viernes, 4 de noviembre de 2022

32º del Tiempo Ordinario, Ciclo C

32º del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Macabeos 7,1-2.9-14; Salmo 16; 2 Tesalonicenses 2,16–3,5; Lucas 20,27-38
6 de noviembre de 2022
 
P. Chava, SVD

Seremos probados en la fe. En especial: cuando nos sintamos, perseguidos, señalados y excluidos por tener una fe en Dios. Será muy difícil expresar la fe en público. Porque siempre nos encontraremos con personas que quieren derribar nuestra fe. Pero nuestra fidelidad a Dios, hará de nosotros, testigos del amor de Dios, en el mundo. Encendiendo nuestra luz: “que es la fe en Dios”, en medio de la oscuridad del mundo. Habrá muchas provocaciones para apagar la fe de miles de personas, pero los que son fieles a Dios permanecerán con su luz encendida (su fe).
 
En la primera lectura encontramos: el testimonio de fe de los judíos, que prefirieron ser torturados hasta la muerte, antes que negar su religión y sus tracciones por amor a Dios y su pueblo. Murieron con la convicción en su fe, y sabiendo que Dios los resucitará. El Señor reconocerá su sacrificio. Por tanto, la sangre de los mártires es semilla de fe, para las nuevas generaciones.
 
En la Segunda lectura san Pablo, se dirige a la comunidad de Tesalónica, y les dice que él reza a Dios, para que consuele sus corazones y les dé fuerza para superar la maldad del ser humano. Al mismo tiempo san Pablo les pide que ellos hagan lo mismo por él y por su comunidad de corintio. Pide a Dios que dirija sus corazones hacia el amor de Dios y la paciencia en Cristo. Para así adoptar el ser de Dios que es: amor y misericordia, lento a la cólera y rico en piedad. 
P. Chava, SVD
 
En el evangelio, los saduceos quieren poner una trampa a Jesús con un dilema hipotético, con la ley del levirato, una viuda al no tener decendencia con su primer marido tiene el derecho de casarse con su cuñado para tener decendencia. A Jesús le plantean de quien será mujer la viuda después de muerta ya que se casó con los 7 hermanos y con ninguno de ellos tuvo decendencia. La respuesta de Jesús deja sin palabras a los oyentes: el vínculo conyugal deja de existir en la vida eterna, ya no hace falta estar casados. Jesús además afirma con todas las letras, que, sí hay vida eterna, es más Jesús expresa que Dios es: un Dios de vivos y no de muertos. Hasta el mismo Moisés lo sabía, al invocar a Dios como el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.
P. Chava, SVD

Las lecturas nos dicen la verdad, y nos hacen conscientes que el mal y la maldad del ser humano existen; que las personas buenas tendrán que superar muchas pruebas en la vida, pero con la ayuda de Dios todo es posible y superable, para ello es recomendable la oración de intersección, pues Dios consolará y fortalecerá los corazones de todos hijos que le piden ayuda. Con Dios de nuestro lado: nada es imposible y todo se soporta en el Señor; es más, nos garantiza la vida eterna, y ese mejor consuelo para todos los creyentes.  Tener a Dios en esta vida y en la vida eterna.
 
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.


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