viernes, 27 de febrero de 2015

Obedecer, 2º de Cuaresma - Ciclo B

P. Chava, SVD
2º de Cuaresma - Ciclo B
Génesis 22,1-2.9-13.15-18; Salmo 115; Romanos 8,31b-34; Marcos 9,2-10
Domingo, 1 de marzo de 2015


 Obedecer, es ceder la voluntad a otra persona o a Dios, pero ¿hasta qué punto la obediencia es autentica o necesaria?, tenemos muchos ejemplos de disciplina y entrega en los pasajes bíblicos. Pero lo que no tiene sentido es obedecer por obedecer, por eso la obediencia cobra sentido cuando es para un bien mayor: para generar vida; para mostrar el amor total, por eso el sacrificio cobra sentido: "el darlo todo", cuando es por amor.

 Abrahán, obedece a Dios y lleva a su hijo Isaac para que sea "sacrificado" para Dios. Cuando estaba todo para realizarse el rito de sacrificio, es el mismo ángel quien por órdenes de Yahvé detiene el sacrificio de Issac, y es ahí que se pronuncia Dios a Abrahán que por mantener su fidelidad, su descendencia será incontable y que el pueblo que se forme de esta dinastía, será él que santifique a todas las naciones de la tierra. Por eso cantemos como dice Salmo 115 “Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida”.


P. Chava, SVD
 Pablo, nos habla que Dios asumió el sacrificio de Jesús para salvación de la humanidad, por tanto en Jesús colocamos nuestra esperanza de vida eterna y resurrección, en Jesús podemos confiar pues él nos rescato donando su vida para nuestra salvación.

 Jesús, sube al monte con Pedro,  Santiago y  Juan, ahí ellos presencian la trasfiguración de Jesús, incluso llegan a percibir a dos hombres: a Elías y a Moisés. Dentro de toda esta riqueza de símbolos y significados Jesús anuncia su final: que tienen que bajar a Jerusalén para padecer, y dice a sus discípulos que lo tienen que seguir. El subir a la montaña, nos recuerda el lugar de encuentro con Dios, el ver a un profeta y aun patriarca, les da la seguridad a los discípulos de la tradición judía: la ley y los prefectas; y por último están seguros de seguir a por Dios, por la voz de Yahvé, que nos recuerda la unción y bendición de Dios para sus mensajeros.


El amor, puede conducir a la locura, y es en la cruz donde contemplamos el amor total de Jesús por Dios y por la humanidad, es en la entrega total donde Jesús nos redime de nuestros pecados, nos pone el gran ejemplo de seguirle y seguir a Dios, no de forma siega, sino con un sentido de pertenecía y de amor. Por eso, cuando dedico mi tiempo para ayudar al prójimo, para sanar sus heridas, para ayudarlo a salir de sus debilidades y carencias: comida, vivienda, educación, salud, etc., y aunque todo esto me requiera un gran sacrificio, vale la pena ante Dios y mi prójimo, pues hago presente el Reino de Dios y su justicia aquí y ahora, entonces cobra sentido mi amor por Dios y por la humanidad.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.




2 comentarios:

  1. ¡¡¡Q Bonita la reflexion!!!.¡¡Es cierto!!!, hacer la voluntad de Dios es xq ¡¡¡confiamos en el completamente!!!!, y nos va ha dar ¡¡¡ lo mejor!!!!;).En las fotos se te ve ¡¡¡llevando tu alegria a los demas!!!

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