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Tiempo Ordinario, Ciclo-B
Isaías 50,5-9ª; Salmo 114; Santiago 2,14-18; Marcos
8,27-35
15
de septiembre de 2024
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P. Chava, SVD |
En un
mundo donde el dolor de los que sufren es tan evidente, donde las decisiones se
tienen que hacer pensando en todas las consecuencias, y muchas veces se escoge
el mal menor, es decir, “el mal que haga menos daño”. Por eso el Señor, no
quiere migajas de nosotros, nos pide todo nuestro ser, es decir, lo que somos y
lo que tenemos, para ayudar y aliviar el dolor y sufrimiento de nuestro
prójimo.
En la
primera lectura descubrimos que “el tercer Isaías”, del libro del profeta
Isaías, que vivió el exilio del pueblo de Israel en Babilonia trata de consolar
al pueblo al narrarles sobre: “el siervo fiel que sufre ultrajes”, pero este
siervo es consolado con la presencia de Dios. Pues en su debilidad humana se
hizo fuerte con la ayuda de Dios. Y sólo le basta sentir la presencia de Dios
para salir de la tribulación con una gran fortaleza en el Señor.
En la
segunda lectura del libro de Santiago, encontramos la predica del apóstol sobre
como demostrar la fe, y esto es con las obras de caridad, al hermano que está
desprotegido. Pues la comunidad cristiana tiene que ser modelo de humanidad, de
caridad, de fe, no podemos vivir indiferentes ante el dolor y sufrimientos de
nuestros hermanos que les faltan cosas para vivir con dignidad.
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P. Chava, SVD |
En el evangelio Jesús quiere tomar conciencia de que piensa la gente y sus
discípulos sobre Él, además anuncia va ser rechazada y humillado, incluso que
va morir. Jesús cierra filas y pide coherencia en el seguimiento de sus
discípulos. Quien quiera ser su discípulo desde ahora en adelante tendrá que
cargar con su cruz y anunciar la Buena Nueva. La ironía es que donando la vida
es como se salva la vida, pues quien entrega su vida por amor a Jesús y su
mensaje de salvación, obtendrá la vida eterna y seguirá unido a Cristo.
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P. Chava, SVD |
El
mandato de Jesús es cargar con nuestra cruz y seguirlo, por eso para el
cristiano, la vida cobra sentido, cuando se entrega así mismo en amar y servir
a Dios y a su prójimo. Porque quien lo da todo, salva a la humanidad, porque no
se olvidado del ser humano que está sufriendo y padece diversos dolores, como
el hambre, la guerra, la falta de servicios para vivir dignamente como la
salud, los estudios, etc. Estamos viviendo tiempos difíciles, por la pandemia
del Covid-19, donde tenemos que sacar lo mejor que tenemos: el amor al prójimo
y a Dios.
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P. Chava, SVD |
P.
Chava, SVD. Es Misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra
Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.
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