1er de Cuaresma, Ciclo B
Génesis 9,8-15; Salmo 24; 1 Pedro 3,18-22; Marcos 1,12-15
18 de febrero de 2024
P. Chava, SVD |
Dios es misericordioso y renueva su creación.
Nosotros por ser hijos de Dios, recibimos la oportunidad de convertirnos: de
volvernos a Dios y cambiar de conducta, para obtener una vida en plenitud.
En libro de
Génesis, Dios hace un pacto con Noé de no volver hacer otro diluvio para acabar
con el pecado que había en los seres humanos. Desde entonces el
arcoíris se convirtió en un símbolo de memorial, justicia, paz y alianza, entre
Dios y el hombre, para recordad su alianza entre ambas partes.
P. Chava, SVD |
La carta de
Pedro, nos recuerda la pasión de Jesús: muerte y resurrección para rescatarnos
del pecado y de la muerte. Jesús cumple la voluntad de Dios de salvar a la
humanidad de sus pecados, por eso le debemos la vida a Dios y a Jesús, que nos
aman tanto, que son capaces de dar su propia vida para salvarnos y darnos más
vida en plenitud.
El evangelio
de Marcos describe a Jesús como un vencedor de sus tentaciones, como una
persona que se preparó por 40 días, en desierto con ayuno y oración. Después de
saber que han encarcelado a Juan el Bautista comienza su predicación sobre el
Reino de Dios por la zona de Galilea. Su mensaje principal es la conversión
personal y el recibimiento de la Buena Noticia. El Reino de Dios está
comenzando su expansión en la persona de Jesús y de sus seguidores que serán
los futuros mensajeros de la Buena Noticia.
P. Chava, SVD |
Dios nos
invita a cambiar de vida, no de forma violenta, siempre de manera persuasoria
con la salvación de la humanidad. Pues el ser humano es dueño de su destino
conforme a las decisiones que haga. En respuesta a los estimulados usados por
Dios y las personas, encontraran la vida y la salvación. Jesús nos trae la
salvación con su presencia y su mensaje de salvación.
P. Chava, SVD |
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