Bautismo del Señor -
Ciclo C
Isaías 40,1-5.9-11; Salmo 103; Tito 2,11-14;3,4-7; Lucas 3,15-16.21-22
12 de enero de 2025
Isaías 40,1-5.9-11; Salmo 103; Tito 2,11-14;3,4-7; Lucas 3,15-16.21-22
12 de enero de 2025
P. Chava, SVD |
¡Cristiano, para la
eternidad! Piensa en esto: a lo largo de nuestra existencia, decidimos, algunos
factores que nos determinan y condicionan nuestra forma de vivir. Entre ellos:
con quien quieres compartir la vida; el nombre como quieres ser conocido; la
religión que quieres profesar, el lugar donde quieres vivir, entre muchos
otros. Lo mismo sucede cuando se decide ser cristiano. Porque el bautismo no es
sólo una fiesta, donde hay mucha gente con regalos signos de alegría. El
bautismo es en realidad un compromiso con Dios para una eternidad. Con el
bautismo, nos unimos a Jesús para toda la vida. Esa es la
consecuencia de ser bautizado como católico cristiano.
P. Chava, SVD |
El profeta Isaías, Dios dice: consolad, consolad a mi pueblo. El señor da esperanza de liberación. Así el pueblo alcanzará su alegría pues con la fuerza de Dios, los devolverá a su casa, a Jerusalén, a su amada tierra prometida. Porque el Señor esta siempre con su pueblo y del lado de los oprimidos.
En la carta a Tito, nos hace cobra la conciencia de dejar aun todo, la
impiedad, los malos deseos, que mejor, practiquemos la justicia, que seamos
sobrios y esperemos la segunda venida del Mesías. Por otra, parte con la
entrega de Jesús, nos purifico de nuestros pecados, así nos justificó, para
alcanzar la vida eterna.
En el evangelio de Lucas descubrimos la santísima Trinidad: Jesús es Hijo, el
Espíritu Santo desciende en forma de paloma y se posa en él, para ungido (el
Cristo). Así es Jesús señalizado como el escogido por Dios. Se abren los cielos
y se oye la voz de Dios: Él es mi Hijo amado, es el predilecto en ti me
complazco. Para los cristianos el bautismo se convirtió en tradición y en
sacramento de iniciación para el seguimiento del Cristo.
Con en el sacramento del bautismo, nos unimos a Cristo y a la Iglesia, por una
eternidad, pues el sacramento es la conciencia de fe en Dios. El
bautismo es indisoluble, por tanto, el bautizado une al bautizado con Jesús y
la Iglesia, para siempre. Quien es bautizado se une a la gran familia cristiana
por una eternidad, pues muere en el pecado y renace a la vida eterna, como lo
hizo Cristo. El cristiano da su primer paso en la Iglesia
Católica con el sacramento del bautismo, pues da testimonio de su fe, con
palabras y obras, y esto lo marcará para toda su vida.
P. Chava, SVD, es misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.
P. Chava, SVD |
P. Chava, SVD, es misionero del Verbo Divino. Párroco de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, Diócesis Sevilla, España.
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