Samuel 26,2.7-9.12-13.22-23; Salmo 102; Corintios 15,45-49; Lucas 6,27-38
24 de febrero de 2019
P. Chava, SVD |
Ama con
locura, hasta inclusive a los que no te aman. Dios es amor por definición, y
Jesús reitera esa enseñanza, el amor de Dios nos envuelve y nos invita a amar
inclusive a nuestros enemigos.
En la primera lectura David muestra su misericordia
y su consideración de no matar al ungido del Señor, mismo cuando es Saúl quien
busca a David con tres mil hombres para matarlo. David tuvo la oportunidad de
matar al Rey Saúl mientras dormía, pero no lo hizo, tomo su lanza como prueba
de que el Rey es vulnerable, y que David fue misericordioso al perdonar la vida
del Rey Saúl.
P. Chava, SVD |
En la segunda lectura san Pablo hace una
comparación entre Adán y Jesús, (el segundo Adán), el primero es de carne como
todos nosotros, y el segundo Adán es
divino y es espiritual, porque es Jesucristo, de quien habla, porque es Dios e
Hijo de Dios, a él nos asemejaremos al unirnos a Cristo. Por eso el ser humano
pasa por las dos fases, por la carne y por el espíritu.
En el Evangelio, Jesús da unas normas de conducta
tanto en ética y moral, es decir, tanto
en forma de pensar y de actuar con los demás de manera especial con los que nos
odian, nos hacen el mal y de manera especial de nuestros enemigos. La forma de ser con ellos tiene que ser desde
el amor y no de la venganza y del odio, es imposible, de pensar y reaccionar
desde el amor cuando la persona esta herida y lastimada, pero la forma de
vencer al mal sólo se puede hacer desde el perdón y del amor, como nos dice
Jesús.
El perdón y el amor es un acto
divino, pero también es muy humano y de grandes personas quien lo llegan a
vivir y asumir en sus vidas. Para la gran mayoría nos gusta amar y perdonar a
nuestros amigos, parientes y familiares, pero Jesús nos exige que amemos más
allá de nuestros límites, que amemos sin medida y sin miras a quien amamos;
Jesús nos exhorta a que amemos de verdad, que amemos inclusive hasta las
personas que nos han hecho el mal y nos odian; para así cambiar nuestra realidad,
es decir, convertir un mundo de venganza, hecho por la ley del talión: “de ojo
por ojo y diente por diente”, encubierta y justificada por la justicia de un
equilibrio de devolver el mal por el mal, pero Jesús nos invita a construir el Reino
de Dios se hace presente en cristianos que aman de verdad, basados en el amor y
el perdón de Dios.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia
Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.
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