sábado, 13 de junio de 2020

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – Ciclo A

Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo – Ciclo A
Deuteronomio 8,2-3.14b-16a; Salmo 147; 1 Corintios 10,16-17; Juan 6,51-58
14 de junio de 2020
P. Chava, SVD
Jesús danos da de beber su Sangre y de comer de su Cuerpo para tener vida eterna. Señor venimos a adorarte, a bendecirte, a alabarte, pues sólo Dios es amor y sólo su Hijo nos da su propia vida para que la tengamos en plenitud. Al comulgar contigo Dios Uno y Trino, permanecemos en tu amor y Tú en nosotros.

En la primera lectura el libro del Deuteronomio, nos hace recordar lo que hizo Dios, el Señor de los ejércitos, con su pueblo escogido, cómo los liberó de la de la esclavitud de Egipto. Además de auxiliarles en el medio de la desgracia de vivir en el desierto, Dios salva al pueblo de morir: “de hambre y de sed”, dándoles el Maná que viene del cielo y el agua que surge de entre las piedras. Dios es nuestro auxilio y fortaleza, en todo momento. Por eso cantemos las maravillas de Dios con el Salmo 147:Glorifica al Señor, Jerusalén”.

P. Chava, SVD
En la segunda lectura San Pablo nos recuerda la importancia de la comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, pues nos ayuda a permanecer unidos en comunidad, al mismo tiempo que nos alimentamos de Él. En un mundo donde pierde la fe, el creyente se hace fuerte y es fiel a Dios, cuando comulga la eucaristía, recordando el amor de Jesús hacia su pueblo, al donar su vida para salvarnos. Por eso nos alimentamos de Cristo y vivimos en Él, para la eternidad.

En el Evangelio, Jesús nos dice una gran verdad, que Él nos da vida eterna; además de estar nos unimos a Él y al Padre; cuando comulgamos su cuerpo en la fracción del pan, y bebemos su sangre en el vino, consagrado. Surge así la vocación del Sacerdote, que consagra las especias del pan y el vino, y por medio de la eplíquesis donde se invoca al Espíritu Santo, se logra la transustanciación, por medio del rito consagración durante la misa, el Sacerdote transforma las especias, del pan y el vino, en el verdadero Cuerpo y Sangre, de Jesús, para así alimentar espiritualmente a la comunidad cristiana y al mismo tiempo darnos vida en plenitud y vida eterna.

P. Chava, SVD
En este tiempo de incertidumbre, confiemos en la voluntad de Dios. Comulguemos y llenemos de la fuerza de Dios. Gracias Jesús, por alimentarnos y permanecer unido a tu pueblo con la Eucarística. Te bendecimos y te glorificamos Señor, porque sólo Tú, eres grande; Tú, eres tres veces Santo, el Señor de señores; el Rey de reyes; Porque a Ti, Señor, te pertenece, toda la gloria y poder, por los siglos de los siglos.


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Párroco in solidum de las unidades pastorales en Villatuerta, Oteiza, Noveleta, Grocin y Murillo, en Navarra, Diócesis de Pamplona, España.


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