Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – Ciclo A
Deuteronomio 8,2-3.14b-16a; Salmo 147; 1 Corintios 10,16-17; Juan 6,51-58
11 de junio de 2023
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P. Chava, SVD |
Jesús nos da,
de beber su Sangre y de comer, su Cuerpo, para que tengamos vida eterna.
Señor venimos a adorarte, a bendecirte, a alabarte. Dios es amor. Jesús su Hijo
da su propia vida, para que tengamos vida en plenitud. Al comulgar,
permanecemos en el amor de Dios que se da así mismo para alimentarnos y darnos
vida en plenitud.
En la primera
lectura el libro del Deuteronomio, nos hace recordar lo que hizo Dios, el Señor
de los ejércitos, con su pueblo escogido, cómo los liberó de la de la
esclavitud de Egipto. Además de auxiliarles en el medio de la desgracia de
vivir en el desierto. Dios salva al pueblo de morir: “de hambre y de sed”, en
el desierto. El señor les da el maná que viene del cielo y el agua que surge de
las piedras.
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P. Chava, SVD |
En la segunda
lectura San Pablo nos recuerda la importancia de la comunión con el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, pues nos ayuda a permanecer unidos en comunidad, al mismo
tiempo que nos alimentamos de Él. En un mundo donde pierde la fe, el creyente
se hace fuerte y es fiel a Dios, cuando comulga la eucaristía, recordando el
amor de Jesús hacia su pueblo, al donar su vida para salvarnos. Por eso nos
alimentamos de Cristo y vivimos en Él, para la eternidad.
En el Evangelio, Jesús nos dice una gran verdad, que
Él nos da vida eterna; además de estar en comunión Él y con el Padre; cuando
comulgamos su cuerpo en la fracción del pan, y bebemos su sangre en el vino,
consagrado. Surge así la vocación del Sacerdote, que consagra las especias del
pan y el vino, y por medio de la eplíquesis donde se invoca al Espíritu Santo,
se logra la transustanciación, por medio del rito consagración durante la misa,
el Sacerdote transforma las especies, del pan y el vino, en el verdadero Cuerpo
y Sangre, de Jesús, para así alimentar espiritualmente a la comunidad cristiana
y al mismo tiempo darnos vida en plenitud y aún más darnos, vida eterna.
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P. Chava, SVD |
En este tiempo de incertidumbre, confiemos en la
voluntad de Dios. Comulguemos y llenemos de la fuerza de Dios. Gracias Jesús,
por alimentarnos y permanecer unido a tu pueblo con la Eucarística. Te
bendecimos y te glorificamos Señor, porque sólo Tú, eres grande; Tú, eres tres
veces Santo, el Señor de señores; el Rey de reyes; Porque a Ti, Señor, te
pertenece, toda la gloria y poder, por los siglos de los siglos.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de
la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.
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