25º del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Amos 8,4-7; Salmo 112; 1 Timoteo 2,1-8; Lucas 16,1-13
18 de septiembre de 2022
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P. Chava, SVD |
Las lecturas nos animan a ser personas justas con Dios
y los demás a la hora de administrar nuestros bienes terrenales. Es una invitación
a ser solidarios y caritativos con todas las personas en especial con las más
pobres.
En la primera
lectura, el profeta Amós, hace un llamamiento a la conciencia del pueblo, para
ser justos, de manera especial con los más pobres. Pues en ocasiones hay
personas, que solo velan por sus intereses personales y económicos, recurriendo
al fraude, al engaño y la explotación de los más desfavorecidos, aprovechándose
de su vulnerabilidad de pobreza, ignoración o su situación infrahumana. |
P. Chava, SVD |
La segunda lectura
es una exhortación a la oración por la salvación de toda la humanidad. Pues
Dios es misericordioso y quiere que todos los hombres y mujeres se salven. Pide
más oración de intersección para las personas que ocupan cargos de
responsabilidad religiosa o política, pues en ellos descansa el rumbo del
pueblo que están bajo su gobierno. La oración por los líderes es para sus
decisiones estén unidas a la voluntad de Dios, y al bien común de las personas.
Jesús nos dice en
el Evangelio, que los hijos de la luz (los seguidores de Jesús) tendrán que ser
tan astutos como los que viven en el mundo. Porque el Reino de Dios necesita de
gente astuta, gente viva, que sea creativa, que se mueva y arriesgue para
ganarse los corazones de las personas desde los lazos de la amistad y la
afectividad, vínculos que se crean desde los recursos que cada uno administra o
posee. Pues es bueno tener amigos en esta vida y en la vida futura, en la casa
de Nuestro Padre, Dios. Más vale despabilar y ser astutos como Jesús nos pide
aquí y ahora. El dinero, nunca tiene que ser un fin en sí mismo, sino una
herramienta, para ganar verdaderos amigos.
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P. Chava, SVD |
Dios quiere ver a
la humanidad libre de todo tipo de esclavitud. Por eso es notorio que envié
profetas para que nos recuerde que no podemos esclavizar, engañar y maltratar a
nuestros semejantes; digo esto, porque la historia nos muestra como el ser
humano llego a considerar a cierto tipo de personas inferiores, debido a sus
circunstancias, religiosas, culturales y sociales. Pero Dios Uno y Tino, nos
hizo libres y con derechos a vivir en plenitud, para esto es necesario que el
ser humano se humanice con los demás, sobre todo a la hora de ser justos al
compartir el conocimiento, los bienes materiales, y todo tipo de derechos
universales que les corresponde a las personas por el hecho de ser seres
humanos, he hijos del mismo Dios.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Verbo
Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.
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