sábado, 3 de octubre de 2020

La viña del Señor, 27º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

27º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Isaías 5,1-7; Salmo 79: Filipenses 4,6-9; Mateo 21,33-43
4 de octubre de 2020
 

P. Chava, SVD
La viña en la Biblia, tanto en el Antiguo Testamente como en el Nuevo, tiene como significado o metáfora: la asociación comparativa al pueblo de Dios.  Los textos de este domingo nos hacen mirar que la viña es el pueblo del Señor y por tanto es propiedad de Dios y es Él, el que cuida su viña, es decir a su pueblo, por tanto, a todos los seres humanos.
 
Isaías profetiza que el pueblo de Israel quedará destruido por no dar frutos de derecho y justicia entre ellos; por eso usa la metáfora de Dios con su pueblo al poner un hombre sembró una viña, la cuidó y le dio todo lo que necesitaba para diera uvas, pero en vez de eso dio agrazones. Salmo 79 “La viña del Señor es la casa de Israel”.
 
P. Chava, SVD

Pablo inspira confianza a los cristianos para que oren y supliquen a Dios porque Él, nos da paz en nuestros corazones y en nuestras mentes. Insiste que dejemos de tener miedo y que tengamos como valores todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, y que pongamos en práctica todo lo aprendieron de él.
 
Mateo nos narra la parábola de la viña y los labradores que asesinos, que Jesús uso para confrontar a sus oyentes. Es una alusión a la situación que viven los cristianos de la primera era, puesto ellos eran perseguidos por los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, pues no querían que se expandiera la fe de los cristianos. Por eso es una crítica directa a todo tipo de gente que quiere adueñarse de la viña, es decir adueñarse del pueblo. Porque Dios no quiere ver al pueblo esclavizado y sin Dios. Esta parábola es una alusión de lo que hicieron a los profetas y Jesús, en su tiempo: “fueron acecinados”, para que dejaran de dar problemas.
P. Chava, SVD

En definitiva, Dios cuida de su pueblo, los cristianos tenemos que estar atentos en no caer en la tentación de apropiarnos del pueblo para manipularlo, por capricho, para cumplir nuestros intereses egoístas, por eso Dios constantemente envía a sus profetas, a sus pastores, a sus elegidos, hombres y mujeres para recordarnos la voluntad de Dios. Porque el Señor quiere que el hombre tenga vida y vida en abundancia (Juan 10,10), que juntos: “Dios y su pueblo”, construyamos el Reino de Dios. Que disfrutes de tu libertad en el amor de Dios.
 
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.



 

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