P. Chava, SVD grupo carismático San Marcos Evangelista |
16 º Tiempo Ordinario
Sabiduría
12,13.16-19; Salmo 85; Romanos 8, 26-27; Mateo 13, 24-43
20
de julio de 2014
Dios está inherente en la humanidad, dicen que nadie ha visto, escuchado, sentido a Dios, más los que no creen o piensan en la existencia de Él en sus vidas, sin embargo para el creyente es más que obvio su presencia a lo largo de la historia de la humanidad, algunos guardan los relatos de vivencias extraordinarias entre el hombre y Dios en la Biblia, en sus diarios o en sus corazones.
Dios está inherente en la humanidad, dicen que nadie ha visto, escuchado, sentido a Dios, más los que no creen o piensan en la existencia de Él en sus vidas, sin embargo para el creyente es más que obvio su presencia a lo largo de la historia de la humanidad, algunos guardan los relatos de vivencias extraordinarias entre el hombre y Dios en la Biblia, en sus diarios o en sus corazones.
Sabiduría, reconoce el poder
y soberanía del único Dios verdadero, todos los demás dioses son falsos. Por
eso aclamemos como dice el salmo 85: Tú, Señor, eres bueno y clemente.
Pablo, habla de la ayuda
que da el Espíritu al creyente para su discernimiento personal, pues muchas
veces él se deja llevar por sus deseos y pasiones, perdiendo el horizonte de su
vida y de su ser.
P. Chava, SVD |
Jesús, dice que el reino de Dios se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero su enemigo sembró cizaña en el mismo campo. El Señor dice dejad que crezcan juntos hasta la siega; también dice que el reino de Dios se parece a una medida de levadura que fermenta tres medidas de masa; Jesús explica muy bien la parábola a sus discípulos: hace escatología de su explicación: al final de los tiempos el Señor vendrá y cosechara lo sembrado y apartará y castigará a los hombres malvados que ha permanecido por mucho tiempo en el mundo, y la gente buena tendrá lo justo: vivirá la gloria con el Padre, en la vida eterna.
Jesús, dice que el reino de Dios se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo, pero su enemigo sembró cizaña en el mismo campo. El Señor dice dejad que crezcan juntos hasta la siega; también dice que el reino de Dios se parece a una medida de levadura que fermenta tres medidas de masa; Jesús explica muy bien la parábola a sus discípulos: hace escatología de su explicación: al final de los tiempos el Señor vendrá y cosechara lo sembrado y apartará y castigará a los hombres malvados que ha permanecido por mucho tiempo en el mundo, y la gente buena tendrá lo justo: vivirá la gloria con el Padre, en la vida eterna.
P. Chava, SVD |
Las lecturas nos hacen reflexionar
que desde la creación Dios ha estado inherente en el mundo y de manera especial
en cada mujer y hombre. Los que tenemos ojos y oídos para ver y escuchar a
Dios, comprendemos su grandeza el inmenso amor que nos tiene, nunca nos deja
solos, siempre nos protege y acompaña a lo largo de nuestras vidas. La maldad
que hay en el mundo es real, hecha por personas egoístas, que solo se fijan en
sus intereses, pero sin embargo Dios pone la cura al poner personas buenas que
hacen de este mundo: un mundo de paz, de amor y de justicia, es decir, el Reino de Dios ya es evidente en nuestra
historia aquí y ahora.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón, (Diócesis de Getafe), Madrid, España.
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