Génesis 2,7-9;3,1-7; Salmo 50; Romanos
5,12-19; Mateo 4,1-11
1 de marzo de 2020
Hoy es
nuestro primer domingo de cuaresma, las lecturas nos invitan a despertar
nuestro deseo de encuentro y reconciliación con Dios y con nuestros hermanos en
el mundo.
1 de marzo de 2020
P. Chava, SVD |
En la
primera lectura en el libro del Genesis, nos encontramos con el relato del
pecado original, donde Adán y Eva, son engañados por el diablo disfrazado como
serpiente y comen ambos el fruto prohibido por Dios, cuyo fruto les permitía distinguir
en entre lo bueno y malo. Cayeron en la tentación de llegar a ser como Dios si
comieran el fruto prohibido de Dios, los engaño la serpiente con esa mentira, su
traición a Dios tuvo como consecuencia, la expulsión del paraíso, trabajar por
su sustento, dolor y muerte, pues se convertirían en mortales.
En la
segunda lectura san Pablo, da una catequesis a los romanos, sobre la salvación
de la humanidad con la muerte y resurrección de Jesús, Él nos trabajo el perdón
de nuestros pecados y la vida eterna, con el buen ejemplo de cumplir la
voluntad de Dios hasta las últimas consecuencias.
En el evangelio según san Mateo,
encontramos a Jesús después de ser bautizado es impulsado por el Espíritu Santo
para ir al desierto. Jesús ahí, hizo ayudo y oración por cuarenta días, luego
de ese tiempo, Jesús llego a sentir hambre. Después de este tiempo su enemigo
el Diablo lo tienta con cosas muy buenas, para que abandone a Dios y se
complazca así mismo: para que dejé de tener hambre; para que muestre su poder
divino; para que se sacie de tener y poseer todo cuanto quiera, hasta el mundo
entero. Pero Jesús vence las tentaciones y comienza así el Reino de Dios con
un: “sí definitivo a Dios”, y una renuncia de sí mismo para salvar a la
humanidad; para santificar las obras de Dios con su vida y con su memoria. La
Iglesia lo hará con los sacramentos que Jesús nos dejó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario