16º del Tiempo Ordinario, Ciclo C
Génesis 18,1-10a; Salmo 14; Colosenses 1,24-28; Lucas 10, 38-42
Domingo, 17 de julio de 2016
Génesis 18,1-10a; Salmo 14; Colosenses 1,24-28; Lucas 10, 38-42
Domingo, 17 de julio de 2016
P. Chava, SVD. |
Permanecer en
el amor de Dios, es vital para la vivir, para crecer, para sentir su bendición
en la prosperidad y en la soledad, pues con el amor de Dios todo es posible, de
pasar de una situación de muerte a una que sea de vida, y vida en plenitud.
En el libro
de Génesis es Abrahán que acoge al forastero que pasa frente a su tienda, como
lo manda la ley del desierto, pero además intuye que estos tres forasteros son
especiales, es más descubre que es Dios en persona quien se ha dignado a pasar
cerca de su tienda, después de darles de comer y satisfacer sus necesidades ,
Abrahán le pide al Señor que lo bendiga, y Dios sin mayor dilación le
bendice con lo mejor que sabe hacer y es engendrar vida, y le concede tener un
hijo en una edad imposible de tener hijos. Dios bendice a Abrahán con un pueblo
y sus descendientes lo tendrán en la memoria del colectivo. Por eso el creyente
puede confiar en los milagros que hace Dios y cantar el salmo 14: “Señor,
¿quién puede hospedarse en tu tienda?”
P. Chava, SVD |
En el libro
de Colosenses, san Pablo hace teología: pues describe la Iglesia como el cuerpo
místico de Cristo, con una jerarquía, Cristo como cabeza y sus ministros son
sus elegidos para administrar la gracia de salvación, para proclamar la gloria
de Dios que se consigue al conocer a Cristo y al unirse a él por medio de los
sacramentos.
En el
evangelio Jesús apoya la decisión de María en que ella ha escogido la mejor
parte y nadie se la puede quitar, es decir, permanecer al lado de Dios, del
Cristo, de Jesús. En un mundo don nos exigen mucho para pensar, hacer, crear,
etc. Debemos también tener tiempo para descansar y llenarnos de Dios, como lo
hizo María.
P. Chava, SVD |
Quien escoge
estar unido a Dios por medio de los sacramentos, la oración, la liturgia, la
meditación, la vida diaria, se fortalece en alma espíritu y corazón, pues deja
de tener miedo y se hace fuerte en la adversidad, pues sabe que si Dios está de
nuestro lado nada es imposible, Dios obrara milagros en nosotros.
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo
Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de
Madrid, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario