lunes, 16 de agosto de 2021

21 Tiempo Ordinario, Ciclo B, Jesús eucaristía.

Fidelidad, 21 Tiempo Ordinario, Ciclo B

Josué 24,1-2a.15-17.18b; Sal 33; Efesios 5,21-32; Juan 6,60-69

22 de agosto de 2021

 

P. Chava, SVD

Dios pide fidelidad a su pueblo y en concreto a cada hijo suyo. Por fidelidad podemos entender y comprender como un pacto de amor y respeto mutuo para toda la vida, incluso hasta la eternidad, por eso la pedagogía de Dios es de educar al pueblo en permanecer fiel a Él en su amor, porque es su Señor, y su Dios. Pero a pesar de que hubo algunas infidelidades por parte del pueblo o de algunas personas, nuestro Dios las perdona y las acepta como parte de su: “fragilidad humana”.

 

Josué convoca una asamblea con los líderes de las tribus de Israel para concientizar: ¿de qué lado están?; ¿si con el Señor que los libero de Egipto o con los nuevos dioses que hay en esta tierra prometida? Josué y su pueblo jurarán fidelidad al Señor y las otras tribus harán lo mismo, salvando así el monoteísmo y se afirma la primera ley de Dios: “no amaras a otro dios, más que al Señor tu Dios”.

P. Chava, SVD

Pablo hace eclesiología y compara el matrimonio “la unión del hombre con su mujer”, con la unión de Cristo y su Iglesia, una unión que es para valer: “por una eternidad”, dice además que todos los cristianos formamos a la Iglesia del Señor y que esta Iglesia es también el cuerpo místico de Cristo; la base del respeto y el amor hacen posible la unión eterna entre los miembros. 

Jesús está enojado por las falsas amistades y falsos seguidores, pues no comprendían su mensaje de salvación pues se escandalizaron y se alejaron para siempre cuando Jesús dijo: que Él es el pan bajado del cielo, y que este pan es su cuerpo y que este cuerpo da vida eterna, y quien quiere ser parte de Jesús tiene que comer su carne”. Jesús interroga a los discípulos y Pedro da testimonio de su fe, dice que Jesús es el Santo de Dios y sólo Él tiene palabras de vida eterna, por eso permanece fiel a Jesús.

P. Chava, SVD

 

Por lo visto, la fidelidad es la base de la unidad, del amor, de la estabilidad, junto con otros valores que pueden ser consecuencia del amor y fidelidad a Dios y a toda la humanidad. El cuidarnos en estos tiempos tan difíciles es muestra de esa fidelidad y amor que nos profesamos. Permanezcamos fieles a Dios, unámonos a Jesús en la eucarística, y juntos formemos comunidad en Cristo.

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocín y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona.



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