martes, 3 de julio de 2018

El profeta es mensajero de Dios, 14º Tiempo Ordinario, Ciclo-B

14º Tiempo Ordinario,  Ciclo-B
Ezequiel 2,2-5; Salmo 122; 2 Corintios 12,7b-10; Marcos 6,1-6
8 de julio de 2018

P. Chava, SVD
 El profeta es el mensajero de Dios, es el Señor que lo legitima para hablar en su Nombre, el profeta es el sirviente de Dios, capaz de soportarlo todo en su Nombre. El profeta anuncia la Palabra de Dios y denuncias los pecados y las injusticias del pueblo, el profeta se convierte en la conciencia de Dios en medio del Pueblo.

Ezequiel, es llamado por Dios para que sea un profeta en medio del pueblo de Israel, que sea testigo de la presencia de Dios en medio de un pueblo rebelde, que muchas veces: “pasa de la voluntad de Dios”, es decir, no le hace caso. El profeta será la conciencia que advertirá de los pecados y maldades que comete el pueblo. Porque Dios no quiere la muerte del pecador sino que se arrepienta y cambie el pueblo de su maldad el creyente dirá el salmo 122: “Nuestros ojos están en el Señor, esperando su misericordia”.

P. Chava, SVD
 

Pablo, está pasando por momentos muy difíciles, tiene mala salud, lo insultan y persiguen, y mismo así su fe no decae sino al contario aumenta, pues su consuelo y su fortaleza es el Señor que le dice: que su “gracia” lo sostendrá en la tribulación. Pablo entiende que en tanto más débil es él como hombre es más fuerte con el Señor, pues sabe que Dios lo protege y lo libra de todo los males que le pudiera afectar.
 Jesús, experimenta el dicho popular: “nadie es profeta en su propia tierra”, porque la gente que lo conocen a él y a toda su familia los descalifican por venir de una familia humilde y sencilla, sólo es un carpintero no tiene preparación aparente sobre las escrituras, para el pueblo no son importantes en su comunidad, por eso no tienen fe en Jesús y por consiguiente Jesús no llega hacer ningún milagro en su comunidad de origen.
 Las lecturas de hoy, nos estimulan a oír la palabra de Dios, a entender e interpretar su mensaje para poderlo vivir y poner en práctica. Pero esto no es posible sin que alguien nos hable de Dios: en la familia, en la Iglesia, en la comunidad, en la escuela, en el trabajo, en fin Dios necesita todos los días de gente que asuma el reto de ser su profeta en medio del pueblo de Dios.

 
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.

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