27º del Tiempo
Ordinario – Ciclo C
Habacuc
1,2-3;2,2-4; Sal 94; Timoteo 1,6-8.13-14;
2 de octubre de
2022
En la primera
lectura el profeta Habacuc exalta el auxilio de Dios con una pregunta ¿hasta
cuándo Dios? Ante la impotencia y la frustración, de no poder resolver el mal,
se implora el auxilio de Dios. El ser humano que tenga fe, confiara
en la ayuda de Dios, para vencer el mal en el mundo.
P. Chava, SVD |
En la segunda lectura los seguidores de san
Pablo, son motivados a valorar y apreciar el regalo que Dios les dio, al
trasmitirles la fe, y darles la autoridad de seguir trasmitiéndola, a las
siguientes generaciones de cristianos; esto es por el rito de efusión del
Espíritu Santo que es trasmitida: de persona a persona al imponer las manos
sobre la persona de quien recibirá el Espíritu Santo.
En el evangelio:
Jesús nos explica, que, para vivir y hacer milagros en nuestras vidas, no es
necesario tener una fe grande, basta con tener una fe del tamaño de una semilla
de mostaza; queriendo explicar que, a la fe, no se le mide por el tamaño, sino
por la calidad de la “fe”, en “sí misma”. Señor aumenta nuestra fe, para que
podamos ser tus testigos en el mundo, hombres y mujeres con fe, que tramiten la
fe y viven con fe.
Señor tenemos fe
en ti Dios Uno y Trino, ayúdanos con tu Divina Providencia a siempre esperar de
Ti: bendiciones, milagros y acciones que generan vida. Señor te servimos con
fidelidad y estamos agradecidos de conocerte, pues de Ti procede la vida y esta
vida se sigue nutriendo de Ti, Señor Dios nuestro. Te bendecimos y te damos
gracias Dios por todos los bienes recibidos, te damos gracias por la fe que nos
trasmitieron nuestros antepasados y que con alegría transmitiremos a las nuevas
generaciones.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo Divino, Vicario de la
Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés, Madrid, España.
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