sábado, 14 de septiembre de 2024

24 Tiempo Ordinario, Ciclo-B

 
24 Tiempo Ordinario, Ciclo-B
Isaías 50,5-9ª; Salmo 114; Santiago 2,14-18; Marcos 8,27-35
15 de septiembre de 2024
 
P. Chava, SVD
En un mundo donde el dolor de los que sufren es tan evidente, donde las decisiones se tienen que hacer pensando en todas las consecuencias, y muchas veces se escoge el mal menor, es decir, “el mal que haga menos daño”. Por eso el Señor, no quiere migajas de nosotros, nos pide todo nuestro ser, es decir, lo que somos y lo que tenemos, para ayudar y aliviar el dolor y sufrimiento de nuestro prójimo.
 
En la primera lectura descubrimos que “el tercer Isaías”, del libro del profeta Isaías, que vivió el exilio del pueblo de Israel en Babilonia trata de consolar al pueblo al narrarles sobre: “el siervo fiel que sufre ultrajes”, pero este siervo es consolado con la presencia de Dios. Pues en su debilidad humana se hizo fuerte con la ayuda de Dios. Y sólo le basta sentir la presencia de Dios para salir de la tribulación con una gran fortaleza en el Señor.
 
En la segunda lectura del libro de Santiago, encontramos la predica del apóstol sobre como demostrar la fe, y esto es con las obras de caridad, al hermano que está desprotegido. Pues la comunidad cristiana tiene que ser modelo de humanidad, de caridad, de fe, no podemos vivir indiferentes ante el dolor y sufrimientos de nuestros hermanos que les faltan cosas para vivir con dignidad.
P. Chava, SVD
En el evangelio Jesús quiere tomar conciencia de que piensa la gente y sus discípulos sobre Él, además anuncia va ser rechazada y humillado, incluso que va morir. Jesús cierra filas y pide coherencia en el seguimiento de sus discípulos. Quien quiera ser su discípulo desde ahora en adelante tendrá que cargar con su cruz y anunciar la Buena Nueva. La ironía es que donando la vida es como se salva la vida, pues quien entrega su vida por amor a Jesús y su mensaje de salvación, obtendrá la vida eterna y seguirá unido a Cristo.
 
P. Chava, SVD
El mandato de Jesús es cargar con nuestra cruz y seguirlo, por eso para el cristiano, la vida cobra sentido, cuando se entrega así mismo en amar y servir a Dios y a su prójimo. Porque quien lo da todo, salva a la humanidad, porque no se olvidado del ser humano que está sufriendo y padece diversos dolores, como el hambre, la guerra, la falta de servicios para vivir dignamente como la salud, los estudios, etc. Estamos viviendo tiempos difíciles, por la pandemia del Covid-19, donde tenemos que sacar lo mejor que tenemos: el amor al prójimo y a Dios.

P. Chava, SVD
 
P. Chava, SVD. Es Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario