Pentecostés, Ciclo C
Hechos de los Apóstoles 2,1-11; Salmo 103; Romanos 8, 8-17; Juan 14,15-16.23b-26
5 de junio de 2022
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P. Chava, SVD |
Ven Espíritu Santo y se renovará la faz de la tierra, tendrá vida como al
comienzo del mundo; ven Espíritu Santo para ungirnos y llenarnos de ti, para
que así seamos tu templo; ven Espíritu Santo y envíanos a predicar la Buena
Noticia que nos trasmitió Jesús, por órdenes de Dios Padre.
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P. Chava, SVD |
En Hechos de los
Apóstoles nos narran el milagro de Pentecostés, los discípulos y la comunidad
cristiana estaban reunidos en el mismo lugar, fue entonces cuando el Espíritu
Santo en forma de viento y lenguas de fuego entro para ungirlos, como cuando
hizo lo mismo con Jesús en el río Jordán, lo ungió el Espíritu Santo para
enviarlo a predicar. Así vuelve a suceder el Espíritu del Señor unge a sus
elegidos para que prediquen al mundo entero, en este caso hasta los capacita
para hablar lenguas extranjeras.
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P. Chava, SVD |
En la segunda
lectura en la carta a los Romanos, san Pablo, les dice que ellos están en el
Espíritu: que el Espíritu de Dios habita en ellos; es el mismo Espíritu de
Cristo y no de otros; es el mismo Espíritu que resucitó a Jesús y que por tanto
vivificará sus cuerpos mortales; este Espíritu es de Dios, nos hace libres, nos
da la dignidad de ser hijos de Dios. San Pablo con todos estos argumentos
motiva a los romanos a tomar conciencia de que el Espíritu Santo habita en ellos
(también en nosotros, los cristianos), y supera al pecado y a la carne. Por eso
optemos por ser dignos hijos de Dios en adopción.
En el evangelio
según san Juan. Jesús instruye a sus discípulos, sobre la importancia de acoger
la palabra de Dios, que en ella encontramos sus mandatos. Quien lo haga,
muestra el amor a Jesús y al mensaje que viene del mismo Dios. En consecuencia,
muestra el amor a Dios y a Jesús. Quien se alimenta de la palabra Dios permite
que el Padre y el Hijo habite en él, pues en su mente y en su corazón está presente
los mandatos de Dios.
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P. Chava, SVD |
Hoy la Iglesia
renueva su nacimiento, pues con la llega del Espíritu Santo en Pentecostés, los
discípulos dejaron de sentir miedo y comenzaron a predicar el evangelio de Dios
a todas las personas con las que se encontraban, la Iglesia primitiva, nace en las
casas y va al mundo entero a fundar nuevas comunidades de amor; Señor envía tu
Espíritu Santo, para que seamos buenos discípulos dispuestos a dar la vida para
sembrar la palabra de Dios en la tierra.
P. Chava, SVD, Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Verbo Divino, Diócesis de Getafe, Leganés,
Madrid, España.
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