ver como el Mesías tenía que padecer. Los discípulos sentían arder su corazón cuando escuchaban las escrituras; pero fue en casa, al partir el pan cuando reconocieron que tenían a Jesús, compartiendo el pan y las escrituras. Después fueron y lo contaron a los demás discípulos, así es la vida de la comunidad cada vez que vamos a misa, o participamos de algún sacramento, o de un grupo parroquial que nos ayude a entender y vivir la vida de Jesús y del Reino de Dios y su justicia.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

 

 

 





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