sábado, 27 de diciembre de 2014

La familia es como un muro solido, La Sagrada Familia: Jesús, María y José - Ciclo B

P. Chava, SVD
La Sagrada Familia: Jesús, María y José - Ciclo B
Eclesiástico 3,2-6.12-14; Salmo 127; Colosenses 3,12-21; Lucas 2,22-40
Domingo, 28 de diciembre de 2014


 La familia es como un muro solido, cada miembro es un ladrillo y la mezcla que los une es el amor, el cariño, el sacrificio, la humildad, la pertenecía, y muchos valores que comparten entre sí. Una familia unida, podrá estar en las buenas y en las malas, podrán soportar las cargas que vengan y resistir los embates del tiempo, podrán sostenerse a sí mismos y a otras familias y podrán llegar gravar en sus muros sus historias. Por tanto la familia es el núcleo de la sociedad y de la Iglesia domestica, en ella se imparten las primeras enseñanzas, los valores, las creencias y la fe, porque cada familia forma hombres y mujeres que repetirán los esquemas mejor o peor, pero que cada uno no deja de ser valioso e imprescindible.


P. Chava, SVD
Eclesiástico, nos da el consejo de horrar al Padre y a la Madre, pues ellos con su experiencia y amor nos dan vida; pero por ley de vida algún día sus fuerzas y habilidades se verán reducidas, ahí está la oportunidad de los hijos en devolver el cariño y el amor que recibieron de sus padres y de las personas que los educaron y dieron, en su tiempo, cuanto ellos necesitaban. Dios pide a los hijos que respeten y horren a sus padres con dignidad. Por eso como dice el salmo 127 “Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos”.

Pablo, exhorta a la comunidad a vivir en paz y en armonía, por medio del perdón y la misericordia y con muchos otros valores cristianos como la bondad, la humildad, la dulzura, la comprensión, pero sobre todo que vivan con amor los unos a los otros. En aquella época el padre como cabeza de familia tenía que respetar y hacerse respetar, la madre como los hijos unidos al padre formaban un hogar con derechos y obligaciones.

Jesús, es purificado como marca la ley de Dios, también es la ocasión para Simeón y Ana, para conocer al Mesías y para profetizar sobre él y su madre. Con todo esto vemos como Jesús es el Emanuel (el Dios con nosotros), es el consuelo y la esperanza para un pueblo que vive la invasión de los Romanos, es la posibilidad de entender que la fe de la familia, será la impronta de liberación y consumación de la revelación de Dios. Ya no son profecías es realidad: ¡el Mesías esta aquí!, el Reino de Dios está llegando, en un marco familiar.

P. Chava, SVD
La religión cristiana católica tiene como núcleo y fuente de la propagación de la fe a la misma familia cristiana, pues ella es Iglesia domestica: en ella nace, crece y se desarrolla  la fe que vivirá cada cristiano educado por sus padres y familiares que quieren que sus descendientes y parientes cercanos vivan unidos a Cristo y su Iglesia. Las lecturas nos muestran la gratificación de vivir en una familia que profesa su fe, pues en ella existirá el amor, la esperanza, la paz, la justicia de Dios y una infinidad de valores que les dará una identidad y un carácter frente a la humanidad y el mundo, no somos quizás iguales a la mayoría de las familias pero somos una familia cristiana, que inserta en el mundo, influye en él, para el bien común, es decir para construcción del Reino de Dios en la Tierra.



P. Chava, SVD

P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

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